Gregorio Eseverri tardará más en regresar a las canchas de lo que se creía en un primer momento y Quilmes realizó un sondeo para efectuar un reemplazo temporal. Sin embargo, no fue a buscar otro alero y el interés se dirigió hacia un base, nada menos que Julián Ruiz, dado de baja semanas atrás por Peñarol para hacerle lugar en el equipo de Liga Nacional al perimetral estadounidense Kelsey Barlow.

Ruiz, un jugador del gusto de Luis Fernández, estuvo en el radar quilmeño antes del comienzo de la temporada. Pero entonces, cuando averiguó condiciones por el exbase de Del Progreso, el jugador tenía muy adelantadas las negociaciones para cerrar trato con Peñarol.

Ahora volvió a interesarse, pero se encontró con una traba, de momento, insalvable. El santiagueño no acordó los términos de su desvinculación con Peñarol. “No hay nada concreto con Ruiz. No solucionó su salida y nada se puede hacer hasta que no lo haga”, respondió Marcelo Jiménez, presidente “tricolor”, ante una consulta de este medio.

Gregorio Eseverri, por su parte, tiene entre ocho y doce semanas para recuperarse de la lesión en el codo que sufrió ante Villa Mitre en el penúltimo partido anterior al receso de la Liga Argentina.
El nicoleño estará alejado de las canchas durante enero y febrero, más lo que demore luego en ponerse en ritmo de competencia.

Lisandro Fernández, en cambio, lesionado en aquel mismo partido, evolucionó bien durante el receso y ya entrena junto al resto de sus compañeros con miras al regreso a la competencia del sábado 13 ante Hispano Americano.

Dicho partido se jugará una vez más en el Polideportivo “Islas Malvinas”, dado que aún no finalizaron las tareas de reforma en el “José Martínez” de la sede quilmeña.
“Se están colocando los pisos y ya están hechos los palcos. Creo que llegaríamos con todo listo para fin de mes”, se ilusionó el propio Jiménez.

La fecha apuntada para la vuelta a casa, en consecuencia, ahora es la del lunes 29 en ocasión de recibir a Pergamino Básquet por la Liga Argentina.

¿Clásico de verano?

Un nuevo duelo amistoso entre Peñarol y Quilmes podría organizarse para la temporada de verano. El clásico del básquet marplatense no se juega oficialmente desde 2019, pero no ha perdido su poder de convocatoria. Y los dos amistosos que se realizaron desde entonces -en las pretemporadas de 2022 y 2023- generaron dos muy buenas recaudaciones.

En los dos clubes existe la intención de aprovechar la temporada de verano para realizar otro amistoso. Febrero es el mes elegido, pero existe un impedimento para avanzar más en la organización del partido. Aunque parezca increíble, todavía la AdC no informó todo el fixture de Peñarol para el mes de febrero, apenas las visitas de comienzos de mes a La Unión de Formosa y San Martín de Corrientes.

La intención es ubicar el partido en la agenda del Polideportivo entre el regreso de Peñarol de la gira por el noreste y la ventana FIBA de fines de febrero. Durante ella la Selección Argentina se presentará ante Chile en el máximo escenario de esta ciudad el día 22 y por la clasificación a la AmeriCup 2025.