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Arte y Espectáculos 21 de octubre de 2017

Spectaculum, la revancha en el teatro para Kapanga

La banda presentará el 27 de octubre en el Teatro Roxy un show diferente, compuesto por 3 actos y 16 canciones reversionadas con un team de cuerdas y brasses estables. "Hacemos temazos que en el formato característico de Kapanga no entraban", contó Martín "El Mono" Fabio.

por Juan Manuel Salas

Para una banda es difícil pegar un hit. Esa canción que suena, que es eterna, que no pasa de moda. Pero sobrevivir a los hits propios también es una batalla. Kapanga, desde su primer disco, metió hit tras hit: El mono relojero, Me mata, Quiero llenarte de mí, Bailarín Asesino, La Momia Blanca, Crece y tantos más que fueron componiendo a lo largo de 22 años, a pesar de ellos mismos y esa necesidad de “intentar que las cosas que salían bien salieran mal”, como Martín “El Mono” Fabio, dice.

Los hits de una banda son los caníbales de las otras canciones del disco que no tuvieron oportunidad de sonar, tal vez porque no son tan festivas, o tan románticas, o tan lo que sea. Para rescatar del ostracismo musical a sus temas, Kapanga preparó el show Spectaculum, una suerte de revisionismo de sus “lados B”, con arreglos de cuerdas y bronces, sumado a alguna que otra de sus canciones emblemáticas.

“Es una propuesta diferente, nunca habíamos hecho algo así y ahora que cumplimos 22 años nos mandamos”, cuenta “El Mono” a LA CAPITAL, sobre este show que se realizará en teatros de todo el país, con la gente sentada y no de pogo descontrolado como Kapanga suele generar. En Mar del Plata lo presentarán el 27 de octubre, desde las 21, en el Teatro Roxy -San Luis 1750-.

Spectaculum estará dividido en tres actos con 16 canciones. En algunos momentos estarán 15 músicos en escena, porque a los 5 Kapangas se suman un team de cuerdas y los vientos.

“La idea surgió gracias a mi hijo, que comenzó revisitar los discos. Yo no soy muy escuchador de la obra y empecé a descubrir canciones que ni me acordaba que habíamos grabado. Mi hijo empezó a detenerse en canciones que eran las más tranquilas, las más medio tiempo, las que canta Maikel o los reggae, más que la parte quilombera de Kapanga”, dice el cantante de Kapanga.

Al revisar esas canciones, El Mono tuvo una de esas ideas tan geniales que parece mentira que no se le haya ocurrido a alguno antes: “Que bueno estaría hacer esas canciones en un teatro, con todos sentados. “La idea un poco viene porque ahora estoy viendo shows sentado a lo loco. Soy público de sentado. Si me invitás a un show que tengo que estar parado no voy. Hace poco fui al campo en un show y duré 40 minutos. Menos de un tiempo duré”, bromea.

– ¿Cómo tomaron la idea los Kapanga de hacer algo así?

– Yo había imaginado algo más hippie, de fogón sin complicarla. Ponele que la canción más festiva era Desearía.Tiré la idea y Maikel, que es el director artístico, cerebro musical y le dio otro vuelo, otra forma y para que no fueran todos “lados B”, agarremos 4 o 5 clásicos de Kapanga para reversionar en para el teatro.

– Qué injusto que hayan quedado tantos temas así de lado, sin su oportunidad en su época.

– Claro, por eso hacemos esto. Para que esas canciones tuvieran un asterisco, un espectáculo. Para nosotros son temazos, pero en un formato característico de show de Kapanga no entraban. Seguramente podríamos haber hecho las cosas con el ojo más avispado, seguir por los caminos en los que nos fue bien, pero en donde nos fue bien nosotros tratamos que nos vaya mal. Y así y todo nos fue bien.

– A pesar de ustedes.

– (risas). Claro, a pesar de nosotros nos va muy bien.

– En Mar del Plata estuvieron en el Teatro Colón, pero en la presentación de la película de la banda, allá por el 2009.

