Por Sebastián Arana

 
Quilmes se sacó de encima el malhumor provocado por las derrotas en la última gira y jugó un buen partido para derrotar 82-73 a Pergamino Básquet por una nueva fecha del Torneo Clausura de la Liga Argentina de Básquet. Una recuperación que llegó a tiempo antes de enfrentar el sábado a un peso pesado: el invicto Racing de Chivilcoy.

Jugó nuevamente sin “Juane” De la Fuente. Esta vez, sin embargo, lo extrañó un poco menos. Quilmes dio un paso adelante. Costoso, sí. Pero fue capaz de realizar, por primera vez en mucho tiempo, una buena selección de tiros. Cuando lo combinó con buena defensa, hizo la diferencia que le permitió dejar atrás a un rival luchador.

Dentro de esa idea, Brown, obvio, tuvo las mayores libertades para tomar decisiones. Lugli no abusó del tiro exterior, ni Chervo de los triples en movimiento. Y los demás tomaron los lanzamientos que les dio el partido. Todo bastante lógico.

En el primer cuarto, sin embargo, Quilmes no pudo escapar. Porque Brown, así como anotó fácil, dio concesiones defensivas bien aprovechadas por Nuñez y Romero.

El despegue llegó con las entradas de Verbauwede por Brown y de Luna por Ruiz, otra vez de muy flojo partido. Con esas variantes, a partir del segundo cuarto, Quilmes se hizo granítico atrás y dejó a los pergaminenses sin anotar durante cinco minutos. Aún con una mala noche de tres puntos (4/25 en todo el partido, apenas un triple en el primer tiempo), pudo tomar una máxima luz de dieciséis a poco del final de la etapa (42-26). En ese lapso Lugli, la gran figura de la noche, lideró un contraataque efectivo, pero también manejó con sensatez el ataque estacionado. Y Verbauwede tomó la postó de Brown y anotó regularmente.

Sólo le faltó cerrar un poco mejor la primera parte al elenco local. Pero se llevó una interesante ventaja (42-31) al entretiempo.

El segundo tiempo fue más luchado. Levantó el base Reyes y Pergamino ya no sufrió pasajes de sequía. En el tercer cuarto, Quilmes, de todos modos, se sostuvo con la facilidad para anotar de Brown, quien anotó doce de los veinte del equipo en ese pasaje.

Sin embargo, en el último, tuvo problemas. Porque Romero anotó de cerca y apareció “Lucho” González con sus bombazos para arrimar a los visitantes peligrosamente. Santiago Medina optó por mandar a Verbauwede por Brown y acertó porque apuntaló la defensa. Sin embargo, el contraataque no salía y el tiro exterior menos. Quilmes tuvo un quedo peligroso. La solución llegó desde el banco y con un apellido que recorre la historia de este club desde hace casi cuarenta años y que todavía late en las tribunas: Dominé. Con Ruiz y Luna con cuatro faltas, el pibe entró y clavó en ese cuarto final tres triples decisivos. Lugli, que no paró de correr y defender y terminó con 16 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias, hizo el resto para asegurar una victoria tan justa como trabajosa.

Quilmes 82
A. Lugli 16, J. Ruiz 2, A. Chervo 10, A. Ecker 1 y T. Brown 23 (FI); T. Verbauwede 10, L. Luna 6, M. Herrero 5 y M. Dominé 9. DT: Ezequiel Santiago Medina.

Pergamino Básquet 73
L. Reyes 12, F. Gobetti 7, B. Levato 5, G. Romero 19 y M. Nuñez 8 (FI); S. Bruera 6, L. González 11, J. S. Galán 3 y U. Riaño 2. DT: Daniel Maffei.

Estadio: Nuevo Centenario “José Martínez”.
Árbitros: Guillermo Grondona y Franco Ronconi.
Parciales: 21-19, 42-31 y 62-52.