El intendente Guillermo Montenegro consideró hoy que la decisión del gobierno provincial de mantener a Mar del Plata en Fase 2 y de esta manera no habilitar el regreso de las clases presenciales “discrimina” a la ciudad.

“La decisión de no poder retomar la presencialidad nos discrimina”, señaló en diálogo con Telefé Noticias

“Así como en su momento dije que los parámetros del decreto nacional generaban una discriminación, esta decisión genera que no haya clases cuando uno ve otros distritos, no sólo del conurbano, que tienen números más complejos que los de Mar del Plata. Esto habla a las claras de que no están siendo tomados de la misma manera los criterios”, profundizó.

El jefe comunal adelantó que dialogará durante el fin de semana con las autoridades porque “se tiene que rever esta situación”.

“No lo voy a politizar. Voy a dialogar todo el fin de semana. Se tiene que rever esta situación”, apuntó.

Respecto a los pasos a seguir, Montenegro dijo que planteará su posición ante los gobiernos provincial y nacional.

“Vamos a hacer el doble pedido. Uno tiene que ver con el criterio epidemológico y otro con la inclusión de Mar del Plata en la Fase 2 que no permite las clases presenciales”, remarcó. Y completó: “Voy a hacer los planteos que tengo que hacer. Entendiendo que no es una discusión polítia sino de números Por eso esta decisión tiene que ser vuelta para atrás”.

Sobre el origen de la decisión, el jefe comunal dijo: “No termino de entender como fue utilizado ese criterio. Necesitamos que nos aclaren eso porque estoy convencido por los numeros que esta decisión discrimina a Mar del Plata “.

En la misma línea, Montenegro consideró que las condiciones de la ciudad “ameritan que haya clases presenciales”.
“Esta última semana hubo una baja del 26% y nunca se llegó a tener más del 70% de camas de terapia intensiva ocupadas”, argumentó.

En referencia al impacto de la virtualidad en la educación, el intendente destacó “el problema que genera”.
“Lo hablo con alumnos, profesores y padres. No sólo está el impacto en lo pedagógico sino también desde lo emocional y de los padres que tienen que ir a trabajar porque no todos pueden hacer home office”, afirmó.