Peñarol confirmó cerca del mediodía su cuarta ficha mayor para la próxima temporada de la Liga Nacional de Básquetbol. El equipo marplatense sumó al experimentado alero Federico Marín, de 39 años y dilatada campaña en la Liga Nacional desde su debut en la temporada 1998/99 jugando para Estudiantes de Olavarría, la ciudad donde hoy reside.

Marín, de 2,01 metros, con el paso de los años no ha perdido vigencia. Y siempre apoyó su juego en su muy buena condición atlética, intensidad y capacidad defensiva. El “Pájaro” viene de jugar en muy buen nivel la Liga de Uruguay para el tradicional Hebraica Macabi, con promedios de 21,8 puntos, 3,3 rebotes y 2,3 asistencias.

En el país jugó para Estudiantes de Olavarría, Belgrano de San Nicolás, Independiente de Neuquén, Quimsa de Santiago del Estero, La Unión de Formosa, Estudiantes de Concordia, Ferro Carril Oeste y Quilmes de esta ciudad. En el club “tricolor” lo hizo en dos etapas: en los play-offs de la temporada 2006/2007 como recambio por lesión de Juan Pablo Sánchez y en las temporadas 2013/2014 y 2014/2015.

Leandro Ramella, que lo dirigió en Quilmes entre 2013 y 2015, recomendó su contratación. Y Marín encaja perfectamente en el plan del técnico que quería un jugador experimentado y físicamente entero para apuntalar emocionalmente a un equipo con muchos jóvenes.

Marín se suma así a Tomás Monacchi, Carlos Buemo, Bruno Sansimoni y al U23 Joaquín Valinotti, las restantes fichas confirmadas. El entrenador, además, tendrá a disposición un nutrido plantel de juveniles “milrayitas”, engrosado por varios jugadores que retornan de sus cesiones a préstamo, como Thiago Dasso, Lucas Gorosterrazu y Nicolás Franco.

Con las dificultades que casi todos los equipos encontraron para contratar, Peñarol ya tiene medio equipo confirmado. A esta altura de los acontecimientos, no está nada mal.