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La Ciudad 7 de septiembre de 2018

La Casa del Puente, siempre a la espera de un plan que la recupere

En 2016 la Dirección Nacional de Arquitectura calculó que una puesta en valor de toda la obra costaría alrededor de 14 millones de pesos.

La Casa sobre el Arroyo.

por Luciana Mateo

LA PLATA (Corresponsalía).- Arquitectos y encargados de patrimonio aseguran que a la ‘Casa sobre el arroyo’, la vivienda que Amancio Williams construyó en Mar del Plata para su padre, le falta mantenimiento para que se luzca como lo que es: una obra emblemática de la modernidad y el siglo XX.

“El gobierno municipal no encaró ningún tipo de trabajo por falta de presupuesto para obra pública”, dice Pablo Mastropasqua, doctor en Arquitectura y coordinador en la Región de la Costa del Colegio de Arquitectos provincial.

Pero la ausencia de un plan integral para poner en valor la Casa -algo frecuentemente reclamado por las entidades profesionales y la Universidad pública local- no es únicamente responsabilidad de la actual conducción municipal sino que atraviesa a todas las gestiones comunales de los últimos años.

Mastropasqua participó en 2007 de una intervención edilicia para recuperar las carpinterías metálicas y las de madera, luego de años de abandono de la propiedad, pero “fue una licitación muy chiquita, que lo que permitió fue cerrar la Casa”, según cuenta a LA CAPITAL.

Y añade que “las carpinterías que se entregaron en 2008 ya necesitarían, al menos, una nueva mano de pintura”.

“Luego, en 2014 participé de la puesta en valor de la casa de los caseros, que es la que está adelante, pero la licitación fue abandonada por la empresa por falta de pagos, así que quedó a medio arreglar”, se lamenta el arquitecto -que también es docente de la UNMdP y coordinador del Instituto de Estudios Patrimoniales- y comenta que, posteriormente, “no se ha encarado nada nuevo, sólo se ha mantenido lo que ya estaba”.

Hoy en día, la Casa ubicada en Matheu 3993 casi Funes funciona como un museo tradicional -hay visitas guiadas- y se puede incluso recorrer el parque que la rodea, “pero no mucho más”, asegura Mastropasqua.

Quieren recuperar las dos manzanas

La obra que en Mar del Plata es popularmente conocida como la ‘Casa del puente’ fue edificada entre 1943 y 1946 en un terreno cruzado por un arroyo que está rodeado de un jardín de 2 hectáreas cubierto de una amplia vegetación.

Luego de la muerte de su propietario, Alberto Williams, la vivienda fue vendida a una radio y posteriormente cerrada por la dictadura cívico-militar, lo que inició un proceso de paulatino abandono.

Esto, sumado al desinterés de funcionarios y responsables del cuidado patrimonial de la ciudad, llevó a que la propiedad –descuidada y sola- fuera blanco de varios hechos de vandalismo, incluidos algunos incendios.

En 2012, por intermedio de la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, el predio pasó a manos del Estado municipal de General Pueyrredon, a cargo en ese momento de Gustavo Pulti.

Ese año –explica Mastropasqua- “el gobierno nacional le giró al Municipio el dinero para comprar la propiedad completa, que consta de dos manzanas, pero por cuestiones burocráticas se terminó comprando una sola –la que contiene la Casa- quedando la otra en manos de un privado”.

“Ésa es otra de las luchas que tenemos: recuperar paisajísticamente la totalidad de las manzanas”, remarca.

En 2016 se necesitaban 14 millones de pesos

La Casa fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional, Monumento Histórico Arquitectónico de la Provincia y Bien de interés patrimonial de la Municipalidad de General Pueyrredón.

Consultado sobre el presupuesto que sería necesario para encarar una puesta en valor integral de la obra, Mastropasqua señala que “de acuerdo a un estudio de la Dirección Nacional de Arquitectura de hace 2 años, se necesitaban alrededor de 14 millones de pesos”.

“Pero nunca se llamó a licitación”, dice, y agrega que “siempre estuvo en proyecto pero ante las urgencias se cae, porque un edificio patrimonial nunca es lo más urgente”.

“Como decía Mafalda: ‘lo urgente no deja tiempo para lo importante'”, concluye el arquitecto.

. “Sólo queda el hormigón, y en muchas partes húmedo y enfermo”

Daniel Merro Johnston es autor del libro La casa sobre el arroyo. Amancio Williams en Argentina -publicado en 2014 por Ediciones 1:100- en el cual reconstruye la historia del gran artista y de la obra que diseñó para su padre, el músico y compositor Alberto Williams, durante una época de profundos cambios políticos y sociales en el país.

Merro Johnston es argentino pero desde 2001 vive en Madrid. Hace 5 años, en pleno invierno, viajó a Mar del Plata sólo para ver la Casa.

“Había leído mucho sobre la pronta recuperación, la restauración, varios convenios y anuncios me despertaron el deseo de hacerle una visita tranquila. Esperaba, con la ingenuidad de la distancia, encontrarla en tratamiento, en obras, con un par de grúas girando sobre su cabeza, varias casetas con arquitectos y restauradores rodeados de ordenadores, planos, instrumentos de precisión”, cuenta Merro Johnston a LA CAPITAL.

Pero, en cambio, la vio “abandonada, casi solitaria y en ruinas, como siempre”.

“Ya no quedan casi muebles, ni puertas, ni suelo. Sólo queda el hormigón, y en muchas partes húmedo y enfermo”, asegura este doctor en Arquitectura y docente.

Merro Johnston se lamenta del estado en que se encuentra esta obra que “es un ejemplo extraordinario” del Movimiento Moderno en Argentina.

La Casa sobre el arroyo -sostiene- constituye “una nueva manera de entender la relación con el paisaje, con el suelo, con la materia, suscribiendo los postulados Corbusieranos”.

“Y, por otro lado, es el testimonio más importante de la tenacidad de su creador para llevar sus ideas hasta el final”, finaliza.

. “Hermanamiento”

El Colegio de Arquitectos bonaerense promueve un proceso de “hermanamiento” entre la Casa sobre el Arroyo y la Casa Curutchet, la vivienda-consultorio proyectada en 1949 por el arquitecto suizo Le Corbusier en La Plata.

En este punto cabe recordar que Amancio Williams fue el intérprete y el primer director de la única obra de Le Corbusier en América Latina.

Este mes se llevará a cabo la firma del “hermanamiento” para, entre otras cuestiones, trasladar a Mar del Plata algunas actividades culturales que se realizan en la casa de La Plata (que actualmente dirige Julio Santana).



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