Alvarado confirmó este martes la llegada del joven delantero Robertino Giacomini, que viene a préstamo por un año, sin cargo y sin opción, de Independiente de Avellaneda, y del arquero Emanuel Bilbao, de último paso por Quilmes en la Primera Nacional.

Giacomini, santafesino de Tostado, firmó en los últimos días contrato con el club de Avellaneda, lo que le permitió ser cedido a préstamo. El valor de la cláusula de rescisión es impactante: diez millones de dólares.

Giacomini jugó hasta 2010 en San Lorenzo de Tostado, el mismo club de Lucas Alario. Ese año se fue a Independiente, donde completó el resto de su etapa formativa.

Recientemente este delantero de 1,87 metros jugó a préstamo para Tres de Febrero de Paraguay, equipo que compite en la segunda categoría. Estaría ya en alguno de los dos entrenamientos previstos para hoy en la villa deportiva.

Por otro lado, Bilbao, de 29 años y nacido en Coronel Pringles, empezó su carrera en Almaceneros de su ciudad y fue reclutado a punto de cumplir veinte años por Olimpo de Bahía Blanca, donde estuvo seis años, con un par de pasos a préstamo por Independiente de Río Colorado. Luego pasó a Brown de Madryn hasta terminar en Quilmes.

Emanuel Bilbao, nuevo arquero de Alvarado.

En cuanto a posibles incorporaciones, podría reflotarse la posibilidad de sumar a préstamo a Gonzalo Berterame. el joven delantero de San Lorenzo cuyo nombre sonó fuerte hace diez días en Alvarado. Con la llegada de los hermanos Romero, no tendría cabida en el plantel de primera división. Consultado sobre el tema, Wenceslao Méndez, presidente de Alvarado, dijo: “Está dudoso. Vamos a ver”.

Más probable, por estas horas, es la posibilidad de sumar al mediocampista Pablo Ledesma, ex Boca Juniors. Sólo resta que el volante acuerde los términos de la rescisión del contrato que lo liga con Patronato de Paraná. Esa es la única traba.

Complica la negociación una deuda entre el club y el otrora “xeneize”. Sin embargo, por un lado, Ledesma quiere emigrar; por otro, el club entrerriano ve con buenos ojos deshacerse de la obligación de afrontar uno de los contratos más altos que le quedó de la última temporada.