La marplatense Florencia Incaurgarat se enteró hace poco más de un mes de que había sido elegida para participar del “Programa de visitas para jóvenes sinólogos 2018” del Ministerio de Cultura y Turismo de la República Popular de China, que tendrá lugar entre el 5 y 25 de septiembre.

La investigadora, de 30 años y terapista ocupacional formada en la Universidad Nacional de Mar del Plata, se encuentra por el momento realizando su doctorado en Antropología Social de la mano de un proyecto de investigación vinculado a la etnicidad en relación al proceso de atención en salud y enfermedad en inmigrantes chinos en Mar del Plata, en el marco de los grupos de investigación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

La oportunidad de viajar al país oriental, más específicamente a la localidad de Hangzhou, le permitirá profundizar su estudio de la cultura china y también compartir sus avances académicos con investigadores de todos los rincones del mundo.

En diálogo con LA CAPITAL, Incaurgarat aseguró estar “muy contenta” por el logro alcanzado y brindó detalles del proyecto de estudio antropológico en el que se encuentra trabajando en la ciudad.

“Durante la carrera cursé un seminario de Antropología aplicado al campo de la salud, que es donde finalmente comienza a gestarse este proyecto de conocer más a los inmigrantes chinos”, inició y agregó: “Esto habrá sido en el año 2010-2011 y el tema estaba en auge, sobre todo por la apertura de supermercados en la ciudad. Se solía hablar de la ‘cuarta ola’ de inmigrantes”.

Ese seminario fue revelador para Incaurgarat, quien terminó eligiendo dicho objeto de estudio para su trabajo final de carrera. En él, abordó las prácticas y representaciones de salud de los inmigrantes, indagando cómo conciben la salud, la enfermedad y las diferentes técnicas para las prevenciones y curaciones que se llevan a cabo en el sistema local.

“El trabajo fue algo bastante preliminar, pero fue un tema que me alucinó, por eso decidí seguir formándome en Antropología, pudiendo entrar en el doctorado, algo que no fue fácil teniendo en cuenta que mi carrera de grado no está inicialmente tan vinculada al tema”, señaló.

La oportunidad de viajar

Para poder aplicar a la beca, Incaurgarat fue recomendada por un colega argentino que había participado del programa el año pasado, quien le brindó la dirección de correo de la embajada y los pasos a seguir para enviar la solicitud. “Somos pocos los becarios argentinos que tratan temas vinculados a la población china, por lo que nos conocemos”, señaló.

Con apenas dos días antes de cerrar el plazo de inscripción, debió preparar un proyecto de investigación corto -que pueda desarrollarse en veinte días- y entregar su currículum en inglés y chino.

“Me viene muy bien viajar porque no he estado nunca y me permitirá conocer de primera mano cómo los mismos chinos, en su tierra natal, usan y se apropian de los diferentes servicios de salud que hay allá”, indicó.

Florencia tuvo la opción de aplicar a las diferentes sedes que se encuentran a lo largo de todo el territorio chino, pero por su objeto de interés creyó que la localidad que más se ajustaba a lo que necesitaba era Hangzhou.
“Hasta donde yo sé, soy la única argentina que va a esta localidad”, señaló.