Después de su gran triunfo del martes en la visita a Zárate Básket, Peñarol procurará extender su serie positiva de cuatro triunfos en la Liga Nacional de Básquet. Desde las 20 el equipo marplatense visitará este jueves a Platense, cuarto en la tabla de posiciones, en el estadio “Ciudad de Vicente López”.

El estadounidense Kelsey Barlow causó una gran impresión en los pocos minutos que estuvo en cancha en Zárate.

Sin embargo, en un contraataque, sufrió una torcedura de tobillo por querer evitar pisar a un rival caído. El jugador se sometió este miércoles a distintos estudios en CABA y por estas horas su presencia ante el conjunto “calamar” es dudosa.

En Zárate Peñarol no necesitó más que una ráfaga de Barlow en el partido, aunque su aparición coincidió con el momento en el que el equipo marplatense se adueñó del juego.

El equipo se sustentó en los mismos argumentos que mostró en los primeros partidos del ciclo de Hernán Laginestra: los grandes momentos individuales de Al Thornton y Joaquín Valinotti, un mejor control de juego y una mejoría defensiva.

En ese último apartado, el aporte de Diamon Simpson se insinuó muy importante. El pivote recién llegado hizo una gran gestión defensiva y, como además entiende el juego, entró en los juegos de ataque sin romper la armonía.

Avalado por el partido que jugó en Zárate, el equipo marplatense va por más a la cancha de uno los integrantes del lote de arriba. Platense, sin embargo, no está tan firme como antes de las Fiestas, cuando su andar era uno de los mejores de la competencia.

Ahora empezó el año con un descalabro en Comodoro Rivadavia -sin Eric Flor– y, tras cartón, perdió su invicto en casa ante Ferro.

El equipo “calamar”, de momento, no respondió bien a un cambio de extranjero. Durante el receso se alejó por motivos personales el pivote australiano Matthew McCarthy y su reemplazante, Quintrell Thomas, no ha rendido en el mismo nivel.

Peñarol tiene un lance difícil. Pero también una oportunidad.