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Deportes 29 de junio de 2016

“La solución está en los dirigentes y es no pagar más de lo que tienen presupuestado”

Para el emblema de Peñarol "estaría bien volver a jugar viernes y domingo".

Como en el receso anterior, la Liga Nacional está cruzada por el conflicto entre los dirigentes de la AdC y los basquetbolistas, nucleados en la AdJ que preside Michael Stura. La decisión de liberar a los clubes para que ocupen sus fichas mayores con jugadores de cualquier nacionalidad provocó una nueva grieta.
“Los dirigentes quieren liberar las fichas para que el sexto, séptimo, octavo y noveno jugador de cada equipo bajen sus pretensiones -analizó Gutiérrez-. Creo que no es la solución. La solución está en los dirigentes y es no pagar más allá de lo que tienen presupuestado. Si vos tenés cinco pesos, gastá cinco, no siete. De lo contrario, le hacen daño a sus clubes. Si se ponen de acuerdo en gastar tanto dinero por temporada, lo tienen que respetar. Si acuerdan pagarle tanto al sexto, séptimo, octavo y noveno jugador, no pueden darle lo que no tienen. Lamentablemente, no sé por qué, muchas veces entre los dirigentes charlan sobre lo que deberían pagar y después se meten los cuernos. Se mienten entre ellos. Si un jugador está medio arreglado en un equipo, no falta el que le ofrece más para que se vaya para el suyo. ¿Qué hace el jugador? Se va al club que le paga más. Por eso digo que la solución está en los dirigentes. Nunca cumplen lo que charlan entre ellos. Tienen que buscar la forma de no mentirse. Ahí le suben los precios a los jugadores. No termina de jugarse una Liga y el 60% de los equipos está más o menos armado.

-Pero es bravo arreglar esta cuestión. Mirá que se intentaron cosas. Desde que vos eras juvenil en cada receso se vuelve sobre lo mismo…

-Está todo inventado. Ya hicieron todas. Pusieron topes salariales, categorizaron a los jugadores, establecieron una ficha sudamericana, dispusieron jugar con uno, dos y tres extranjeros, con extranjero optativo…Se hicieron un montón de cosas y los sueldos siguen subiendo y los clubes gastando un dinero que no tienen por querer ser competitivos. Yo veo bien lo que hacen en España, no sé si podrá aplicar acá. Los equipos muestran sus presupuestos antes de jugar. No se pueden pasar y además tienen que demostrar que cuentan con ese dinero. Por más que le toque luchar de mitad de tabla para abajo. Pero si presupuestás diez millones, no podés gastar veinte y endeudar a tu club. Así se empieza a armar una bola imposible de frenar. Porque después presupuestás veinte y ya arrancás diez atrás. Acá les pasó a varios. Hay equipos que están muy mal. La solución es no pasarse del presupuesto y establecer topes. Después viene un club como San Lorenzo, con una billetera gordísima, y es imposible seguirlo. Para los jugadores es buenísimo. Nosotros no vamos a pelear para que nos bajen los sueldos. Vamos a jugar por lo que nos ofrecen y, si nos dan más, mejor. Pero también hay que ser realistas. La Liga no vive una buena situación económica y los clubes tienen deudas muy grandes con los jugadores. La solución la tienen que buscar los dirigentes. Nosotros podemos opinar. Podemos pelear para que no liberen las fichas, podemos pedir más fichas nacionales. Pero no tenemos las soluciones. Las tienen que tomar ellos. Y bancarlas. Porque si ahora resuelven no negociar con los jugadores hasta tal fecha, no pueden empezar a llamarlos para tentarlos. Si no otra vez se estarían metiendo los cuernos. Si no quieren gastar tanto dinero en los jugadores, que no vayan a ofrecerles plata por atrás de los demás.

-¿Qué te pareció esta aparición de San Lorenzo y cómo impactó en la Liga?

-Me parece positivo que un club como San Lorenzo haya entrado a la Liga. Hicieron su estadio, tienen bien a sus jugadores, llevaron gente. Lo que está claro es que, para competirles, hay que tener una billetera como la de ellos. Si ellos quieren forman un equipo exclusivamente de nacionales y ganan la Liga también. Porque pueden llevar a los mejores. Estaría bueno equiparar los presupuestos. Poner un tope y un mínimo. Como en la NBA. Muchos dicen que hay que copiarlos. Esa es una buena forma. Si conseguís veinte millones, gastalos. Pero no veinticinco. Que te cobren multa si lo hacés. Hay que buscar la forma. Pero lo veo muy difícil. Porque acá siempre arreglamos por abajo de la mesa. Si el tope es veinte millones, no va a faltar el que declare veinte y después aparezca con diez jugadores de selección. Si toman esas decisiones, después las tienen que bancar con hechos.

-Hay otra cuestión con esto de los límites. A la hora de ir a la competencia internacional, como le ocurrió a Peñarol en la última Liga de las Américas, los equipos argentinos sufren por los límites de fichas que fija esta competencia…

-En ese sentido, estamos en desventaja. Tal vez hoy San Lorenzo pueda competir de igual a igual con los equipos de Brasil, México o Puerto Rico, que tienen doce fichas mayores. Esos países no tienen Sub 23. Tienen doce profesionales. Nosotros, cuando fuimos a jugar el último Final Four, lo hicimos con un sólo extranjero y éramos nueve. Ahí si damos ventajas. Cuando ganamos el último título, lo teníamos a Facundo dentro de la rotación y los brasileños, mejicanos o puertorriqueños no se armaban tan fuertes. Tenemos que intentar encontrar la forma de equipararlos. Porque sería muy bueno que un equipo argentino gane la Liga de las Américas. Es traer la final del mundo al país. Está bien que, salvo el Polideportivo, el Orfeo o alguna más, no tenemos las canchas para traer a un equipo europeo al país. Pero hoy estamos un paso atrás. Para competir contra brasileños, mejicanos o puertorriqueños un equipo argentino tiene que estar en su mejor versión y en su mejor día. Y además tener suerte.

