Por Sebastián Arana

Unión lo sacó adelante. A pura defensa encarriló un partido que se le había complicado mucho y venció por un apretado 57 a 55 a Independiente de Neuquén por el Torneo Federal de Básquetbol.

El resultado le permitió al elenco marplatense asegurar la sexta posición de la División Bonaerense, que ya no podrá modificar. Lo único que le falta conocer es si en la Reclasificación enfrentará a Sportivo Escobar o Sarmiento de Junín. El ganador del partido que el miércoles sostendrán entre sí estos dos equipos será el adversario de los de Norberto De Paz.

Unión jugó un primer tiempo ofensivo tétrico. No lo empezó tan mal. Independiente lo puso en dificultades con una buena defensa, pero promediando el cuarto ganaba y anotaba, con cuentagotas, por sus vías naturales.

Pero los sucesivos errores, de traslado, o a la hora de lanzar al canasto, le fueron minando la confianza. Si bien no defendía mal, le fue imposible sostener ventaja alguna con tantos problemas para anotar.

La situación se agravó en el comienzo del segundo parcial. El conjunto “celeste” estuvo siete minutos sin anotar. De Paz intentó cambiar el rumbo infructuosamente con la rotación. Pero su equipo no paró de chocar. En consecuencia, con un parcial 10-0, Independiente escapó a 24-13 a falta de tres minutos.

Sin embargo, defendiendo y corriendo el contraataque, Unión cerró el parcial decorosamente y se fue 21-28 abajo al descanso. Con lo mal que había jugado, negoción.

En el complemento, Independiente sufrió el mismo calvario de Unión en el primer tiempo. El equipo marplatense jugó una defensa formidable en el tercer cuarto y apenas permitió siete puntos.

Al elenco de De Paz no le sobró mucho. Extrañó y mucho a Franco Rivero, a quien nada le salió. Pero recuperó sus vías de gol naturales. Fernández, Jara y Varas hicieron sus puntos a distancia. Y, con dos tiros libres de “Juani”, el equipo local pasó al frente 37-35 a falta de 1’10” para el final del parcial.

De todos modos, la paridad se mantuvo hasta el final. Unión mantuvo la delantera apoyado en la actuación defensiva, fortalecida por el buen ingreso de Julián Cupeiro por Rivero. Y con esporádicos aciertos a distancia.

Pero a Independiente el interminable Mario Sepúlveda lo mantuvo en juego hasta los tres minutos finales.
Entonces los aciertos exteriores locales fueron una puñalada en el corazón de los neuquinos. Tres “bombas” casi consecutivas (dos de Varas y una increíble en el medio de Fernández, con tablero) prácticamente sellaron la historia.