CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Opinión 5 de marzo de 2016

Hillary Clinton vs. Donald Trump: el duelo que se avecina

por Alberto Galeano

Hay varias razones para creer que Hillary Clinton puede vencer a Donald Trump en una hipotética elección presidencial del 8 de noviembre, sobre todo después de que el magnate neoyorquino citara a Benito Mussolini y recibiera el apoyo del Ku Klux Klan.
Uno de esos motivos, citados por los analistas, sería la buena marcha de la economía del gobierno del presidente Barack Obama que salió de una recesión y creó miles de empleos en los últimos años.
Según la cadena NBC y el diario The Wall Street Journal, la ex primera dama vencería al empresario republicano, por 50 a 40% y, de acuerdo a un informe de Huffpost Model Estimate, por 49,3 a 42,8%.
Otro sondeo de la cadena CNN-ORC, del pasado 2 de marzo, dice que Hillary vence a Trump por 53 a 44%, aunque el senador republicano por Texas, Ted Cruz, derrotaría a la ex secretaria de Estado por 55 a 43%, al igual que el senador por Florida, Marco Rubio, por 50-47%.
Por ahora Hillary es, quizá, la última carta para detener al desafiante empresario que aterroriza con sus postulados racistas y xenófobos no sólo a los estadounidenses sino también a buena parte de los europeos.
Pese a ser subestimado por sus adversarios, el postulante republicano ha avanzado mucho más de lo que se esperaba en las primarias, dejando en el camino al ex gobernador de Florida, Jeb Bush, entre otros postulantes que luchaban por la dominación del partido de Abraham Lincoln.
Trump, de 69 años, ha superado el límite de lo predecible: desde citar al dictador fascista Mussolini (“Es mejor vivir un día como un león que 100 años como una oveja”), al que combatió EEUU en la Segunda Guerra Mundial, hasta recibir apoyo del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan.
“Hoy por hoy, hay más americanos que rechazan a Trump. Por eso,  a menos que se modere de forma rápida y exitosa, Trump tendrá un camino muy cuesta arriba para ganar la elección en noviembre”, dijo a Télam el sociológo chileno Patricio Navia, de la Universidad de Nueva York.
Con su promesa de “hacer grande otra vez a Estados Unidos”, el magnate ha ganado diez de los quince estados disputados hasta el momento. Para ganar su nominación presidencial, Hillary necesita obtener 2383 delgados, mientras que Trump un total de 1237 delegados.
Algunos analistas, como Roger Cohen de The New York Times, comparan a Trump con el ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, con la diferencia de que si el empresario neoyorquino llega a la presidencia tendrá el control de un país con armas nucleares.
En las filas republicanas, el senador Cruz marcha en segundo lugar en las primarias, mientras que tercero se ubica el senador Rubio.
Cruz ganó en los estados de Texas, Oklahoma y Alaska lo que abre alguna esperanza para los republicanos que detestan al magnate inmobiliario, quienes ven un partido atomizado frente a la unidad de los demócratas.
Tanto Hillary, de 68 años, como Trump ganaron siete estados cada uno en el “supermartes” del primero de marzo.
Rubio debe ganar el estado de Florida, el próximo 15 de marzo, para tener chances de vencer a Trump, pues de lo contrario la distancia entre ambos puede resultar insalvable.
Trump se vanagloria del apoyo que esta recibiendo entre los estadounidenses e incluso de otros países como del fundador del ultraderechista Frente Nacional francés, Jean Marie Le Pen, quien mantiene conflictos judiciales por sus comentarios antisemitas.
“Tengo a la gente más leal. ¿Alguna vez han visto algo así? Podría pararme en mitad de la Quinta Avenida y disparar a la gente y no perdería votantes”, dijo Trump en Iowa, días antes de que se realizar las primarias en ese estado el pasado 1 de febrero.
Pero en Iowa ganó Cruz, con el 27,7 %, mientras que Trump obtuvo el 24,4% y Rubio el 23%.
Muchos creen en las filas demócratas que el senador Bernie Sanders tiene aún méritos suficientes tras ganar en Oklahoma, Minnesota, Colorado y Vermont, aunque Hillary lidera las primarias del partido.
“Así como Trump suma adeptos al partido, ahuyenta a otros grupos de votantes (latinos, negros, musulmanes, moderados, etcétera). Su gran desafío será atraer votantes en la campaña general para poder alcanzar una mayoría. Eso será difícil. Los demócratas intentarán convertir la elección en un referendo sobre Trump”, dijo el cientista Navia.
Esta semana, Trump obtuvo la promesa que será apoyado por otros líderes republicanos si finalmente gana la nominación presidencial.
Por ahora, como desde hace varios meses, continúa atacando a todo el mundo en la política estadounidense, con frases discriminatorias que se asemejan a las del grupo ultraderechista Tea Party.
Sin embargo, algo empezó a cambiar en la mirada del empresario neoyorquino que en la década del 90 simpatizaba con los demócratas: dio marcha atrás en su promesa de torturar a terroristas.

Télam.