A algunas semanas de la eliminación en la presente temporada de Liga Nacional de Básquet a manos de Boca en la Reclasificación, los dirigentes de Peñarol realizan balances, hacen números y esperan el momento de salir a contratar.

Falta una reunión para recoger opiniones e impresiones. Según dijo en su momento el presidente Alejandro Amoedo, la idea es potenciar a los jugadores más jóvenes y basar el próximo armado alrededor de Tomás Monacchi y Joaquín Valinotti, los jugadores que son propiedad del club.

Al Thornton entra dentro de ese esquema. En el club siguen tan encantados con él como el primer día y el jugador quiere continuar en Mar del Plata por razones afectivas. Incluso hay una idea de que colabore en la formación de jóvenes jugadores. Sólo un acontecimiento impensado podría frustrar la extensión de su vínculo.

La cuestión del entrenador es muy diferente. Nadie dijo algo públicamente, pero nadie luce muy ansioso por renovar el contrato de Adrián Capelli, que finalizó con la participación del equipo en el torneo.

La continuidad del DT juninense no es prioritaria. “No sería la primera opción”, admitió una buena fuente bien informada. El perfil de Capelli no encaja dentro de los planes que tienen los dirigentes.

La idea de ellos, según esbozó Amoedo ni bien consumada la eliminación, es darle rodaje a chicos como Facundo Tolosa, Ignacio Bednarek y Nicolás Chiaraviglio. El ex Bahía Básket no tuvo demasiadas oportunidades y los otros dos prácticamente no jugaron. No son pocos los que sostienen que el ala-pivote rosarino está para jugar algunos minutos. Y en Peñarol nada quieren saber de frustrar a chicos con proyección.

Optimizar los recursos tan difíciles de conseguir siempre fue importante dentro de la Liga Nacional. Y en una economía cada vez más pauperizada, mucho más. Por ende, es otro el perfil del entrenador que los dirigentes quieren. Nadie lo dijo públicamente. Pero los caminos de Adrián Capelli y Peñarol parecen bifurcarse.