Marcelo Solari

Difícil, luchado, exigente. Pero también, sumamente valioso. Así resultó el primer triunfo como local de Peñarol en la Liga Nacional de Básquetbol 2022/23, tras superar a San Lorenzo de Almagro, por 79 a 70, en el Polideportivo “Islas Malvinas”.

Peñarol jugó un muy buen primer cuarto. Atrás y adelante. No permitió que los 2,10 metros de Julián Aprea pesaran cerca del cesto, y si bien no estuvo preciso con su tiro abierto, capitalizó muy bien las opciones de pick and roll con Amadou Sidibé, infalible de frente al canasto.

San Lorenzo fue todo confusión en el arranque, falló tiros cómodos y lo pagó con una apreciable desventaja en el resultado (12-2), si bien la visita mejoró con los ingresos de Federico Marín y Fernando Podestá y le alcanzó para cerrar buena parte de la brecha.

Algo más trabado resultó el segundo segmento. Ambos continuaron con escasa puntería exterior y aunque San Lorenzo hizo pesar a Podestá y se acercó peligrosamente a distancia mínima, el “milrayitas” respondió con intensidad defensiva para ponerle freno a su oponente.

En esa línea, José Defelippo mostró numerosos recursos para interceptar y asistir, y aunque el “azulgrana” hizo algún daño con la caída de los grandes, una ráfaga de Al Thornton trajo tranquilidad y el local se llevó una renta considerable al descanso largo.

¿Pudo ser mayor esa ventaja? Seguro. Pero el rival también juega. Y San Lorenzo hizo algunos méritos para disimular sus carencias y mantenerse expectante.

Con buena circulación, pase extra y bien determinadas las responsabilidades defensivas, no pasó sobresaltos Peñarol en buena parte del tercer cuarto, en el cual llegó a tomar una ventaja de 40-28.
Pero San Lorenzo empezó a limar la diferencia a partir de ajustes defensivos, de la eficacia de Podestá, algún tiro abierto y mucha voluntad.

A Peñarol le costó anotar, se frustró con un par de fallos dudosos e impensadamente, los de Boedo lo empataron en 50, poco antes de concluir el capítulo.

Ante ese panorama, como no podía ser de otra manera, el cuarto final fue de alta tensión. Con cada posesión adquiriendo un valor incalculable. Con aciertos y errores de uno y otro lado y escasas diferencias en las cifras, siempre a favor del local, que cargó al rebote ofensivo con decisión y obtuvo réditos.

Dos triples con tablero, casi calcados, uno de Bruno Sansimoni y otro de Defelippo inclinaron la balanza en el tramo decisivo. El propio escolta garantizó la victoria desde la línea para establecer una inalcanzable luz de tres posesiones largas con menos de 1 minuto por jugar.

Síntesis

Peñarol (79): B. Sansimoni 14, J. Defelippo 14, T. Monacchi 15, A. Thornton 15 y A. Sidibé 10 (FI). J. Valinotti 1, P. Alderete 0, C. Cardo 6, J. Cabrera 0, A. Cáffaro 4, F. Tolosa 0. DT: Adrián Capelli.

San Lorenzo (70): L. Pérez 7, R. Pelorosso 5, S. Lugo 9, M. Rodríguez Ortega 10 y J. Aprea 2 (FI). T. Rossi 2, F. Marín 12, F. Podestá 23, L. Latorre 0, A. Morales 0, J. Ramayo 0. DT Emmanuele Quintans.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Parciales: 17-11, 35-26 y 52-50.
Árbitros: Juan Fernández, Alejandro Chiti, y Alejandro Zanabone.