Las falencias de la Justicia Federal, la polémica por el balneario que quiere Once Unidos y los números finos que dejó la elección
Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata
Nuevo Código, viejas vacantes. Desde abril, la Justicia Federal local intenta adaptarse al flamante Código Procesal Penal Federal, una reforma que promete oralidad, plazos breves y eficiencia. Pero entre los despachos, lo que se escucha no es entusiasmo, sino preocupación. El senador nacional Maxi Abad no se anduvo con rodeos: “El nuevo Código Procesal Penal Federal es un gran avance y celebro su sanción. Nuestro país necesitaba un sistema de neto corte acusatorio. Pero la forma en que el Poder Ejecutivo está llevando a cabo la implementación no es la correcta: se hace de manera muy apresurada, sin un análisis previo y sin satisfacer las necesidades de cada jurisdicción”. La crítica no es menor. En la práctica, el nuevo esquema impone plazos estrictos –investigaciones que deben resolverse en tres años, audiencias orales y decisiones rápidas–, pero se implementa sobre una estructura que arrastra años de vacantes, falta de personal y edificios colapsados. De todo ello se hablaba en reciente encuentro en el que el Abad tuvo la voz cantante. En Mar del Plata, la Justicia Federal enfrenta una paradoja: se le exige velocidad con las mismas piernas de siempre. Abad lo explicó con crudeza: “En jurisdicciones como la de Mar del Plata hay falencias en materia de personal y de infraestructura. En Misiones, por ejemplo, hay una sola fiscalía. ¿Cómo se puede implementar un código que exige actuaciones rápidas, audiencias orales y presencia permanente con un solo fiscal?”. En la ciudad hay dos juzgados federales penales, pero uno está vacante desde hace más de diez años. Y la Cámara Federal funciona con una sola sala y apenas dos jueces, cuando el diseño original prevé tres.

“El trabajo que debería hacerse con tres jueces hoy lo realizan dos”, señaló Abad. “Y la jurisdicción tiene un nivel de litigiosidad altísimo. Por eso presentamos en el Senado un proyecto para crear una segunda sala. Sin esa ampliación, el sistema no va a dar abasto”. Cabe destacar que el nuevo Código fija plazos perentorios: en 15 días, el fiscal debe decidir si archiva, investiga o formaliza una denuncia, la investigación no puede superar los tres años (seis para casos complejos), las audiencias son públicas y orales, y el juez debe resolver en el momento. El objetivo es claro: celeridad y eficacia. Pero Abad advierte el riesgo: “El proceso busca investigaciones eficientes y breves. Pero sin recursos, se transforma en un sistema que genera caos. Si no hay más personal en las fiscalías, equipamiento informático y edificios adecuados, no se pueden cumplir los plazos. Y cuando la justicia llega tarde, no es justicia”. La ley prevé que parte del personal del Poder Judicial sea transferido al Ministerio Público Fiscal para reforzar las unidades. Pero en Mar del Plata hay unas 1.500 causas que siguen bajo el viejo sistema, las llamadas causas de transición. “Si trasladás empleados a las nuevas fiscalías, ¿quién se hace cargo de esas causas?”, se preguntaba un veterano abogado presente. “Por eso se necesita mayor inversión y presupuesto. Sin eso, no hay posibilidad de éxito”, coincidió con el dirigente radical.

El senador también apuntó a las vacantes como otro cuello de botella. “Hoy hay más de 300 ternas elevadas por el Consejo de la Magistratura que están frenadas en el Ministerio de Justicia. Los pliegos no llegan al Senado. Es inadmisible”, dijo. Y remató con una advertencia que en los tribunales se escucha como sentencia: “Si no cubrimos las vacantes, si no creamos una sala más, si no hay inversión ni herramientas para los fiscales, esto va a generar caos en las investigaciones judiciales y provocará impunidad”. Por volumen de causas, extensión territorial y complejidad del delito federal, Mar del Plata es un caso testigo de los límites del nuevo sistema. La reforma nació para modernizar la justicia, pero la política –otra vez– se quedó en los tiempos de la promesa. Y en los pasillos de los juzgados la frase se repite en voz baja: nuevo código, viejas carencias.

