A raíz de un corte de gas en el Hogar Municipal de Ancianos Eva Perón, se dispuso que las personas allí internadas sean trasladados a otro sitio, mientras en el lugar se avanza con “una obra grande” para que los adultos mayores puedan regresar en “condiciones dignas”.

El dato fue confirmado por la subsecretaría de Derechos Humanos de la comuna, Daniela Zulcovsky, quien en diálogo con LA CAPITAL adelantó que este sábado los 35 adultos mayores alojados en el lugar serán llevados al “Hogar para Enfermos Crónicos nuestra Señora de Lourdes”, que depende de la Asociación Civil Hermanas de la Divina Providencia y se encuentra ubicado en 12 de Octubre al 4000, a solo seis cuadras del Eva Perón, que se emplaza en la misma calle, pero al 4600.

La funcionaria también reconoció que la residencia de adultos mayores municipal se encuentra sin el servicio de gas desde hace unos dos meses, pero remarcó que la institución funciona en “un edificio de casi 90 años que tiene un deterioro estructural enorme, con muchos años de desidia”.

En este sentido, confirmó también que el corte se dio por “una denuncia a Camuzzi” por parte de un vecino que sintió el olor a gas. “A partir de ahí empezamos a ver que el trabajo que teníamos que hacer era más profundo y que había cuestiones estructurales importantes que atender”, señaló.

Ante la consulta de por qué el traslado no se hizo antes, respondió Zulcovsky: “Primero se pensó en una obra que podía tardar muy poquito tiempo y después nos dimos cuenta que había cuestiones de fondo que meritaban el traslado de la gente para poner el lugar en condiciones”.

Al respecto, destacó que la puesta en valor “está planificada en unos seis meses”, pero que se buscará que “cuanto antes estén las condiciones dignas” para que los adultos mayores puedan volver al Hogar.

Además, preciso que los trabajos se financiarán con fondos de Nación para “lo que tiene que ver con la cocina y con la remodelación de un ala nueva”, que le permitirá al lugar contar con “entre 10 o 12 plazas más”, y con recursos del municipio “para algunas cuestiones que tienen que ver con el gas”.

Trabajadores

Frente a la pregunta sobre qué ocurrirá con los 50 trabajadores del Hogar Municipal de Ancianos mientras se desarrolla la obra, la subsecretaria de Derechos Humanos manifestó que “de acuerdo a las necesidades van a prestar colaboración en el caso de que sean necesarios”.

“Algunos van a quedar en el Hogar y con los otros iremos hablando porque tienen muchos días de vacaciones y están muy cansados. Fue un año muy difícil. Vamos a ir viendo las vacaciones y los premios”, agregó.

No obstante, aseguró que “el personal va a estar cubierto en todos sus derechos para que se respeten sus condiciones de trabajo”.

Dos meses duros

El corte de gas en el Hogar Eva Perón provocó que se dificulte la labor del personal, sobre todo en las últimas semanas, en la que comenzó a descender la temperatura y era necesaria la ventilación del lugar, en un contexto de pandemia.

Tanto los adultos mayores como el personal padecen por estos días el frío que empieza a registrarse en esta época del año, por lo que deben permanecer en el lugar con hasta tres buzos y ponchos para apaciguar los efectos de las bajas temperaturas.

Las comidas se preparan con garrafas y el aseo de los ancianos se hace con agua que se calienta en artefactos eléctricos, los cuales en muchos casos son facilitados por el propio personal.

La calefacción con este tipo de energía resulta imposible en el lugar porque, según le aseguraron trabajadores del lugar a este medio, cuando se consume mucha electricidad “salta la térmica” por la conexión eléctrica obsoleta del edificio.

Por ello, el personal adhirió este lunes al paro por 72 horas decretado por el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), aunque por su labor esencial siguieron prestando tareas, garantizando la atención con guardias mínimas. En este marco, colocaron algunas banderas en el frente del Hogar y realizaron distintos “aplausos simbólicos” para visibilizar su malestar.

Sobre estos reclamos, la subsecretaria de Derechos Humanos reflexionó que “son quejas lógicas de personas que se dedican a cuidar de adultos mayores, me parece que son cuestiones razonables y entendibles, pero también ellos entienden el deterioro que tiene la institución”.

“Pensamos que lo mejor para proteger los derechos humanos de las personas era el traslado, poder hacer una obra grande y correcta para que cuando vuelvan tengan todos derechos garantizados, como así también vamos a garantizar los derechos del personal”, concluyó Zulcovsky.