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El País 10 de mayo de 2020

Pizzerías en crisis: aseguran que el take away ayudará bastante, pero piden beneficios impositivos

Las ventas pueden llegar a aumentar "entre un 10 y 20 por ciento en el mejor de los casos", aseguran desde el sector.

La Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (APPYCE) destacó que la habilitación para retiro por mostrador en el rubro gastronómico “va a ayudar bastante”, aunque sostuvo que es necesaria una prórroga de impuestos dada la baja facturación, que se profundizó ante la cuarentena decretada por la pandemia.

“Nuestro sector es uno de los más afectados y será uno de los más lentos en cuanto a la recuperación”, subrayó en diálogo con NA Gustavo Levinson, integrante de la comisión directiva de la entidad.

El Gobierno porteño anunció que se habilitará la modalidad de “take away” en restaurantes, bares, cervecerías y otros locales gastronómicos desde las 11 y sin límite de horario de cierre de lunes a lunes.

De ese modo, Levinson analizó: “No te va a salvar, pero hoy es bienvenido cualquier ingreso”, mientras estimó que, con esa modalidad, las ventas pueden llegar a aumentar “entre un 10 y 20 por ciento en el mejor de los casos”.

Indicó que “en las zonas residenciales, la entrega a domicilio explicaba entre un 30 y un 60 por ciento de la venta y, ante el aislamiento, se volvió la única fuente de ingreso”.

Sin embargo, analizó que el consumo de delivery bajó por la pandemia y aclaró que algunos locales no cuentan con ese sistema y depende de las aplicaciones de envío, cuyas comisiones llegan hasta a un 35 por ciento.

Al calcular que el sector que representa APPYCE tuvo una merma en torno al 70 por ciento en la facturación, consideró que el Gobierno “debería implementar una prórroga de impuestos”.

“Se paró la rueda de ingresos”, apuntó Levinson, quien cuestionó que “los temas impositivos siguieron corriendo” en un momento en el que “no hay plata para impuestos”.

Así, remarcó: “Marzo fue un problema porque un tercio del mes los locales estuvieron cerrados. Los sueldos abonados en abril costaron mucho. Todo el dinero es para sueldos y proveedores”.

Destacó la ayuda del Gobierno para el pago de salarios y señaló que “lamentablemente” hubo personal suspendido, aunque aclaró que cobraron el 70 por ciento del sueldo con la obra social al día.

Levinson aseguró que la habilitación de retiro “va a ayudar bastante”, aunque no “salvará” al rubro.

“Pretendemos simplemente que los negocios sigan abiertos y se mantengan las fuentes de trabajo”, insistió y alertó que antes de la llegada del COVID-19, “la rentabilidad ya llegaba a niveles de casi cero”.

Pese al difícil contexto, se mostró optimista y confió en que “gradualmente” se van a “ir logrando avances acompañados siempre de medidas de prevención”.

Por su parte, Danilo Ferraz, socio y maestro pizzero de Hell s Pizza evaluó en declaraciones a Noticias Argentinas que el permiso para el “take away” va a “sumar sin duda”.

“Tenía un 30 por ciento de mi facturación de delivery. Ahora subió, pero el salón desapareció”, explicó y puntualizó que el retiro por mostrador es “bienvenido y habrá que ser cuidadoso en los procesos”.

Al alertar que las aplicaciones de envío están “colapsadas”, afirmó que se prepara para lanzar alternativas, como vender las porciones de pizza frías para que sean servidas calientes y en buenas condiciones.

Ferraz tiene cuatro locales propios de Hell s Pizza, mientras también tiene franquicias, una opción que se volvió viable en tiempos de crisis.

El empresario también es dueño de las pizzerías Morelia y 1893, mientras que en el último caso decidió durante la crisis transformarla en cooperativa para mantener las fuentes de trabajo.