Bajo la consigna “Basta de muertes de la gente en situación de calle“, los voluntarios de “La Noche de la Caridad” buscan judicializar el no cumplimiento del protocolo para atender a personas en situación de calle esgrimido en la ley provincial 13459.

“Queremos elevar un pedido de informes, a través del Ministerio Público Fiscal, para que se explique oficialmente por qué no se pone en práctica el protocolo de tratamiento de gente en situación de calle y por qué todavia no se abrió el prometido Parador de la Laguna de los Padres”, detalló el párroco de San Francisco de Asis, Ramiro de la Serna.

La cuestión de los indigentes en Mar del Plata se fue agravando y en lo que va del año ya se contabilizaron tres muertes por abandono de estas personas: uno por quemaduras tras intentar prender una fogata para calentarse, y otro tras ser internado por encontrarse alcoholizado en la vía pública y, hace pocos días, un hombre murió en una obra en construcción.

La ley provincial 13459 establece “cómo se debe hacer el tratamiento de las personas en situación de calle, hay una serie de parámetros que establecen que debe haber 3 ambulancias destinadas a estas asistencias, con personal profesional”, ejemplificó el cura.

El gobierno municipal anterior “firmó la adhesión a la misma” pero en la actualidad “no está vigente, no se cumple, ni siquiera cumplieron con la apertura del parador de la Laguna de los Padres prometido falazmente por la ex secretaria de Desarrollo Social Vilma Baragiola”.

Pura promesa

En ese sentido aseguró que “Baragiola prometió y siempre dijo ‘ya está, ya se abre’ pero todavia lo seguimos esperando”, se quejó el religioso.

Así las cosas reiteró el pedido de cumplimiento “de la ley provincial 13956 en el partido de General Pueyrredon y se propone a la Secretaría de Desarrollo Social municipal como la responsable de dicho protocolo”.

“Evidentemente -señaló el fraile- crece la presencia de personas en comedores, al menos en los de la Noche de la Caridad, como también creció el número de la gente en la calle, no en un crecimiento exponencial pero sí en un crecimiento real. No es que antes había 300 y ahora 2 mil, pero si antes había 300 ahora hay 350”.

Además, reseñó que este año se sumó la particularidad que ya no solo de traya de personas sino que aparecieron “familias jóvenes”. Entonces consideró que “si existiese un protocolo de acción se podría evitar que esas familias permanezcan en la calle porque son las personas que aún no tienen el `chip´ quemado y entonces pueden salir de la situación en la que se encuentran”.

El religioso aseguró que desde enero organizaciones sociales se reúnen con la Defensoría del Pueblo para evitar tener que tratar el tema cuando las bajas temperaturas ya estén presentes en en la ciudad. “El invierno significa muerte, ya es tarde”, señaló.