Por Sebastián Arana

Quilmes consiguió un triunfo esencial. Resolviendo a su favor uno de esos finales complicados que usualmente lo complican. No fue especialmente lúcido, pero tuvo la fortuna que otras noches no. Y le ganó 84-82 a Obras Básket para detener su caída en la tabla de posiciones.

Era una final para Quilmes. Sin embargo, salió un primer tiempo llamativamente abierto. El equipo marplatense comenzó con la fluidez en ataque que suele tener. Y le sacó el escaso rédito de casi siempre por no poder plantar, del otro sector de la cancha, una defensa confiable.

Los de Javier Bianchelli hicieron entrar seguido en juego a Richard Jackson, quien lideró la ofensiva con 11 puntos en el cuarto inicial. Pero el pivote estadounidense estuvo respaldado por un equipo que, además, tiró con mucho acierto de tres puntos. La combinación de desequilibrio en la pintura y gol exterior se tradujo en 31 puntos en el cuarto inicial.

Sin embargo, Obras Básket también llegó al gol con cierta facilidad, sobre todo cada vez que se decidió a atacar el aro. En consecuencia, Quilmes se llevó siete puntos de luz (31-24) de ese ubérrimo primer cuarto ofensivo.

Con el buen ingreso al juego del venezolano Michael Carrera, que se ganó muchos puntos desde la línea de tiros libres, la visita emparejó en apenas un par de minutos y ambos llegaron al entretiempo intercambiándose el dominio del marcador en un contexto de total paridad.

El segundo tiempo sí se pareció más a una final. Después de “comerse” tres conversiones más de Eric Anderson cerca del canasto, Quilmes apostó por cerrarse más contra su aro, a riesgo de recibir tiros exteriores.

La jugada salió bien. El ataque de Obras dejó de fluir. Los de Bianchelli tampoco las tuvieron todas consigo y atacar el aro fue problemático cuando Holton, con su poder taponador, estuvo en la cancha. Sin embargo, una espléndida ráfaga de tiro abierto de Fernández solucionó los problemas. Quilmes llegó al cuarto final 64-61 al frente.

El equipo capitalino ensayó una nueva reacción en el inicio del segmento final, pero la cuarta falta personal de Anderson enseguida le puso un freno. Por otro lado, los “tricolores” mantuvieron la eficacia de una defensa zonal exitosa, muy apremiante en el lado fuerte del ataque rival.

Con la picardía de Maciel, más aciertos interiores de Jackson –jugó su mejor partido desde que llegó al equipo- y la renovada decisión de Ortiz para atacar el aro, Quilmes sacó seis puntos (75-69) antes de ingresar a los cinco minutos finales.

Sin embargo, volvió a sufrir. Como siempre. Obras emparejó todo con un triple de Dixon y tres tiros libres de Fernando Zurbriggen, producto de una falta cuando lanzaba de tres.
Cuando la pelota pesaba varios kilos, un doble de Jackson puso a Quilmes 83-81 arriba cuando restaban dos minutos. Increíblemente, el elenco de Bianchelli ya no pudo anotar más de cancha. Pero Obras tampoco.

A falta de quince segundos todo pareció venirse abajo cuando Maciel le hizo una falta a Dixon en acto de lanzar de tres puntos. El goleador visitante, no obstante, anotó uno de los tres tiros y, tras cartón, sus compañeros mandaron a la línea a Vassirani, que apenas convirtió uno de dos envíos. Obras volvió a tener la chance de ganar. Pero Barral falló un tiro de tres puntos y fue triunfo de Quilmes, que esta vez sonrió en un final apretado.

La síntesis
Quilmes 84
V. Fernández 17, L. Ortiz 16, W. Frazier 9, S. Morales 6 y R. Jackson 23 (FI); M. Maciel 8, M. Bolívar 2, E. Vassirani 3, L. Tantos 0 y J. E. De la Fuente 0. DT: Javier Bianchelli.

Obras Básket 82
P. Barral 11, D. Dixon 14, A. Zurbriggen 3, J. Holton 4 y E. Anderson 17 (FI); P. Lockett 7, M. Carrera 16, F. Zurbriggen 7 y J. P. Venegas 3. DT: Gregorio Martínez.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Juan Fernandez-Rodrigo Castillo-Gonzalo Delsart.
Parciales: 31-24, 47-47 y 64-61.