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Cultura 28 de marzo de 2022

Relato del libro “Correr el telón”: Mamá

Un relato crudo sobre la violencia.

Por Carolina Favini (*)

 
Mirá loca, esto es simple -empezó en respuesta a la pregunta que quizá ya había escuchado y contestado mil veces-, la nena se merece una vida digna. Mírame, pero mírame bien. Mi viejo, si se lo puede llamar así, se cansó de moler a palos a mi vieja y después nos abandonó. Ella, hizo lo que pudo, pero ponele que no alcanzó para una mierda. Vivíamos a pan, té y fideos, pero guita para la birra o el vino nunca le faltó. Salía a jugar un rato y cuando volvía ella estaba re en pedo y ligaba yo o la encontraba tirada en el colchón llorando. ¿Eso es la vida para una nena de 5 años? Crecí pensando que ni ella ni mi viejo me querían, cagada de hambre, con las burlas de los pibes en la escuela.

¿Sabes cuantos años tenía cuando empecé a drogarme? Once, loca, once años y al mismo tiempo que empezaba en eso, también empecé a curtir con cualquiera. Iba de un pibe a otro, buscando algo de amor, del amor que no tuve cuando era una nenita. Un compañero del colegio, después el primo, el tranza del barrio, el gordo de la verdulería y así hasta que perdí la cuenta. Y así me fue también, ¿no? Me crucé con toda clase de giles: los que me pegaban, los que me prometían todo, pero, igual que yo, no tenían nada, con los que empecé a consumir porquerías peores, con uno que me propuso casamiento pero que ni loca si yo, de verdad, nunca quise a ninguno. Me alcanzaba con creer que ellos si me querían a mí. ¿Cómo mierda voy a querer a un tipo si ni mis viejos me quisieron a mí?

No terminé la escuela -continuó con voz quebrada-, no tengo laburo, vivo en la misma casilla de siempre, fui a parir drogada, no sé nada de querer ni de cuidar y menos de cómo ser mamá y me preguntas si estoy segura de dar a mi hija en adopción. ¡Sí que estoy segura! ¿Cuántas veces vos – señalando a la psicóloga- te fuiste a dormir con hambre cuando eras chiquita?

A vos -ahora era el turno de la trabajadora social- ¿te abandonó tu viejo y tu vieja que tenía que cuidarte se mandó cualquiera? ¿Alguno de ustedes creció viendo a su vieja en pedo, llorando y acostándose con cualquier gil por unos mangos para ir, una y otra vez, por más birra? -Levantaba el tono de voz, quizá porque las lágrimas y el continuo sonido de su nariz llena de mocos, hacía que, por momentos, su voz no fuera fluida-. Yo sí y mi hija no va a ver lo mismo. No puedo ni conmigo misma y querés saber si puedo cuidar una bebé o si mi mamá está dispuesta a acompañar mi maternidad. Ella tiene que crecer en una casa normal, donde la quieran y donde pueda tener todo lo que yo no voy a poder darle nunca. Capaz sí sé algo sobre querer y sea esto, ¿no? porque me duele tomar esta decisión, pero mi hija no va tener una vida de mierda como la mía. ¿Me van a preguntar algo más o ya me puedo ir?

 

(*) “Correr el telón” fue publicado por Ediciones Gogol en octubre de 2021.



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