– Increíble experiencia. Había sido furor del Festival de Cine. Entradas agotadas, fuimos nosotros a la proyección. Pero en realidad tenemos una experienca en teatro que fue la presentación del primer disco en Buenos Aires, la historia es de un fracaso, perdimos por goleada esa vez. Fue nuestro primer gran fracaso, trato de no recordarlo. Pero ahora vamos por la revancha.

– ¿Cómo fue?

– A 15 centímetros de la realidad, nuestro primer disco, había sido álbum de oro y nosotros salimos como banda revelación del año. Habíamos metido el “Mono Relojero”, salía “Me mata” que la pasaban en todos lados. Los que nos manejaban en ese momento alquilaron un teatro, la sala IST a metros de la calle Corrientes.

– Casi un show de Kapanga en calle Corrientes.

– Era el año 98, no había internet, no había ventas anticipadas, nada. Sabías cómo te iba a ir cuando llegabas y veías cola en la puerta. Cuando llegamos había 50 personas a las 6 de la tarde, en la prueba de sonido. Pero a la hora de la puerta había 50, más nuestros invitados que habrán sido 100. Y el show fue para 150 personas, en ese momento para nosotros fue el mejor show del mundo. Pero nosotros nos hacíamos la idea del teatro colmado, nuestra noche más glorioso. Y en realidad fue de las más triste si uno lo piensa friamente. Así que vamos por la revancha.

– “El mono relojero” estuvo en ese primer disco y lo tocaron esa noche. La canción sigue vigente. ¿por qué te parece?

– “El mono relojero” es como nuestro “Cambalache”. Nunca va a pasar de moda. Siempre habrá algo que corte la libertad de las personas. Sigue vigente, acá en Quilmes los lugares cierran a las 2 o 3 de la mañana.

– Volviendo a Spectaculum. Hubo arreglos instrumentales para las canciones. ¿Tuviste que “arreglar” la voz también?

– Lo tomamos tan en serio que armamos el show como si fuésemos a grabar un disco. Spectaculum tomó otro vuelo. Lo trabajé con la profesora Loli Álvarez, hice un trabajo diferenciado para preparar las canciones. Sabiendo de mis limitaciones, la banda suena de maravilla y falto yo, por eso tengo que estar a la altura. Hay canciones que son muy delicadas y merecen ser bien cantadas.

– Te saco de tema. Sos futbolero y conocés a alguno de los jugadores de la selección. ¿Cómo viviste la clasificación al Mundial?

– Tranquilo, ya no sufro más por el fútbol. Estaba ansioso porque conozco a los chicos que están en el plantel. Soy amigo de Nahuel Guzmán y durante todo este tiempo hablamos antes de cada partido. Y los pibes no la estaban pasando bien, tenían una mochila de plomo. Por eso me puso muy contento por ellos, los visité en el predio y son unos pibes bárbaros. Muchos hablan por hablar, estos pibes son felices con un alfajorcito de maicena y un mate. Son normales, sienten y nosotros les pedimos demasiado. Y descargamos todas nuestras frustraciones en once pibes que van atrás de una pelota. Ellos quieren ganar siempre, lo llevan en la sangre. Por eso me puso muy contento, por ellos y porque ahora sé que tengo la chance de sacarme pasajes a Rusia que entradas tengo seguro.

– Última. ¿Había necesidad de hacer Spectaculum?

– Después de 22 años, con un montón de canciones me podría quedar en “modo domingo” y hacer lo seguro, lo que funciona, pero no queremos aburrirnos y queremos hacer lo más durarero posible este camino. Nos miramos entre nosotros y vemos que como grupo humano logramos algo que no a todos les pasa: tener continuidad, compartir un micro, una cena, un cumpleaños, un velorio, todo. Así que contentos por seguir en la rueda, sin aburrirnos ni aburguesarnos.

– Un Spectaculum seguir así.

– (risas) Así es, un Spectaculum.