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Cultura 16 de septiembre de 2019

“Queremos hacer pública una inquietud: tenemos un gran escritor y no lo leemos”

Mariano Taborda y Emilio Teno buscarán poner en circulación la obra literaria de Haroldo Conti, un escritor desaparecido cuyos textos se desdibujan en el panorama ficcional actual.

por Paola Galano
@paolagalano

Tal como hicieron con la obra menos conocida de Rodolfo Walsh, los docentes de Letras Mariano Taborda y Emilio Teno propondrán mañana un encuentro inmersivo en la obra de otro escritor desaparecido, esta vez se meterán en los textos de Haroldo Conti. El seminario, que se realizará este lunes en el Club Tri (20 de Septiembre 2650) buscará ampliar el campo de las discusiones literarias y hacer circular esos debates entre el común de los mortales, aunque no pertenezcan a la academia.

El abordaje de la obra de Haroldo Conti, quien nació en la ciudad de Chacabuco el 25 de mayo de 1925 y fue secuestrado y desaparecido en 1976, será mediada por varias disciplinas artísticas: además de los textos escritos, los docentes se valerán del teatro y del cine. Actores y actrices del grupo La Rosa de Cobre serán parte de la intervención escénica y podrán verse fragmentos del documental en el que trabajan Teno y Taborda. Las personas interesadas en participar tendrán que comunicarse a través del correo electrónico [email protected]

“Conti es un escritor extraordinario”, dijo Taborda a LA CAPITAL sobre la elección de su nombre para este taller. “En su momento fue leído, recibió gran cantidad de premios pero hoy quedó en un segundo plano. Sus libros están editados, todas las librerías los tienen pero la crítica lo marginó, los suplementos literarios no lo revisitan”, describió y, en ese sentido, entendió que “un libro en el fondo de un anaquel queda al margen, no circula”.

Para quebrar ese mal destino, los docentes buscarán “aportar al debate cultural de ciertas obras que están opacadas”, siguió Taborda. “Queremos hacer pública una inquietud: tenemos un gran escritor y no lo leemos. El año pasado dictamos un seminario sobre la ficción de Rodolfo Walsh porque consideramos que es su trabajo menos explorado. Lo pensamos como un aporte para rediscutir el canon. Sabemos que la construcción de un canon (cuál obra vale y cuál no) es un terreno de disputa dinámico”.

Y mencionó ejemplos de otros coetáneos a Conti, como Juan José Saer y Antonio Di Benedetto, cuyos trayectos muestran que el desconocimiento masivo de un escritor es una situación que puede cambiar. “Hace algunos años Saer y Di Benedetto eran casi desconocidos y hoy son obligatorios. Es un debate que hay que abrir”, apuntó.

Dos momentos “muy claros”

– ¿Qué destacan de la literatura de Conti?

– Emilio Teno: La obra de Conti tiene la particularidad de ser muy pareja en calidad, sus cuatro novelas, Sudeste (1962), Alrededor de la jaula (1966), En vida (1971), Mascaró, el cazador americano (1975) y sus cuentos están a la altura de lo mejor de la literatura latinoamericana. Casi todos sus libros fueron premiados a pesar de que Haroldo nunca trabajó en pos del reconocimiento. Su obra tiene dos momentos muy claros en cuanto a una evolución estética y temática. El primer momento corresponde a su producción de la década del sesenta donde podemos advertir una mirada existencialista y, en palabras de María Pía López, un vitalismo oscuro. El segundo, ya entrada la década del setenta, está condicionado por su afirmación vital y política y es en el que se termina de delimitar su poética.

– ¿Por qué Conti pasa desapercibido, a pesar de la contundencia de su obra?

