En la nueva normalidad post-pandemia, cada vez son más las personas que demandan personalización en sus experiencias e información clara. Como sucede en muchas otras industrias, esa demanda también llegó al sector inmobiliario.

En ese sentido, en la búsqueda de transformación y en la necesidad de sumar competitividad, son muchos los protagonistas del ámbito local que destacan lo que sucede en el país que se erige como gran protagonista disruptivo: Estados Unidos. Gracias a su innovación y su resiliencia a la hora de crear nuevas oportunidades de negocio, el país del norte se ubica a la vanguardia del sector.

¿Cuáles son los motivos de ese posicionamiento? Las respuestas parecen estar en la propia dinámica del ámbito inmobiliario. Si miramos a nivel local, los altos precios de los inmuebles, la falta de opciones de financiamiento y la coyuntura general están entre los principales obstáculos de los argentinos a la hora de alquilar o comprar.

De todos modos, hay muchos otros factores que entran en juego cuando se encara una de las cuestiones más estresantes, como es mudarse. La falta de información centralizada, los precios disímiles, el maltrato o los miles de idas y vueltas que muchas personas sufren en el proceso suelen degradar la experiencia de vendedores y compradores.

En contrapartida a lo que ocurre en la Argentina y en muchos otros países de Latinoamérica, el sector inmobiliario en Estados Unidos se destaca por haber encontrado una dinámica que beneficia a todos los actores involucrados.

En ese sentido, hay cuatro claves que permiten entender el éxito y el liderazgo mundial del ámbito de bienes raíces estadounidense:

Innovación tecnológica: entre las herramientas más potentes está el Multiple Listing Service (MLS), un sistema que permite a las inmobiliarias y su personal compartir información. Se trata de una base de datos en la que aparecen todas las propiedades en oferta en un área determinada. El servicio se robustece con los avances de la Inteligencia Artificial, que mejora el proceso de búsqueda y análisis de propiedades, remodela la forma en que los inversores evalúan las inversiones potenciales, mejora la experiencia del cliente y agiliza la detección de fraude en las transacciones inmobiliarias.

Trabajo en red: en lugar de compartimentar la información disponible, el MLS permite la cooperación entre los profesionales inmobiliarios, así como la multiplicación de oportunidades. Al mismo tiempo, a partir de ese enfoque, incluso los competidores cooperan entre sí para garantizar transacciones exitosas. Los sistemas MLS equiparan las condiciones de pequeños corredores y firmas grandes.

Transparencia: compartir información de forma cooperativa y unificada aporta claridad a los diversos actores del sector. Basada en datos homogéneos y disponibles de manera online, esa transparencia resulta clave para que los consumidores puedan tomar mejores decisiones en la compra y venta de inmuebles.

Foco en el cliente: a las soluciones digitales se suma el asesoramiento permanente y la personalización de las operaciones, dos factores clave para que las personas encuentren el inmueble que buscan. A través de la figura de los agentes inmobiliarios, el sector de bienes raíces en Estados Unidos se vuelve incluso más eficiente: los tiempos y los gastos se optimizan, a la vez que los clientes acceden a procesos más confiables y seguros.

En Argentina el camino por recorrer en esta dirección es largo. Sin embargo, esta tendencia comienza a tomar impulso a partir de la iniciativa de actores que tienen una mirada transformadora de la cultura de los negocios. La mayoría son emprendedores que buscan alternativas a la crisis que, en la actualidad y desde hace varios años, mantiene estancado al sector.