Tomás Nally, el pivote del equipo de Quilmes de la Liga Argentina de Básquet, tiene una chance muy importante de continuar su carrera en la Liga Nacional.

Independiente de Oliva, club que se afirmó en la máxima categoría con una promisoria primera temporada, en la que poco le faltó para acceder a play-off, se interesó en los servicios del joven mendocino de 2,04 años y 20 años y está dispuesto a realizarle una muy buena oferta.

El ofrecimiento de los cordobeses, además, coincide con los deseos de Nally de llegar a la élite. Ante este panorama poco pueden hacer los dirigentes de Quilmes para retener al promisorio centro, por rendimiento el juvenil más importante dentro de la plantilla conducida por Luis Fernández. Sólo esperar la oferta de los cordobeses e intentar obtener el mejor resarcimiento posible.

Desde hace varias temporadas Quilmes no tiene otra que ir a la mesa de negociaciones para procurar sacar el máximo beneficio posible de sus jóvenes jugadores ante la imposibilidad de competir con lo que pagan los equipos con economías más poderosas.

Desde que perdió la categoría por última vez, por caso, no pudo retener a Juan Esteban De la Fuente, Alex Negrete y ahora a Tomás Nally. Cuando a los mismos basquetbolistas no les hubiera venido mal poner el pie más firme en la segunda categoría.

Los números de Nally, que ya se había afirmado como titular en la temporada 2021/2002, crecieron una enormidad en la última temporada promediando por encima de la decena de puntos y rebotes por partido.

El mendocino, reclutado por Quilmes en 2017, lo combina todo. Altura, juventud y proyección en un puesto con pocos cultores. Retenerlo es una empresa casi de Misión Imposible.