por Sebastián Arana

Los temores despertados por la probable ausencia de Gianella fueron infundados. Peñarol tuvo una buena respuesta colectiva ante el problema y jugó un muy buen partido para imponerse a un disminuido San Martín de Corrientes por 112-88 y así poner un poco de distancia en relación a Argentino de Junín y Atenas de Córdoba.

El reparto de imponderables favoreció a Peñarol. El equipo marplatense no pudo tenerlo a Gianella, pero no lo extrañó porque el pibe Marcos lo reemplazó con mucho acierto, con una conducción sin errores. Por fin, además, pudo contar con Alloatti, quien rindió aceptablemente.

Del otro lado San Martín no pudo contar con Roberts (aún no regresó al país desde Estados Unidos) y Woods (no terminó de recuperarse de un desgarro) y lo sufrió horrores. Sin ellos siempre fue un equipo demasiado perimetral, sin peso interior.

La ecuación termina de resolverse en favor del elenco local a raíz del gran acierto inicial de sus tiradores. Davis, observado con lupa, la metió desde lejos (3/5 triples) en una primera parte en la que terminó como goleador del equipo con 11 puntos. Y Vaulet, en el primer cuarto, fue más habilitado que en otras ocasiones.

Promediando el primer parcial, Peñarol ya ganaba 17-9. Claro que no pudo mantener la efectividad del comienzo y San Martín, con una gran tarea del panameño Hicks, logró situarse 20-23 en los segundos finales. Pero los correntinos, con sus chicos en cancha, cerraron muy mal el cuarto y permitieron un doble de Alloatti y un robo con doble de Arn en los tres segundos finales.

En ventaja 27-20, en el arranque del segundo cuarto Peñarol mostró sus dudas y San Martín sus precariedades. El nudo lo desataron, en favor del equipo local, entre Lauría y Marcos, sus mejores jugadores del parcial. La ventaja trepó a una máxima de doce puntos (37-25) promediando el cuarto.

Si bien Lucas Faggiano intentó cargarse a los suyos al hombro y anotó seguido desde lejos, el elenco marplatense llegó 49-40 arriba al descanso. Y aplicó un gran golpe en el comienzo del tercer parcial, con la correcta conducción de Marcos y contundencia para correr y definir el contraataque: un parcial de 9-2 en tres minutos y medio que le permitió estirar aún más la diferencia.

Mientras estuvo en cancha el joven base rosarino, Peñarol manejó esa luz de dieciséis puntos. Cuando no, como en los últimos cuatro minutos del parcial, las luces se apagaron y San Martín ingresó al cuarto final 57-67 abajo, con algunas esperanzas.

Pero bastó con que el rosarino volviera a la cancha para poner las cosas en su lugar. Con sus tiros y su paciencia Peñarol volvió a escaparse. Tintorelli, bien alimentado, esta vez fue protagónico en el cierre y su socio ideal. Así el equipo remató una victoria sin sufrimiento. Gianella no estuvo, pero el equipo sí.

La síntesis

Peñarol 112
J. I. Marcos 21, B. Davis 16, J. P. Vaulet 19, K. Austin 5 y D. Tintorelli 19 (FI); J. Valinotti 0, L. Arn 5, A. Alloatti 11, T. Monacchi 7, N. Lauría 9 y L. Gorosterrazu 0. DT: Leonardo Gutiérrez.

San Martín 88
L. Faggiano 11, R. Harris 16, M. Hicks 22, G. Peralta 2 (x) y A. Eslava 8 (FI); M. Cabrera 10, T. Zanzottera 6, F. Alorda 0, M. Solanas 9, F. Méndez 2 y R. Vallejos 2. DT: Sebastián González.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Arbitros: Fernando Sampietro-Pedro Hoyo-Javier Sánchez.
Parciales: 27-20, 49-40 y 67-57.