La Diana se define como “una máquina de matar” y lo es. Pero es, también, muchas cosas más. Es una hija y nieta que añora a su familia perdida en la guerra de Bosnia, es una joven que se culpa por no haber podido evitar sus padecimientos y el de su hermana en Rogatica. Es una sobreviviente del horror a manos de los nacionalistas serbios. Es una mujer que busca venganza, pero sobre todo y a pesar de todo, también busca el camino para reunir los trozos de su alma quebrada y encontrar redención, paz y amor.

En “Aquí hay dragones” (Suma de Letras), su última novela, la escritora Florencia Bonelli toma a este personaje de la Trilogía Caballo de Fuego -secundario, pero muy querido por las seguidoras- y lo convierte en protagonista absoluto de esta historia, atravesada por el horror de la guerra, las situaciones traumáticas que padecieron miles de personas en los campos de concentración, víctimas de la ‘limpieza étnica’ y el tráfico humano posterior. Aborda, también una trama de abusos y corrupción.

Es la primera vez que la novelista centra su obra en un personaje femenino, que es protagonista absoluto.

El libro, llegó a los anaqueles hace un mes y ya es éxito de ventas. A días de su publicación, la autora encabezó una firma de ejemplares y encuentro con sus lectoras, que hicieron horas de cola para tener unos minutos con su escritora favorita.

Esta novela es la N° 19 de la máxima exponente de la novela romántica de nuestro país y se trata de una historia vertiginosa, que se centra en una trama de acción, traiciones y lealtades en un contexto histórico muy preciso y bien documentado, aunque el amor, por supuesto, está presente. La Diana, la guardaespaldas y amiga de la médica Matilde Martínez en la saga Caballo de Fuego, es según la propia autora “el único personaje que no tenía un final feliz y se lo debía”.

“Todo lo que le pasa a La Diana está basado en historias de vida reales” aseguró Bonelli, quién indicó que durante la investigación que le da sustento al libro, sufrió, se deprimió y se enojó.

“El mundo no ha reconocido de manera sólida lo que ha ocurrido ahí pero hay mucho material. Muchos testimonios de situaciones similares a las que describo. Mientras estaba investigando me deprimí y me enojé. Tenía bronca de pertenecer a la raza humana, me preguntaba por qué tenemos que regir el mundo seres tan crueles y perversos y es la primera vez que lloraba mientras escribía. No me había pasado nunca” confió en una entrevista por Facebook Live en la que contestó, por cerca de una hora, preguntas de sus lectoras, pocos días después de la llegada del libro a las estanterías de las librerías.

Por eso la autora asegura que admira a La Diana, pero sobre todo que “admiro y tengo un profundo respeto por las Dianas reales, las que han sufrido de verdad lo que relato y muchas de las cuales siguen pidiendo justicia”.

Quizás por eso también el libro tiene una dedicatoria especial de parte de Bonelli “a todas y cada una de mis congéneres que a lo largo de la historia han sufrido la violencia en sus cuerpos, sus corazones y sus mentes. Y a las que siguen sufriéndola. Con profundo respeto, humildad y admiración. De la especie humana, somos las criaturas más fuertes”.

La trama

El relato se inicia a fines del año 2000 y encuentra a la protagonista trabajando como soldado de un grupo de elite internacional, que participa en misiones secretas. Pero con el recurso de la escritura de un diario -como medida terapéutica de la protagonista que se siente incapaz de hablar con nadie de sus padecimientos, pero necesita desesperadamente hacer catarsis y encuentra en ese diario, la forma-. Así reconstruye las duras experiencias de entre 1992 y 1995 y los hechos históricos que cambiaron para siempre la historia de la región de los Balcanes, terminaron con la desaparición de Yugoslavia y fueron el epicentro de uno de los procesos de vulneración de los derechos humanos más atroces del siglo XX.

“El asedio de Sarajevo fue más largo que el de Leningrado en la segunda guerra mundial e igual de tremendo. Se instalaron campos que se llamaban de refugiados, que en realidad eran campos de concentración, como en la Segunda Guerra, es como si no se hubiera aprendido nada de lo que había pasado”, reflexionó la autora.

En la novela, La Diana, se enfrenta a los “dragones” que le hicieron tanto mal -los mismos que siguen cometiendo crímenes con la connivencia de elementos corruptos de organismos que supuestamente deberían perseguirlos-, pero también contra sus propios dragones, esos que salen a relucir cuando revive el horror que le tocó padecer, las cicatrices que le dejó y cuando observa nuevas injusticias y se involucra para luchar contra ellas. Es en ese camino, que se encuentra con un personaje, tan sufrido como ella, pero muy resiliente, que cambiará sustancialmente su vida.

De esa lucha contra los dragones surge el título del libro. “El final y el título del libro son lo más difícil. Al título lo pienso mucho, En este caso lo puedo decir, porque está al principio de la historia (no hago spoiler) ‘aquí hay dragones’ es una vieja leyenda que se ponía en la cartografía antigua -también se usa leones- y significa peligro. La Diana ve esa frase en el mapa y ve Bosnia y piensa eso, porque ahí estaban los dragones que a ella la habían destrozado, sobre todo uno”, describió Bonelli.

“Es muy diferente a todo lo que había escrito hasta ahora”

“Esta historia es muy diferente a todo lo que había escrito hasta ahora. Es una mujer en un mundo masculino, poderosa, de armas tomar, sale a pelear. Me encantaría saber karate, krav maga como ella”, apuntó la novelista que se inspiró, para el nombre y características de este personaje en una escultura que vio, hace más de 20 años, en una rotonda en Acapulco, de una mujer medio arrodillada, disparando con un arco, que se llamaba, precisamente, La Diana.

Aquí hay dragones es la novela más larga en la prolífica carrera de la autora. Tiene 744 páginas. La continuación, será aún más larga. Eso no es un problema para las lectoras que, al contrario, siempre quieren más.

Según confió Bonelli, “nunca soy tan libre como cuando escribo” y en su cabeza, ya tiene planificado escribir novelas que, de alguna manera, continúan las historias de personajes muy queridos por sus lectoras o sus hijos.
Tal el caso de Alexander (hijo de Roger Blackraven y Melody Maguire, de El cuarto Arcano) y de Jérôme y Kolia (hijos de Matilde Martínez y Eliah Al Saud) de Caballo de Fuego.

Pero antes, los seguidores de los personajes de Bonelli podrán ir calmando su ansiedad con la segunda parte de la Historia de La Diana, “Dime ¿Quién es como Dios?”, cuya publicación está prevista para fines de abril del año próximo.

En esta segunda parte, irá un poco más atrás en la historia, relatando cómo se gestó la Guerra.

. Audiolibro

Desde este mes, “Aquí hay dragones” también se puede escuchar. Es el primer libro de Bonelli que sale en formato audiolibro. “Lo quise hacer para personas que tienen problemas de la visión y resultó un acierto que tuvo más repercusión de lo que pensaba”, reconoció la autora.