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El País 1 de marzo de 2016

Macri realizó una dura descripción de la herencia recibida

El presidente dio a conocer una agenda de temas a encarar, entre ellos una "ambiciosa reforma política" junto con proyectos de contenido social.

El presidente Mauricio Macri inaugura las sesiones ordinarias del Congreso.


El presidente Mauricio Macri realizó hoy una dura descripción de la herencia recibida tras 12 años de kirchnerismo, repasó la economía, defendió las medidas tomadas en sus casi tres meses de gestión y dio a conocer una agenda de temas a encarar, entre ellos una “ambiciosa reforma política” junto con proyectos de contenido social.
El discurso del jefe de Estado al abrir el 134º período de sesiones del Congreso, ante la Asamblea Legislativa, se extendió aproximadamente una hora, lejos de los 219 minutos que ocupó hace un año su antecesora, Cristina Fernández, a quien evitó mencionar.
“Hay una inaceptable cantidad de compatriotas en la pobreza y un Estado enorme que no paró de crecer y no brinda prestaciones. Lo primero que tenemos que hacer es reconocer que no estamos bien, aunque nos cueste, aunque nos duela”, planteó Macri en la primera parte, unos 25 minutos dedicados a la herencia K.
“Tenemos un Estado desordenado y mal gestionado, con los instrumentos de navegación rotos. No hay estadísticas, cuesta encontrar un papel. De 2006 a 2015 pagamos más impuestos por 694 mil millones de dólares que en la década del noventa y, pese a eso, encontramos un Estado con dificultades”, describió.
En esa línea, sostuvo que “el modelo de inclusión social y crecimiento del que tanto habló el Gobierno anterior nos llevó a la pobreza y la exclusión”, e hizo hincapié en la inflación: “Ha estado en un promedio anual arriba del 20 por ciento y la acumulada es del 700 por ciento en los últimos 10 años”.
“El Gobierno anterior la promovió, creía que era una herramienta válida, pero siempre estuvimos en contra de esa mirada, que destruye el poder adquisitivo”, se diferenció.
En este ìtem, y más allá de que su discurso cosechó casi un centenar de aplausos, mantuvo un contrapunto con la bancada kirchnerista, que lo increpó: “Hay que respetar el voto de la democracia”, contestó el Presidente.
Con las ausencias notorias de los diputados Máximo Kirchner y Juliana Di Tullio, el bloque del Frente para la Victoria mostró carteles con las leyendas “Libertad a Milagro Sala”, “No a los despidos en el Conicet” y “Macri = hambre”, entre otros.
Tras el respaldo del oficialismo, motorizado en el grito de “Sí se puede, sí se puede”, Macri retomó su discurso, en el que denunció la “corrupción, la desidia y la incompetencia” del kirchnerismo, para luego avanzar con un repaso de su gestión.
Defendió el acuerdo con los holdouts, al señalar que “no resolver este conflicto le costó caro a los argentinos”, ya que, según aseguró, el diferendo impidió la llegada de “100 mil millones de dólares en inversión y que más de 2 millones de puestos de trabajo no se crearan”.
Además, dijo, trabaja “para normalizar el país, el vínculo con el mundo, la relación con la Justicia, el diálogo con los gobernadores y el trato con la prensa. Cumplimos con lo que creemos es el espíritu de la democracia”.
“Los desafíos son tres. La pobreza cero, derrotar al narcotráfico, que se siente libre para expandirse, y unir a los argentinos, que es el desafío más importante. Hay muchas heridas que sanar. Durante años fuimos conducidos al enfrentamiento permanente, pero no se sale con venganza”, aclaró.
En el caso de la pobreza cero, anticipó el envío al Congreso de un proyecto para promover la “devolución del IVA en los productos de la canasta básica alimentaria”, a fin de favorecer a los sectores más vulnerables, mientras que, para la clase media, recordó el aumento “en 160 por ciento del mínimo no imponible en Ganancias, para que dejen de pagarlo quienes no corresponde que lo hagan”.
El proyecto más “ambicioso”, sin embargo, lo vinculó a la política: “No podemos seguir votando como en 2015. En este año, a 100 años de la elección de don Hipólito Yrigoyen, el primer presidente votado en elecciones libres, impulsaremos una ambiciosa reforma política”.
“Hay consensos para terminar con la boleta papel, el control independiente (del Ejecutivo) y para unificar el calendario. Esperamos que este tema sea una demostración de consensos y acuerdos que demuestren que estamos a la altura de la historia”, aseguró.
Al terminar, enfatizó que quiere acabar “con la viveza criolla mal entendida y con la búsqueda del atajo”.
“Voy a construir un puente imaginario que nos lleve de las frustraciones y amarguras del pasado a las alegrías del futuro. Ese puente no lo construye solo un ingeniero, lo construimos todos juntos, o no se construirá jamás”, cerró.