Promete ser un tema para el debate y las acusaciones cruzadas. El Club Once Unidos quiere competir por una playa… pero el municipio, aseguran desde la institución, no lo deja. La licitación de la Playa Acevedo, publicada en el Boletín Oficial, vino con una cláusula que excluye a las asociaciones civiles sin fines de lucro. “Como si los clubes sociales y deportivos fueran una amenaza para el interés público”, señalan desde la comisión directiva. El asunto es serio, porque Once Unidos –que acaba de cumplir 85 años y tiene más de once mil socios– presentó una impugnación administrativa y salió a dar la batalla legal y política. No reclaman favoritismo, solo igualdad de condiciones: poder presentar su propuesta y competir. Pero la respuesta oficial, “hasta ahora, es un portazo”. En el club dicen que su proyecto es claro: una “Playa Deportiva” abierta a la comunidad, con beach vóley, handball, tenis, deportes acuáticos y actividades culturales. Y obviamente carpas.

En Once Unidos sostienen que ya hay antecedentes: otros clubes y asociaciones civiles ya administran balnearios. El Yacht Club, el Mar del Plata Golf y el Ocean Club, por ejemplo, están en Playa Grande. Y este mismo año el municipio otorgó permisos precarios y gratuitos a entidades sociales y mutuales. Desde Once Unidos advierten que la exclusión es “incoherente e inconstitucional”. Mientras tanto, el Comité Olímpico Argentino salió a bancarlos, destacando el rol social de los clubes en la vida comunitaria y en la formación deportiva. En definitiva, el debate que se viene es más grande que una playa. “¿Queremos una Mar del Plata donde los espacios públicos sean manejados solo por privados con fines de lucro, o una donde también haya lugar para los clubes que sostienen el tejido social durante todo el año?”, se preguntan cerca de Horacio Taccone, presidente del club y concejal de Acción Marplatense, al tiempo que arrancó una fuerte campaña en redes sociales bajo la leyenda “No nos dejan competir”. Habrá más capítulos a escribir sobre esta nueva polémica.

A todo esto, el presidente del Emturyc, Bernardo Martín, defendió la decisión del municipio de excluir a clubes y ONG del proceso licitatorio, reservando la competencia solo para empresas privadas. En declaraciones periodísticas explicó que la medida busca garantizar “solvencia económica y capacidad de gestión” en una concesión que –según dijo– requiere inversión, mantenimiento y experiencia comercial. “Los clubes y asociaciones civiles no tienen el capital ni las formas estatutarias para sostener una explotación de esta envergadura”, sostuvo. Martín también recordó antecedentes de concesiones otorgadas a entidades sin fines de lucro que, con buena voluntad pero sin espaldas financieras, no pudieron sostener el negocio. “La playa necesita una gestión profesional, porque hablamos de un servicio turístico que debe cumplir estándares de calidad”, argumentó.

El desencanto se instala y Milei paga la factura. Tal fue una de las conclusiones a las que se arribó durante el informal encuentro con la directora de Management & Fit, Mariel Fornoni, quien dio a conocer los resultados de la última medición nacional. Fue el pasado lunes, oportunidad en la que Fornoni aprovechó para anunciar que el 15 de octubre a las 9 será protagonista de un desayuno corporativo en el hotel Konke (11 de Septiembre 2670) junto a Eric Ritondale, economista jefe de Puente. “El electorado se está impacientando”, expresó el propietario de un mayorista de artículos de limpieza cuando se iban desglosando los datos del informe. Lo cierto es que la economía no arranca, la corrupción vuelve a la tapa y la luna de miel libertaria muestra grietas cada vez más visibles. La economía sigue en rojo: solo 23,3 % cree que la situación del país es buena, contra un 51,4 % que la considera mala o muy mala. Y aunque todavía 4 de cada 10 apuestan a una mejora el año que viene, las expectativas también caen: tres puntos menos que en agosto. El optimismo se refugia en los varones y en los niveles educativos más altos; entre las mujeres, ya predomina el escepticismo.