– Mariano Taborda: Se pueden pensar dos motivos. Uno tiene que ver con el estatus extraño que representa ser un escritor desaparecido. Muchas veces las reivindicaciones surgen desde la política y son bienvenidas (el Centro de la Memoria de la ESMA lleva su nombre) pero eso parece dejar cubierta la discusión. Otro motivo tiene que ver con las obras que le interesan a la crítica. Una obra que plantea una zona no solo como marco espacial (en Conti el Delta y Chacabuco son centrales) se caracteriza de costumbrismo realista; es decir, literatura menor. No es el caso de la narrativa de Conti. En ese apartado dialoga con la literatura latinoamericana. La dictadura los prohibió y con la vuelta de la democracia quedó en una situación de semimarginalidad.

– Al igual que Walsh con su histórica carta a la Junta, Conti escribió una carta en la que rechazó la Beca Guggenheim y que puede entenderse como un manifiesto de su manera de ver el mundo. ¿Consideran que se la conoce poco (a la carta)?

– Mariano Taborda: Se conoce poco la carta, como se conocen poco su obra y su vida. En 1971 viajó a Cuba para ser jurado de un concurso de Casa de las Américas y todo cambió. Tuvo un proceso de politización vertiginoso que lo llevó a militar activamente en el Frente Cultural del PRT. Además de la declinación a la beca Guggenheim, también rechazó la invitación a un congreso literario en Colombia: argumentó que no había participación de Cuba y que lo patrocinaban corporaciones norteamericanas. Ambos textos son claros y potentes. Fueron posturas muy valientes. La diferencia con la Carta abierta a las juntas es que Walsh además de sentar posición, hizo un análisis preciso del atropello humanitario y económico, por eso su vigencia.

Haroldo Conti

– ¿Es verdad que Conti dio clases en Pirán? ¿Hay registro de su paso por esa ciudad?

– Emilio Teno: Sí, fue maestro de primaria en una escuela de Pirán en los años 40. Se había recibido en el seminario de los salesianos en el 39 y, después de esa experiencia en Pirán, ingresaría al Seminario Metropolitano Conciliar de Villa Devoto. Fue, además de seminarista y maestro, profesor de latín, de filosofía e instrucción cívica, piloto civil, navegante, empleado bancario, entre muchas otras ocupaciones. Había naufragado en un velero en las costas uruguayas rumbo a Brasil y las autoridades le expidieron un certificado de entrada al Uruguay en calidad de náufrago. En su casa ese era el único diploma que ostentaba, el diploma de náufrago.

– ¿Están haciendo un filme sobre Conti? ¿Cuándo lo estrenarán?

– Emilio Teno: La idea del filme documental nació de la investigación para este seminario. Con Mariano comenzamos a plantear la posibilidad de entrevistar a algunos familiares y, a partir de ahí, comprendimos que había mucho material por buscar y, por supuesto, una historia para contar. Con mucho esfuerzo y ayuda de amigos nos embarcamos en el proyecto de filme. Viajamos a Chacabuco el 25 de mayo (aniversario de su nacimiento) y participamos de un homenaje al pie del álamo Carolina, geografía que nuclea su obra. Entrevistamos a sus hijos y a su única hermana de 93 años. El proyecto está en marcha y estamos buscando financiación para continuarlo.

– ¿De qué manera multidisciplinar lo abordarán?

– Emilio Teno: Lo abordaremos a partir del teatro, el audiovisual y, por supuesto, la lectura crítica de textos. La parte teatral estará a cargo de Federico Polleri, Belén Manetta y Pablo Guzzo, integrantes del grupo La Rosa de Cobre. Se proyectarán fragmentos de un filme documental que estamos realizando y nuestras lecturas y análisis sobre la obra de Haroldo. Para abrir el juego nos pareció que lenguajes populares como el teatro y el audiovisual podían sumar a esa propuesta más abarcativa en lo que a público se refiere. La idea de hacer un seminario multidisciplinar está en consonancia con el espíritu del taller y de nuestra concepción de acercar al público en general la literatura y los debates en torno a ella que se circunscriben, casi siempre, a nichos académicos.



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