Por Vito Amalfitano

La victoria fue para San Lorenzo, la Copa de Oro para Boca, las preocupaciones le quedaron a Estudiantes. Se impuso el equipo de Boedo anoche por 1 a 0 en el Minella, con gol de Ezequiel Avila, pero lo le alcanzó para quedarse con el trofeo del Fútbol de Verano, que se lo llevó el equipo de La Ribera por mejor diferencia de gol. Se lesionó el emblema y presidente del equipo de La Plata, Juan Sebastián Verón.

Boca se quedó con el triangular porque venció a Estudiantes por 2 a 0, por un gol más de diferencia que San Lorenzo.

La expectativa estaba centrada en la vuelta de Juan Sebastián Verón. Y fue una alegría verlo de vuelta en las canchas argentinas. Pero solo estuvo algo más de media hora en el campo del Minella. Salió sentido, con un tirón en el posterior de la pierna izquierda, que podría ser un posible desgarro.

En esos 30 minutos iniciales Estudiantes, con un conductor de 41 años, no estuvo, de todos modos, lejos en el trámite. Es más, asumió la iniciativa y el protagonismo Estudiantes y no fue menos en lo físico y futbolístico.

Sin embargo, San Lorenzo fue más oportuno y se puso en ventaja a los 10’ con un remate rasante y bajo de Ezequiel Avila que sorprendió a Andújar tras ser muy bien buscado por Bautista Merlini.

Estudiantes estuvo muy cerca del empate con un cabezazo en el travesaño y un remate apenas desviado de Ignacio Bailone. Y San Lorenzo estuvo también cerca de aumentar con un cabezazo de Nicolás Blandi que tapó muy bien Andújar.

En segundo tiempo a San Lorenzo se le complicó el panorama porque primero se lesionó su conductor futbolístico, Néstor Ortigoza y luego, a los 27’, se quedó con 10 por expulsión de Nicolás Blandi por doble amonestación.

No obstante, Diego Aguirre hizo ingresar a Gonzalo Bergessio por Lautaro Montoya, en la búsqueda del segundo gol que acerque a San Lorenzo a la Copa. Y Bergessio tuvo la posibilidad a los 35’ cuando quedó cara a cara con el arquero pero tapó muy bien Andújar.

Estudiantes, con un hombre de más, tuvo aun menos ideas que 11 contra 11 y nunca supo como forzar el resultado. Se repitió en centros sin sorpresa y dividió así en lugar de sumar con la superioridad numérica. San Lorenzo, con poco, le ganó bien, al cabo, y dejó mejor imagen. Incluso por la idea de ir por más. Pero no le alcanzó para la Copa de Oro, que le quedó a Boca, ya en la jornada del Superclásico.