Después de años en que la inflación dominaba la escena, el termómetro social marca otro malestar: la corrupción es hoy el principal problema para el 24 %, y sube. Le siguen la inseguridad (16,8 %) y recién después los precios. El caso Spagnuolo, con sus audios y favores, dejó huella: 6 de cada 10 creen que Milei tiene responsabilidad en el escándalo. La economía doméstica no perdona: el 50 % dice que no le alcanza para llegar a fin de mes y 8 de cada 10 cambiaron sus hábitos de consumo. Se recorta el gasto en comida, ropa, salidas y hasta salud. “La motosierra se siente en la heladera”, se escuchó decir. Según la encuesta de Management & Fit, la gestión Milei cae al 43,8 % de aprobación (-3,8 puntos en un mes) y la desaprobación sube a 53,6 %, su nivel más alto desde diciembre. No obstante, el libertario mantiene sostén entre los suyos: más del 80 % de sus votantes lo sigue bancando, pero pierde aire entre mujeres, mayores y trabajadores del sector público. En cuanto al escenario electoral, si las legislativas fueran hoy, La Libertad Avanza + PRO lidera con 39,6 %, seguido de Fuerza Patria (kirchnerismo) con 34 %. El tercer lugar lo ocupa Provincias Unidas de Schiaretti (7,6 %). En la provincia de Buenos Aires, sin embargo, el oficialismo libertario pierde: Fuerza Patria saca 40 % contra 31,9 % de la alianza Milei-Bullrich-Macri. El candidato mejor posicionado es Jorge Taiana, que supera a José Luis Espert. “Si el Presidente no corrige el rumbo, la motosierra puede empezar a cortar votos”, sentenció finalmente quien ofició de anfitrión y dueño de casa.

Entre un par de periodistas y el dirigente político amante de las estadísticas, en café de la costa se analizaban los resultados finales de la elección en Mar del Plata y en la quinta sección electoral, tras haberse dado a conocer los guarismos finales y oficiales por parte de la Junta Electoral provincial. El escrutinio definitivo de las Elecciones Legislativas 2025 en Mar del Plata determinó que Fernando Muro (La Libertad Avanza) ganó con el 38,14 %, 127.299 votos. Paradójicamente, en la soleada jornada , y a menos de 100 metros del café, el mismo Muro no solo disfrutaba del encuentro de autos de colección, sino que exponía uno de su propiedad. Fana de los “fierros”, el actual secretario de Desarrollo Productivo se sentía en Disney, entre tantas joyas mecánicas. En la definición para acceder al Concejo Deliberante de General Pueyrredon, Fuerza Patria, lista encabezada por Mariana Cuesta, quedó en segundo lugar con el 20,44 % de los votos. Acción Marplatense, con Gustavo Pulti como primer candidato, se quedó con el 19,2 %. Completaron el podio las fuerzas Nuevos Aires y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad, con el 14,64 y el 2,2 % de los sufragios, respectivamente. “Muro le sacó casi 60 mil votos a Cuesta, pero si se suman los votos de Cuesta (68.210) y Pulti (64.086) le ganaban al oficialismo aunque no se puede hacer una lectura tan lineal”, refería uno de los colegas, quien añadió que Pulti quedó a solo 4.124 votos de lograr el segundo lugar a la vez que resaltó la muy buena elección hecha por Gabriela Azcoitía con Nuevos Aires, que cosechó la adhesión de 48.782 sufragantes.

En cuanto a los resultados oficiales, de la totalidad de las mesas escrutadas, la lista de La Libertad Avanza, liderada en la quinta sección electoral por el intendente Guillermo Montenegro, logró un 42,12 % de los votos. En segundo lugar, Fuerza Patria, con Fernanda Raverta a la cabeza, se quedó con el 37,5 %. La Alianza Somos Buenos Aires logró el 10,93 %, el Frente de Izquierda obtuvo el 2,53 %; Alianza Potencia, el 2,17 %; mientras que Alianza Unión y Libertad debió conformarse con el 1,43 %. “Lo que debe llamar la atención –explicó el dirigente enarbolando una medialuna– es la diferencia de votos en blanco y votos positivos en General Pueyrredon entre las categorías senadores y concejales. Para concejales, hubo un 94,23 % de votos positivos y un 5,77 % (20.437 sufragios) en blanco. En la categoría de senadores provinciales en la quinta, los votos positivos fueron el 83,76 % y en blanco la cifra trepó al 16,24 %. “Dos datos a prestarles atención: la confirmación de un presentismo muy bajo, 61 %, y elevado número de votos blancos y nulos (agrupados como blancos), 7 %”, sostuvo por su parte Pablo Salinas en redes sociales al analizar el resultado en todo el ámbito provincial. “En cuatro secciones electorales, el voto blanco (y nulo) supera el 10 %. Se atenúa mucho el porcentaje agregado del total de la provincia porque en la primera, la tercera y Capital (Conurbano y La Plata) fue bajo. En otras palabras, el descontento vía voto blanco y nulo se concentró en las secciones electorales del interior de la provincia, no así en los grandes centros urbanos”, indicó.
