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El Mundo 14 de julio de 2020

Llevar barbijos será obligatorio en los comercios del Reino Unido

Quedarán exentos los menores de 11 años y aquellos con algún tipo de discapacidad. Aplicarán multas de hasta 110 euros.

Una decena de personas esperan su turno en la calle para entrar en una tienda de Zara en Londres. Foto: EFE | EPA | Andy Rain.

por Patricia Rodríguez

LONDRES, Inglaterra.- El uso de barbijos o protectores faciales en comercios y supermercados de Inglaterra será obligatorio a partir del próximo día 24, como parte de los esfuerzos del Gobierno británico por contener la pandemia y evitar un segundo brote.

Así lo confirmó el titular británico de Sanidad, Matt Hancock, en una declaración ante el Parlamento, en un momento en que los muertos por COVID-19 en este país van camino de los 45.000.

No cumplir con ese requisito conllevará sanciones económicas de hasta 100 libras (unos 110 euros), si bien quedarán exentos los menores de 11 años y aquellos con algún tipo de discapacidad.

Ausencia de una normativa

Se trata de una normativa que finalmente adopta este Ejecutivo en línea con Escocia y países europeos como España, Italia y Alemania, tras semanas de mensajes contradictorios.

Desde mediados del pasado mayo, a los ciudadanos tan solo se les “recomendaba” cubrirse la cara en lugares públicos cerrados, pero no existía una obligatoriedad de hacerlo.

Sí era, en cambio, obligatorio en el transporte público desde el pasado 15 de junio.

En su intervención en los Comunes, Hancock remarcó que el Gobierno quiere aportar a los ciudadanos “más seguridad para hacer sus compras y proteger a los trabajadores de los comercios”.

Además, reveló que un local podrá negar la entrada a quienes se nieguen a cubrirse e incluso llamar a la policía.

Al Gobierno del conservador Boris Johnson se le ha reprochado su falta de claridad en este aspecto y en los últimos días algunos miembros del gabinete han llegado a sugerir que los británicos deben emplear el sentido común en lugar de abogar sin rodeos por la obligatoriedad del uso de los barbijos.

Por su parte, Escocia introdujo una norma para forzar su uso en las tiendas desde el pasado día 10, mientras que Gales e Irlanda del Norte revisan la medida, aunque por ahora la utilización de esos artilugios tampoco es obligatoria.

Cambio de opinión de Boris Johnson

El pasado viernes, el primer ministro, Boris Johnson, adelantó su intención de introducir un enfoque más duro sobre esas normas en lugares cerrados y se lo fotografió, por primera vez, con una mascarilla en un comercio de su circunscripción electoral de Uxbridge.

Sin embargo, el ministro del gabinete Michael Gove restaba importancia a la posibilidad de que el Ejecutivo fuera a introducir cambios legales en este sentido y opinaba que cubrirse la cara era más bien una cuestión de “cortesía y buenos modales”.

En declaraciones al canal Sky News, el responsable de Medioambiente, George Eustice, justificó el retraso que grupos en la oposición reprochan a Johnson en la introducción de esa norma, bajo el argumento de que “las evidencias, y el conocimiento, han ido evolucionando”.

Para el responsable de Sanidad del Laborismo, Jonathan Ashworth, esos mensajes contradictorios evidencian la propia indecisión del Gobierno durante la pandemia y exigió al Ejecutivo que dé explicaciones por la demora.

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, que lleva tiempo presionando en favor de esta medida, consideró que no se debería tener que esperar hasta el día 24.

El edil tildó de “vergüenza” los “días de mensajes contradictorios y de comunicaciones confusas por parte del Gobierno”.

“No podemos permitirnos esperar otro día y el Gobierno debería implementar la medida inmediatamente. Más retrasos ponen en riesgo vidas”, declaró.

El Gobierno confía en que el uso generalizado de barbijos en comercios y supermercados alentará a los ciudadanos a regresar a las tiendas y, de esa manera, poco a poco la actividad económica irá repuntando tras su total paralización durante el confinamiento.

Preocupa un segundo brote en invierno

Es, además, otro paso destinado a prevenir un posible segundo brote del virus, después de que un informe divulgado por la Academia de Ciencias Médicas, encargado por el asesor científico jefe del Gobierno británico, Patrick Vallance, advirtiera de que una segunda ola de infecciones de coronavirus este invierno podría ser más grave que la primera.

En concreto, los expertos alertan de que un nuevo brote podría provocar “en el peor de los escenarios”, entre septiembre y junio de 2021, unas 120.000 nuevas muertes en hospitales por la COVID-19.

El informe considera que es necesario adoptar medidas ahora para mitigar el potencial de ese hipotético segundo rebrote del virus.

EFE.