Aldosivi vio la luz al final del túnel. Está mal pero entre diciembre y enero se encendió una esperanza.

El equipo de Guillermo Hoyos sigue en zona de descenso, es cierto. Salió con su resonante triunfo ante Lanús el viernes y volvió a entrar con la victoria de Central Córdoba frente a Colón.

Pero desde aquel festejo ante el “sabalero” en Santa Fe, en el último partido de 2019, en Aldosivi cambió el ánimo.

Antes de ese partido por el puerto el panorama era sombrío. No conseguía resultados y la recuperación futbolística era lenta. Tanto que había comenzado a desalentar a propios y extraños.

Durante el receso el cuerpo técnico y la dirigencia apostaron a hacer una mirada introspectiva. Refuerzos de bajo perfil, ningún amistoso… Una apuesta arriesgada.

Sin embargo, en la reanudación de la Superliga Aldosivi dio la nota ganándole muy bien al encumbrado Lanús (2-0) el pasado viernes en el José María Minella.

Así sumó seis puntos al hilo que devolvieron la ilusión. No sólo por los resultados que por fin aparecieron. Sino porque Aldosivi se mostró como un equipo confiable.

Sólido atrás, intenso en la presión y con buena circulación de balón como para intentar lastimar a un rival del calibre de Lanús.

El jueves, en el arranque de la decimoctava fecha de la Superliga, Aldosivi tendrá otra prueba durísima. Visitará desde las 21.10 a Vélez, el equipo de Gabriel Heinze que también pelea arriba.

Para ese compromiso Hoyos no podrá contar con Gastón Gil Romero, de muy buen partido ante Lanús pero que llegó al límite de tarjetas amarillas y deberá purgar una fecha de suspensión.

Pero sí tendrá a disposición a Luciano Pocrnjic, que se perdió el último partido por un fuerte golpe en un tobillo, y también a Marcos Miers y Leandro Maciel, quienes dejaron la cancha con sendos golpes frente al “granate”.

Hoy por hoy, el único jugador que está fuera por lesión es Emanuel Iñiguez, quien se recupera de su intervención de meniscos.