Todavía no encuentra explicación pero igual dice que “hay que salir adelante”. Horacio Paredes, padre de Matías, el joven asesinado a balazos por policías de civil este jueves a la madrugada, explica a LA CAPITAL que aún está shockeado.

“Matías no se metía con nadie”, indica, y automáticamente revela que el dolor por la muerte de un hijo no es una tragedia desconocida para él y su esposa, aunque de igual forma no se pueda describir la sensación: “Tuve seis hijos: uno murió de un infarto, otro electrocutado y a este me lo mató la policía”.

Horacio está con su mujer María Elena en su casa del barrio Bosque Grande. En la puerta “hay como 70 personas” que fueron a darle apoyo. “Esto no va a quedar así, vamos a poner abogados y lo que haga falta… Queremos justicia”, reclama.

En la charla con este medio, explica que hasta el momento la única funcionaria que se contactó con él y su familia es una integrante de la Fiscalía Nº 5, que tiene a su cargo Alejandro Pellegrinelli, al ser consultado sobre si existió un eventual contacto con miembros de los ministerios de Seguridad, tanto nacional como provincial, ya que la titular del primero, Patricia Bullrich, se encuentra de paso fortuito por la ciudad.

El crimen

Matías Paredes fue asesinado de cuatro balazos efectuados por policías de civil que lo persiguieron en vehículos no identificables por la zona del barrio Bosque Grande, de esta ciudad.

La víctima viajaba en un automóvil Fiat Palio con otros dos jóvenes, mientras que los policías pertenecientes a las comisarías 14, Destacamento Camet, 16 y 15 lo hacían en una camioneta Ford Ecosport y en un Volkswagen Bora.

De acuerdo a la información a la que accedió LA CAPITAL de manera exclusiva sostiene que Paredes recibió cuatro disparos, uno en la espalda, un roce en la cara, uno en el hombro derecho y otro en el brazo derecho.

A pesar de que se lo trasladó al HIGA, Paredes falleció a causa de la gravedad de las lesiones producidas por los proyectiles.

La secuencia se habría iniciado a cuatro cuadras de Fortunato de la Plaza y Polonia, cuando la Ecosport en la que viajaban Héctor Murray, policía de Estación Camet, Yancamil Masia, de comisaría 14, y Emilio Flores, de la 15, empezó a perseguir al Fiat Palio en donde estaba Paredes con sus dos amigos. En el semáforo de las dos avenidas el Bora les cortó el paso y quisieron abrir la puerta del Palio. En el Bora viajaban los policías Juan Manuel Molina y Julio Rufino Jerez, de la comisaría 16, que tiene jurisdicción en la zona.

Al parecer los ocupantes del Palio se asustaron por no entender quiénes eran los hombres que los interceptaban y escaparon por Polonia hacia Tripulante del Fournier, de ahí hasta Goñi bis y la 37, donde los detienen. En medio de esa persecución se produjeron los disparos.

Una de las versiones del caso, que dejaron trascender los allegados a la víctima, indica que los policías buscaban a Cristian “El Guachín” Monje, sospechoso del crimen del kiosquero Cristian Velázquez (50) que permanece prófugo.