“Estaría bien volver a jugar viernes y domingo”


Sin melancolía. Con pasión. Así Leo Gutiérrez siguió la final de la Liga Nacional. Una instancia que muchas veces lo tuvo como protagonista.

-¿Cómo te cae mirar la final de la Liga por televisión?

-Nunca me gustó mirarlas de afuera. Pero esta final me atrapó. Vi casi todos los partidos. Había buenos jugadores en los dos equipos y además tenía amigos en ambos lados. Me atrapó por eso y porque los dos me parecieron interesantes. San Lorenzo jugó bárbaro en los play-offs y La Unión fue muy regular en toda la temporada, ha jugado muy bien. Le costó mucho no tener a Ale Konzstadt, que fue la manija del equipo todo la temporada. Por él, por un lado, por Marcos Mata y Walter Herrmann, por otro, me atrapó esta final. Además lo tuve a Lamas de técnico y también lo conozco a Narvarte. Me pareció una linda final, más allá de que San Lorenzo barrió la serie. No la ganó fácil. La Unión fue combativo, no se entregó, se la jugó.

-De todos modos, no le fue fácil el recorrido a San Lorenzo durante el torneo…

-Tuvo muchos problemas de lesiones, cuando empezó a cambiar extranjeros les costó encontrar la dupla ideal. Pero los dos extranjeros finales, los de la formación titular, son muy buenos y Roquez Johnson viniendo de atrás les dio muchas cosas porque es un jugador muy intenso. Y realmente tienen dos equipos. Sacan cinco, meten cinco suplentes y juegan tan bien como los titulares. La Unión, en cambio, dependió mucho de Torin Francis, que lo hizo muy bien. Faca en la final no pudo demostrar todo lo bueno que hizo a lo largo del año, lo mismo Elsener, salvo en el último partido. Pero llegaron los dos mejores.

-La Liga tiene muchos aspectos criticables, pero salvo estos play-offs arrolladores de San Lorenzo, nada se puede decir de la paridad de la competencia…

-San Lorenzo empezó dominando y terminó de la misma manera. Pero la competencia fue muy pareja. Cualquiera le podía ganar a cualquiera. San Lorenzo perdió de local contra los dos equipos que jugaron la final por no descender. Acá vino Sionista y nos ganó metiéndonos casi setenta puntos en un tiempo. Fue todo muy loco, muy parejo. Al tener tantos partidos, pueden pasar estas cosas. Todavía no nos acostumbramos. No tenemos claro si vienen dos o tres partidos, qué rival viene. La competencia vio cómo se acortaban las diferencias. Las dos últimas temporadas fueron parejas todo el año.

-¿Se lo adjudicás al calendario?

-Yo creo que sí. No tenés tiempo para recuperarte cuando venís de una o dos derrotas. Porque llegás un día y tenés que jugar enseguida. Entonces todos los problemas los arreglás sobre la marcha, en el próximo partido. No hay mucho tiempo para entrenar. Si te agarra una racha negativa jugando diez partidos en veinte o veinticinco días es muy complicado cortarla. No tenés tiempo para arreglar los problemas. Así como sucede lo otro, también las rachas positivas parecen más largas por jugar tan seguido. Esta fue una temporada de rachas. Mirá Bahía Basket, que metió quince triunfos consecutivos de local. Fue todo muy raro. Todos les ganaban a todos. Olímpico sacó un poco de diferencia porque en su casa no perdía y fue primero de movida. Pero la competencia estuvo linda por no saber qué te ibas a encontrar al día siguiente. La realidad, sin embargo, es que a nuestra Liga le vendría bien volver al formato de cuarenta y cuatro partidos y a los viernes y domingo para que la gente se vuelva a acercar a la cancha. Después de casi treinta años de un formato, la gente no se acostumbró a ir a la cancha los lunes, los miércoles, los jueves, los sábados. Si se bajan la cantidad de partidos -y creo que así debería ser por el calendario de la Selección- estaría bien volver a jugar viernes y domingo.

-¿Te preocupa que la gente vaya desapareciendo de los estadios?

-Y… va cada vez menos. Está bien que la economía general no ayuda. Pero el calendario, menos. Yo tengo amigos que, si el equipo tiene en casa una serie de tres partidos, me dicen que eligen uno. No pueden ir a todos. Si en la familia son cuatro, a un promedio de cien mangos la entrada, más un choripán y una gaseosa, en una serie de tres partidos se gastan por lo menos mil quinientos pesos. ¿Cómo hacés? Esa plata antes la gastabas en un mes y ahora se te va en seis días. Entonces eligen o van según cómo vaya el equipo. Ya que probamos tantas cosas, se podría intentar volver al formato anterior para ver si el público regresa.

-Pareciera, de todos modos, que esta es una preocupación sólo de los marplatenses…

-Qué sé yo… Acá estamos acostumbrados a que vaya más gente a la cancha. El marplatense entiende de básquetbol, ama a este deporte, es de ir a la cancha. Con la mayoría de las personas con las que yo hablo, entienden, preguntan, opinan. Pero desde que apareció este formato dejó de ir.