En un comunicado conjunto, la UOCRA y el Centro de Constructores de Mar del Plata se declararon en estado de “alerta y movilización” ante la paralización del trabajo que atraviesa el sector por el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Según señalaron, la situación que atraviesan las empresas de la ciudad es “angustiante”. “Tras 46 días de parálisis total de la actividad, el Estado no ha otorgado la asistencia para el pago de sueldos a la gran mayoría de las empresas constructoras, al aplicar un sistema evaluador para su acceso que no tiene en cuenta las distorsiones en la modalidad transaccional del sector, donde la facturación impacta de manera diferida debido al sistema de certificación de las obras”, indicaron en el escrito difundido a los medios de comunicación.

“Con cadenas de pago resentidas y sin ayudas suficientes del Estado, es imposible seguir”, señalaron y advirtieron que, ante este panorama, “peligra la continuidad de una enorme cantidad de pymes, en consecuencia las fuentes de trabajo y el sustento de miles de compañeros que a diario se expresan en el gremio ante una situación acuciante de gran vulnerabilidad”.

En este sentido, exigieron al Gobierno nacional una “ayuda inmediata al 70% de las empresas que a las que no les llegó la Asistencia de Emergencia al Trabajo y Producción (ATP) para el pago de sueldo de los trabajadores” y “la apertura de la actividad en la obra privada con las mismas garantías sanitarias fijadas para la obra pública”.

Es que el sector sostiene que “la implementación de la ayuda no alcanza” y que resulta “imprescindible volver a la actividad”. “El 14 de abril se le presento un protocolo al intendente para retomar las tareas en las obras privadas de forma segura. El mismo fue elevado recientemente al gobernador y, realmente, necesitamos su pronta definición”, indicaron. Este lunes volvieron a reunirse con el intendente Guillermo Montenegro para evaluar medidas para el sector.

El malestar de los trabajadores del sector privado también surge por la continuidad laboral que mantuvo la obra pública a lo largo del aislamiento, lo que deja en evidencia que los trabajos pueden continuarse.

“En el hospital modular donde están trabajando 70 personas, como así también en varias obras más de nuestra ciudad, se está construyendo respetando el protocolo de seguridad y no se han presentado casos de contagios”, ejemplificaron.

El argumento más esgrimido para reabrir la actividad la centran en que se trata de un sector que trabaja esencialmente “al aire libre, espacios muy abierto y sin contacto con público”.

“La acuciante situación del sector nos ha colocado es estado de alerta y movilización, esperando que en la reunión que se mantendrá con el intendente podamos dialogar acerca de la inmediata implementación de las medidas necesarias que posibiliten la continuidad las PYMES y la preservación del empleo”, concluyeron.