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Policiales 27 de agosto de 2020

Piden la libertad del único detenido por el crimen de Milagros Tornari

Mañana podría resolverlo la fiscal Andrea Gómez. El avance de la investigación agregó prueba a la causa que desincriminaría a Leonel Balasteguin.

Milagros Tornari.

Por Fernando del Rio

La defensa de Leonel Balasteguin, el único detenido por el crimen de la adolescente Milagros Tornari (15) en el barrio Pampa, solicitó que se lo libere por falta de mérito ya que entiende que la investigación demostró que no es el autor del disparo mortal.

La presentación fue realizada ante la fiscalía de Andrea Gómez, quien en  las próximas horas contestará ese pedido y no se descarta que acompañe el cese de detención de Balasteguin.

Tornari fue asesinada de un disparo en el pecho en la madrugada del domingo 2 de agosto, mientras se hallaba junto a su novio y otras personas frente a las torres del barrio Pampa, en la periferia de esta ciudad. En ese momento se producían incidentes entre gente de un asentamiento cercano (en donde aseguran que vivía transitoriamente la menor y su novio de 16 años,además de otros familiares de ambos) y habitantes de los edificios originado por un episodio de la tarde del sábado que no está del todo claro.

La principal prueba de la fiscalía contra Balasteguin eran dos testimonios que mencionaban a un “Leo” como el autor de los disparos, uno de los cuales impactó en Milagros Tornari. Sin embargo, el miércoles de la semana sucedió algo inesperado que cambió de forma radical la acusación. Ese día familiares y allegados a la menor hicieron una convocatoria en Tribunales para exigir Justicia y entre ellos estaba el novio adolescente. Entonces la fiscal Gómez le solicitó que subiera hasta el octavo piso, a su despacho, y ampliara la declaración que había hecho en la comisaría la madrugada del crimen.

Acompañado por una de las tías de Milagros (se necesitaba de un adulto responsable) el adolescente declaró: “Estábamos desde las 11 de la noche juntados. Estábamos a 5 o 6 cuadras de mi casa. Yo me iba caminando con mi señora y mi hermana a comer estaba doblando en la esquina y estaba el chabón en la esquina con el fierro apuntando. Estaba en la esquina de la vía, no sé qué calle es, y era un 38. Sé que era un revólver 38 largo, todo cromado, porque lo conozco al fierro. La persona era uno gordito, bajito, de tez blanquito y pelo negro. Y más grande que yo, unos 20 o 21 años. Estaba con un pantalón negro y una campera blanca. Tiró 3 tiros hacia donde estábamos nosotros”.

Esta detallada versión de los hechos del principal testigo –estaba junto a la víctima- desestimó completamente aquellas que ponían a Balasteguin en calidad de homicida. Por un lado por el sitio en donde el testigo señala al tirador y por otro por la descripción física: Balasteguin mide 1,70 metros, es delgado, pelo castaño y tez blanca.

Además hay otros elementos desincriminatorios, como el arma descripta por el novio de Milagros Tornari. Y en ese aspecto es necesario recordar lo que sucedía esa madrugada.

La principal hipótesis –de la comisaría decimosexta y de la fiscalía, sostiene que los habitantes del asentamiento próximo a las torres del barrio Pampa fueron a vengarse del ataque sufrido por un joven en la tarde del viernes. Al parecer un chofer de un taxi o remís que vive en los edificios se defendió de un robo y golpeó a un menor. Eso motivó el ataque de la madrugada del domingo.

En el transcurso de los incidentes, algunos moradores del edificio entre los que estaban la madre de Balasteguin, empezaron a defenderse. Belasteguin entonces tomó, según un vecino, un arma calibre 9 milímetros, de modo que jamás tenía un revólver calibre 38. Vale decir que la autopsia determinó “paro cardio respiratorio traumático a consecuencia de shock hipovolémico por herida de proyectil de arma de fuego en hipocondrio izquierdo”. El calibre del proyectil extraído del cuerpo de la víctima, por el peso, es un 38 largo.

El barrio Pampa

Se trata de un complejo de monoblocks ubicado en Bouchard y Rateriy, en cercanías del estadio José María Minella. A metros de allí, hacia la avenida Vértiz, se formó un asentamiento que tuvo en algunos de sus habitantes a generadores de conflictos con vecinos de los edificios del barrio Pampa. Lo de la madrugada del 2 de agosto no fue algo aislado. Ya se habían producido otros episodios de violencia. De hecho los incidentes continuaron el lunes posterior al asesinato de Milagros Tornari con saqueos a la casa de los padres de Balasteguin, lo que generó un expediente en la fiscalía de Alejandro Pellegrinelli.

Ese día hubo una marcha hacia el barrio Pampa de allegados a Tornari y se avivaron las confrontaciones, nuevamente con disparos y ya, a modo de defensa amurallada, con la intervención de algunos integrantes de la barra brava de Alvarado que viven en una de las torres.

Esta “barra” no está sospechada en el crimen de Milagros Tornari (quien cursaba un incipiente embarazo) porque la distancia y la trayectoria del proyectil no es compatible con el sitio en donde estos jóvenes viven. “Todos los de los edificios los apoyan. Nadie habla mal de ellos. Dicen que gracias a ellos se puede vivir” le explica una fuente a LA CAPITAL evidenciando la real situación de convivencia en la zona.

Balasteguin permanece detenido en la cárcel de Batán desde la madrugada del domingo. Poco después de la muerte de Tornari (aunque esta se confirmó en el HIGA) algunas personas acusaron al joven y éste fue detenido a varias cuadras de allí, en una entrega acordada a los policías de la comisaría decimosexta.

En caso de entender la fiscal Gómez que el planteo de la defensa es atinado y que los nuevos testimonios excluyen a Balasteguin de la autoría del crimen la causa no tendría a otras personas identificables en ese lugar de responsabilidad penal.



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