Sabe que ahora no depende de sí mismo para evitar el play-off por la Permanencia en la Liga Nacional de Básquetbol. Pero al menos, espera poder hacer su parte y luego esperar.

Tras la amplia caída ante Atenas, en Córdoba, Quilmes quedó entre la espada y la pared. Esta noche recibirá a La Unión de Formosa, a partir de las 21, y el domingo será visitante de Peñarol en el superclásico. No solamente necesita vencer en los dos compromisos, sino que también, en caso de lograrlo, necesita que el “griego” pierda alguno de los dos partidos que le quedan: Libertad de Sunchales y Estudiantes de Concordia, ambos como visitante.

El “tricolor” afrontará hoy el primero de sus dos partidos determinantes para el futuro inmediato, frente a un rival que viene de ofrecer una imagen muy pobre en su caída frente a Peñarol.

Los formoseños están protagonizando una campaña muy irregular (16 triunfos y 20 derrotas), aunque sin sufrir con la posibilidad de una eventual lucha por la permanencia.

Los dirigidos por Gabriel Piccato cuentan con dos individualidades desequilibrantes: el escolta Jonathan Maldonado (16,0 puntos, 3,9 rebotes y 3,2 asistencias por partido) y el ala-pivote estadounidense Jonathan Flowers (15,7 puntos, 6,5 rebotes y 1,8 asistencias). Pero no depende exclusivamente de ellos, porque Alexis Elsener, Federico Marín, Ignacio Alessio y el base estadounidense Coron Williams aportan lo suyo.

Claro que no hicieron un buen partido hace 48 horas frente al “milrayitas”, si bien Quilmes no debe confiarse de ello. El conjunto de Javier Bianchelli no puede permitirse de ninguna manera una falsa performance. Al menos, en cuanto a entrega e intensidad, para no tener que reprocharse nada en caso de un eventual resultado negativo.
Pese al triunfo celebrado frente a Quimsa, la última gira no tuvo un buen sabor para Quilmes, ya que después perdió sus tres partidos: Ciclista Olímpico, Instituto y Atenas.

A lo largo de la temporada al conjunto de Luro y Guido le ha costado sostener una línea de juego. Frente a rivales superiores acaso por una cuestión de jerarquía individual, y frente a pares, por cierte inconsistencia a la hora de potenciar sus virtudes. El pick and roll suele ser una opción ofensiva que sus adversarios tienen estudiada, y si los porcentajes de tiro abierto no lo acompañan, sus opciones se reducen. De todas maneras, el punto más crítico no solamente radica en sus 77,9 puntos anotados por juego (la tercer peor marca de la competencia), sino en los 84,8 puntos permitidos a sus oponentes, que lo convierten en la segunda defensa más vulnerada de toda la Liga.

Formaciones

Quilmes: Víctor Fernández, Lucas Ortiz, Winsome Frazier, Sebastián Morales y Richard Jackson. DT: Javier Bianchelli.

La Unión: Coron Williams, Jonathan Maldonado, Alexis Elsener, Jonathan Flowers e Ignacio Alessio. DT: Gabriel Piccato.

Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Fabricio Vito, Pedro Hoyo y Alberto Ponzo.
Hora: 21.