Históricamente, en la segunda quincena de febrero comienzan en las inmobiliarias las consultas de aquellos estudiantes que necesitan instalarse durante nueve meses en Mar del Plata para cursar una carrera terciaria o universitaria. La pandemia, la virtualidad y el progresivo retorno a la presencialidad desacomodó a este segmento del mercado y hoy, de cara al inicio de clases, la demanda es alta, pero escasea la oferta de departamentos con la modalidad de contrato de marzo a diciembre.

Uno de los objetivos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) para este 2022 es lograr la “presencialidad plena”, aunque sin dejar de contemplar actividades virtuales, algo que ya se está dando en los cursos de ingreso a las carreras, en los que se combinan cursadas en las aulas con asistencia a través de los dispositivos electrónicos.

La realidad no es la misma en cada facultad y varía de acuerdo con cada carrera e incluso cada cátedra. Algunas demandan mayor presencialidad que otras. Por eso, desde el Rectorado se apunta a un sistema híbrido con mayor presencialidad que en 2021, pero con libertad para que cada facultad pueda implementar “su propio criterio” de acuerdo a sus necesidades.

Mientras que los ingresantes y estudiantes marplatenses se preparan para esta nueva etapa, encontrar un inmueble para instalarse en la ciudad se está volviendo un problema para aquellos de otras localidades que optan por cursar en la ciudad.

El mercado de alquileres funciona por oferta y demanda. Por estos días, está en aumento la búsqueda de departamentos -principalmente de uno y dos ambientes- en un contexto con “muy baja oferta” de alquileres “para estudiantes”, es decir, con contrato de nueve meses, de marzo a diciembre. Muchos de estos -cabe aclarar- todavía están dirigidos al segmento turístico, con incertidumbre respecto de la modalidad que tendrán a partir de marzo.

En este sentido, el martillero Diego del Valle marcó que “muy pronto empiezan las clases” y “la gente que tiene que venir a Mar del Plata a estudiar alguna carrera no consigue departamento”.

El trasfondo de este problema está atravesado por la pandemia. En 2020, con el parate generalizado a raíz de la cuarentena, parte de los inmuebles para estudiantes se reconvirtió al sistema de alquileres por 36 meses, con todas las complicaciones que generó la “nueva” ley.

En 2021, el escenario sanitario y la modalidad de cursada virtual evitó que muchos estudiantes debieran radicarse en la ciudad, pero en 2022, con la “presencialidad plena” en la mira, el problema empieza a quedar en evidencia.

“No hay oferta de alquileres. En el caso de los estudiantes hay tres causas: la consecuencia de dos años sin este tipo de mercado, la vigencia de la nueva ley de alquileres y una temporada con turismo que hace que el típico departamento de las zonas que va el estudiante, todavía esté alquilado”, analizó Del Valle.

Asimismo, destacó que en el 2020 el aislamiento “truncó muchos de los alquileres de los chicos que al final no vinieron”, situación que se extendió en 2021 y que llevó a muchos propietarios a “pasarse al mercado de locación de 36 meses al no poder alquilarle a estudiantes”.

La búsqueda, a su vez, comienza con una buena temporada en marcha. En el centro se alquilan muchos de este tipo de departamentos por alrededor de $3.000 por día y hay “un margen importante que todavía está alquilado”, por lo que “habrá que ver después de Carnaval qué escenario hay en el mercado”, analizó Del Valle.

La ley de alquileres también hizo lo suyo. “Lamentablemente, ha afectado al mercado en general. Yo antes, por ejemplo, aconsejaba a un papá que venía con su hijo para estudiar que hiciera un contrato de 24 meses -luego de 36-, para no estar todos los años con la búsqueda, pero hoy el escenario a partir de esta reforma es muy distinto”, agregó.

En tanto, desde la Universidad Nacional de Mar del Plata, el secretario académico, Daniel Reynoso, señaló que el Rectorado trabaja en “una norma que contemple todas las situaciones”, es decir, tanto la realidad de los marplatenses como de aquellos estudiantes de otras localidades.

Sin embargo, aclaró que “después el criterio lo tomará cada facultad y dentro de ella, cada carrera”. “Son perfiles profesionales muy difíciles de homogeneizar y se trata de volver a presencialidad plena pero sin abandonar la virtualidad y sus herramientas”, dijo Reynoso. Y advirtió que “no hay una sola vía para esto”.

El tema de los alquileres “es muy complejo” y “supera la dimensión de las universidades”, planteó el secretario académico, quien, a su vez, indicó que esta problemática se está generando también en otras ciudades de la región que reciben en forma masiva a estudiantes de otras localidades, como Balcarce, Tandil y Bahía Blanca.

Desde distintas cátedras, en tanto, vía redes sociales comunicaron que el ciclo se desarrollará con presencialidad solo en algunas clases y/o para rendir exámenes, mientras que las cursadas serán mayormente virtuales. En algunos casos, habrá consideraciones especiales para estudiantes de otras ciudades, pero no hay un criterio unificado. Depende de cada carrera.

Valores

En medio de las complicaciones generadas por la “nueva” ley de alquileres, si bien encontrar un departamento por nueve meses puede volverse una difícil tarea, hallar inmuebles en buen estado y -al mismo tiempo- a un valor accesible puede dificultar aún más la búsqueda.

Actualmente, los departamentos de un ambiente se alquilan por alrededor de $30.000, mientras que los de dos ambientes rondan los $35.000 y los de tres se ubican, en muchos casos, por encima de los $40.000.

El número varía fuertemente de acuerdo al estado de la propiedad y, por supuesto, también a la ubicación.

Hoy, en promedio, los departamentos destinados a estudiantes suelen estar por debajo de esta media. Así, es posible encontrar monoambientes desde $22.000 o inmuebles de dos ambientes por nueve meses a partir de los $25.000 aproximadamente. Sin embargo, los más económicos son los que primero se reservan. La demanda puja a la oferta y los precios terminan moviéndose.