Quilmes de esta ciudad, golpeado por una inesperada seguidilla de cinco derrotas, intentará ponerle un freno a esta serie negativa cuando visite esta noche, a partir de las 22, a La Unión de Formosa por una nueva fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.

El equipo “tricolor” cayó, tras esta serie negativa, del cuarto al séptimo lugar y necesita ganar para recuperar chances de ingresar a la post temporada, el objetivo deportivo que se trazaron Javier Bianchelli y sus muchachos luego de alejarse casi definitivamente de la lucha por la permanencia en la categoría.

Quilmes partió el domingo al mediodía en micro desde Mar del Plata y en la mañana de ayer arribó a la capital formoseña. Luego de un descanso reparador, el plantel practicó por la noche en el Polideportivo “Cincuentenario”, escenario del partido de esta noche.

El DT tiene completa su dotación de mayores para esta gira, una de las más difíciles de la temporada porque añade dos compromisos en Corrientes ante los poderosos Regatas y San Martín. La única baja es la del juvenil Jeffrey Merchant, descartado por un esguince de tobillo.

¿En qué deberá enfocarse Quilmes? En esta serie de cinco caídas, recibió más de noventa puntos en tres: Hispano Americano, Argentino de Junín (si bien en alargue) y Regatas. Se cae de maduro que debe recuperar consistencia defensiva.

Sin embargo, sin alterar sus juegos ofensivos, sus porcentajes de tiro abierto, muy felices durante la racha positiva de seis triunfos consecutivos, se vinieron a pique. Y esta merma es lo que más sufrió el equipo en las últimas presentaciones.

La Unión no está mucho mejor. De subcampeón en la temporada anterior a su actual octavo lugar en la Conferencia Norte hay mucho trecho. No está lejos de zona de clasificación. Pero necesita recuperar el rumbo. Desde el alejamiento del venezolano José Vargas, perdió consistencia.

Los dirigidos por Guillermo Narvarte sufrieron siete derrotas en los últimos nueve partidos. Sin embargo, en casa, siguen siendo fuertes. Y necesitan el triunfo tanto como Quilmes. Por lo tanto, hay promesa de partido de dientes apretados.