La venta de inmuebles en General Pueyrredon mantiene en lo que va del año el crecimiento que hubo en 2022, aunque hay incertidumbre por el impacto de la devaluación en el sector.

Los datos actualizados del Colegio de Escribanos confirman la tendencia en alza en el acumulado anual. Entre enero y julio, se realizaron 5.303 escrituras. En igual período del año pasado se hicieron 4.889 transacciones. Es decir que hubo un incremento del 8,5%.

En lo que respecta a julio solamente, se realizaron 956 escrituras de compraventa. Esto implicó un aumento del 0,6 % en la comparación intermensual: en junio de este año se habían registrado 950 transacciones.

La suba se repite en la comparación interanual: hubo un aumento del 11,5% en las compraventas respecto al mismo período del 2022, cuando se efectuaron un total de 858 operaciones.

En tanto, las hipotecas mostraron una merma en el último mes registrado. En julio se realizaron 73, lo que significó una baja del 37% con respecto a junio, cuando se habían contabilizado 100. A pesar de ello, en la comparación interanual, se verificó un incremento del 7,5%.

“Lo que advierto con estas cifras es que se sigue dando una recuperación de la actividad en General Pueyrredon. Ya los números de 2022 respecto a 2021 habían sido positivos. Y en lo que va de este año, también”, aseguró a LA CAPITAL Juan Pablo González Fortini, presidente del Colegio de Escribanos de Mar del Plata.

En los primeros siete meses de 2023, persiste el repunte del año pasado, cuando la cantidad de escrituras crecieron un 25% respecto a 2021.

Las propiedades más vendidas son las que oscilan entre los 30.000 y los 70.000 dólares. Muchas de ellas son usadas y salieron del mercado de alquileres, lo que también generó una baja en el precio en los últimos años al generarse una sobreoferta.

Guillermo Rossi, presidente del Colegio de Martilleros de la ciudad, señaló que la principal demanda de compraventa se da precisamente en departamentos de un ambiente o dos, en la zona del micro y macrocentro.

“Esto ocurre con aquellas propiedades que están en un precio razonable. Hay que recordar que, desde 2019, los valores del mercado han bajado más de un 30%”.

En la misma línea, precisó que los inmuebles reciclados son muy requeridos. Y también advirtió un movimiento “interesante” en la compra de lotes de terrenos. “Sobre todo en la zona costera, desde Mar Chiquita, pasando por General Pueyrredon y hasta General Alvarado”, explicó Rossi.

González Fortini coincidió en que la sobreoferta de propiedades y la merma en los precios generó que “muchos inversores se vieran atraídos”. Y reveló que suele haber varios interesados que provienen de otras ciudades o provincias, como CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Santa Fe y Córdoba.

“Se nota que Mar del Plata es una ciudad muy atractiva para invertir”, sostuvo. De todos modos, el escribano recordó que en la pandemia, sobre todo durante la cuarentena, hubo meses en los que directamente no hubo operaciones. “Un dato insólito. Cuando pasó la parte más complicada, todo empezó a ser recuperación. Por eso recién ahora estamos recomponiéndonos de todo lo perdido”, planteó con cautela.

Según González Fortini, para que el mercado realmente se fortalezca, debe haber una “economía con baja inflación” y mejores posibilidades para acceder al crédito hipotecario. “Eso es lo que va a producir reactivación. Cuando había crédito hipotecario para adquisición de viviendas, se llegaba a cerca de 1.400 escrituras por mes”, remarcó.

En este contexto, el especialista sembró dudas sobre el movimiento de compraventa durante agosto, cuyos datos se conocerán recién entre mediados y fines de septiembre. Y no descartó que pueda darse un mes a la baja en la actividad.

“En agosto se dieron dos cuestiones muy importantes: las primarias y la devaluación, con un fuerte aumento del dólar blue. No sé si los números serán positivos. Cuando hay una devaluación los inversores suelen postergar las decisiones. Se esperan condiciones más estables al haber incertidumbre por la cuestión político-económica. Eso hace amesetar al sector”, explicó el titular del Colegio de Escribanos.

A la espera de los números oficiales del último mes, Rossi mostró una visión algo más optimista. “Si bien no tenemos las estadísticas todavía, la demanda de propiedades ha sido sostenida durante agosto. Mucha gente ve la tierra o los inmuebles no tan grandes como buenas inversiones, más accesibles para los ahorros”.

Y profundizó: “En los primeros días luego de la devaluación, el movimiento se retrajo un poco. La gente se quedó más al margen, expectante. Pero luego se recuperó. No así en lo que respecta a las propiedades más costosas, ya que no hay crédito hipotecario. Las personas buscan resguardarse e invierten los ahorros en el ladrillo, que da más seguridad que el dólar”.

La contracara en la provincia

Las escrituras de inmuebles en la provincia de Buenos Aires cayeron en julio un 3,52% interanual.

“La diferencia con la provincia demuestra, una vez más, que General Pueyrredon es muy apetecible para invertir, sobre todo por las propiedades usadas, salidas del mercado alquiler”, consideró al respecto González Fortini.

En números, el total de compraventas de inmuebles realizadas en julio fue de 8.117 operaciones, lo que representó una caída interanual del 3,52%: en el mismo mes de 2022 se habían contabilizado 8.413 transacciones, según consignó el Colegio de Escribanos bonaerense.

Además, la entidad precisó que en la comparación con el mes anterior se observó una baja del 5,31 % frente a las 8.572 escrituras de junio.

Con respecto a las estadísticas de hipotecas, el total de julio fue de 614, lo que implicó una caída del 42,4 % en relación con junio (1.066) y del 27,34 % en comparación con el mismo mes de 2022 (845).

“Más allá de la realidad que mostraron las estadísticas en julio, en las primeras semanas de agosto hemos visto una situación de incertidumbre y desconcierto por la volatilidad del valor del dólar, que es la moneda de referencia para el mercado inmobiliario”, señaló el Presidente del Colegio de Escribanos bonaerense, Diego Leandro Molina.

“Hay complicaciones con operaciones que ya estaban pactadas pero para los ciudadanos los inmuebles continúan siendo un refugio de valor en un contexto de inestabilidad”, sentenció el colegiado.