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Cultura 1 de diciembre de 2025

Grandes libros, pequeños lectores: “Paisucho” de Sebastián Vargas

Este libro poético y álbum de figuritas describe a través de diversas técnicas y textos a un pequeño país y sus peculiares costumbres, jugando con los sonidos, las palabras, las tipografías y las imágenes.

Paisucho, álbum de figuritas poético escrito por Sebastián Vargas e ilustrado por El Esperpento

“Paisucho”
Sebastián Vargas
Ilustrado por El Esperpento
Ediciones de la Terraza
Córdoba
2025
72 páginas

Por Lucía Lange (*)

“Paisucho” es un álbum poético de figuritas compuesto por 29 textos que configuran la identidad de un pequeñísimo país. “Conozco un país tan pequeño/ que no se puede ir por él sin mojarse de exilio/ y el cartel de bienvenida dice abajo: vuelva pronto” son algunos de sus versos.

Cada uno de estos poemas aporta a la construcción de “Paisucho”: su ubicación, su dinero, sus conversaciones, su justicia, su gobierno, sus deportes, sus mascotas, su memoria. Las palabras aparecen estiradas, deformadas o inventadas. Así, a través de juegos de palabras y sonidos que desafían al lector, se va construyendo esta nación. “Este Paisucho está fecho de palabras / es decir de pura nada / sonora”.

Del mismo modo, se experimenta con la tipografía, el espacio en la hoja, los signos de puntuación y las mayúsculas (casi ausentes). Un verdadero experimento paisuchense entre el humor y la sátira a las instituciones:

“Por ley siempre hay un plato de comida caliente
[al caer el sol en una mesa cualquiera]
por ley no soy la persona más bella del mundo
[pero igual deberías quererme aunque más no sea un poco]
lástima [lástima digo]
qué nadie cumpla aquí ni por obligación la ley
ni por ley la ley ninguna (0) nadie cumpla
[jamás de los jamases]”.

Otra particularidad de este poemario es que se le pueden pegar figuritas. El libro trae un sobre con algunas a color y el resto se las puede conseguir por separado. No obstante, esto no es imprescindible, ya que los espacios donde deben colocarse vienen impresos con la imagen a un solo color. Estas muestran elementos nacionales “paisuchenses” con técnica collage.

Esta identidad nacional se escapa del libro ya que existe una página en Instagram llamada “Paisucho” en la que se continúan escribiendo textos sobre este lugar y sus costumbres. Así se advierte que este país hecho de palabras también ocupa los espacios digitales. Incluso se extienden certificados de ciudadanía. De este modo, Sebastián Vargas recupera cierta nostalgia del formato álbum de figuritas, pero, a su vez, dialoga con la actualidad y las redes sociales.

“Paisucho” se inscribe en una genealogía vanguardista que recupera el trabajo sobre la desarticulación del lenguaje, tal como lo hizo Vicente Huidobro en “Altazor”, un poemario que trasciende los géneros literarios o cualquier tipo de categorización y nos invita a vivir en él: “aquí (dice) habrá lugar de sobra para que conspiremos”. Un mundo, o mejor dicho, un país, (re)construido con los escombros de las palabras y sus sonidos. Entonces, ¿qué esperás para mudarte a Paisucho?


(*) Miembro de la ONG Jitanjáfora. Redes sociales para la promoción de la lectura y la escritura. Para más recomendaciones literarias de textos infantiles y juveniles, visitar la sección Grandes libros, pequeños lectores de LA CAPITAL, escrita por especialistas que son miembros de la ONG Jitanjáfora, haciendo clic acá.