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Policiales 13 de febrero de 2017

Un ataque que vuelve a exponer la rivalidad entre barras de Quilmes y Peñarol

Luego de que esta mañana la sede de la institución fuera atacada a balazos, el presidente de Quilmes, Pablo Zabala, deseó que el hecho no tenga que ver con la rivalidad entre clubes y que se trate simplemente de un episodio vandálico sin ninguna motivación especial.

“Si fuera por un problema de Quilmes y Peñarol hablaría con (Domingo) Robles y desistiríamos de la competencia, me iría, dejaría de jugar al básquet profesional, porque si no esto sería una locura. Esto creo que pasa por otro lado”, sostuvo el dirigente en diálogo con LA CAPITAL.

El ataque contra la sede del club, ubicada en Luro y Guido, ocurrió cerca de las 6.30, cuando desconocidos realizaron al menos 7 disparos que impactaron contra los cristales y la fachada del edificio.

Zabala dijo estar “amargado” por lo ocurrido y que espera que el hecho se esclarezca.

“No sé quién puede ser, un trastornado que pueda andar a los tiros en el medio de la ciudad. Según los dichos de la gente que estaba en la confitería fue gente que pasó en varias motos, no sé cual fue el móvil, no sé los motivos”, comentó.

A pesar de la incertidumbre que aún existe al respecto, el episodio no deja se ser relacionado con el ataque ocurrido en 30 de julio del año pasado contra la sede del Club Peñarol, el principal rival de Quilmes en la Liga Nacional de Basquet.
En aquella oportunidad, cerca de las 23 horas, un grupo compuesto entre entre seis y siete personas lanzó cuatro bombas molotov contra el edificio ubicado en Garay y Santiago del Estero.