Por primera vez tras casi 19 años, Alejandro Salaberry Gabarain fue imputado formalmente por el crimen del policía Cristian Agusti. La audiencia que terminó con la espera de los familiares de la víctima, asesinada en octubre de 2003, se llevó a cabo en Tribunales este martes al mediodía y, si bien el acusado se negó a declarar, esbozó una especie de explicación de lo ocurrido hace poco menos de dos décadas. Y a eso le sumó el pedido de disculpas, tal como lo había hecho este lunes en diálogo con LA CAPITAL.

“Yo no voy a declarar. Sólo algo que quiero decir, que no sé si se toma como declaración (es que) yo no le disparé a Cristian. Yo participé del robo, pero no le disparé. Quiero pedirle disculpas a la familia toda, a mi familia, y eso es todo lo que quiero decir. Lamento de corazón lo que pasé, pero hasta el día de hoy lo estoy pagando. Quería plasmar que yo no maté a Cristian, no niego mi participación”, mencionó ante el fiscal Leandro Arévalo, después de aceptar la defensa oficial de Victoria Sosa y Sergio Meneghello.

Cuando el investigador, que ya lo había notificado del tipo de delito que se le imputa, le preguntó por qué se mantuvo prófugo por tantos años, Salaberry contestó: “Tenía mis razones. Yo sabía que me iban a matar, estaba amenazado. Amenazaron a mi familia, a mis amigos. De hecho, han entrado a mi casa y han robado todo. La misma brigada. Han dicho que me iban a matar, entre ellos el padre de Cristian Agusti, y otros, porque eran de afuera. Yo hablé con mi abogado en ese momento y le dije ‘tengo un problema’ y me dijo ‘vos borrate porque te llenan de balas o vas a vivir para ser un preso. Tenía 22 años, por eso me fui”.

Por último, mencionó que padece cáncer y actualmente realiza un tratamiento a cargo de médicos del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y debido a ello se encontraba bajo arresto domiciliario en el marco de una causa que lleva adelante la Justicia de Morón, que lo acusa de “tentativa de homicidio” por atacar a golpes a un vecino en 2018.

Una vez finalizada la audiencia en Tribunales, Salaberry fue trasladado a la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán, donde permanecerá detenido mientras continúa el desarrollo del proceso en su contra, iniciado formalmente este miércoles pero que, en verdad, lleva casi dos décadas en suspenso.