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Deportes 23 de octubre de 2017

Peñarol cortó la racha ante Quilmes y habrá más clásicos

Con el debut de un Martín Leiva que volvió al club, el equipo de Leonardo Gutiérrez dejó atrás la serie de cinco derrotas al hilo, venció a Quilmes 98 a 85 y ahora volverán a verse las caras en el repechaje del Súper 20.

por Marcelo Solari

El superclásico volvió a ser de Peñarol. Con algunos argumentos sólidos, el retorno feliz de Martín Leiva, una defensa muy buena en el cuarto final y un nivel de intensidad que logró sostener a lo largo de todo el partido. El “milrayitas” se impuso por 98 a 85 y con este resultado dejó a Quilmes en el cuarto lugar del Grupo D del Torneo Súper 20. Y como los de Garay y Santiago del Estero ya eran quintos, ambos se cruzarán en el Repechaje, al mejor de tres partidos, probablemente a partir del jueves (se confirmará hoy).

 

Martín Leiva volvió a jugar para Peñarol.

Martín Leiva volvió a jugar para Peñarol.

Prácticamente no se sacaron ventaja en los primeros cinco minutos. Quilmes había impresionado levemente mejor con los rompimientos de Eric Flor, quien definía por su cuenta o, en su defecto, cuando saltaba la ayuda, descargaba para Iván Basualdo.

Peñarol respondió con un buen aporte inicial de Martín Leiva y una ráfaga muy positiva de Steffphon Pettigrew, incluyendo un rebote ofensivo con una volcada formidable que hizo estallar a la parcialidad “milrayitas”. No era para menos.

Esa paridad se prolongó durante todo el primer cuarto, el cual fue cerrado con un triplazo de Nicolás Zurschimitten desde la mitad de la cancha para adelantar a su equipo 25-22 al llegar al primer descanso.

A partir de ese momento, Enzo Ruiz anuló a Pettigrew (había anotado 14 puntos en el primer capítulo y se quedó en blanco en el segundo), y si bien el santiagueño tampoco pesó adelante, al menos frenó a quien era la principal vía de gol del “milrayitas”.

Con todo, fue Peñarol el que pudo disfrutar de una estrecha supremacía, aún a pesar de la tercer falta de Nicolás Gianella, que dejó lugar a unos buenos minutos de Zurschmitten y a la primera aparición de Juan Ignacio Marcos en la temporada.

Sin embargo, mientras Leiva se convertía en el interno dominante que solía ser, una jugada pudo haber cambiado el curso del partido. El pivote de Peñarol atacó el aro, los árbitros sancionaron una falta de Basualdo, e innecesariamente Leiva le dijo algo a la pasada. De inmediato, el árbitro Roberto Smith lo castigó con una falta técnica. Leiva falló sus dos libres, fue a sentarse con tres infracciones en su cuenta y Quilmes estampó un parcial de 7-0 para alejarse 39-32, acaso en el primer quiebre de la noche.

Pero Peñarol no bajó la intensidad, encontró una de las pocas acciones felices de Karl Cochran en el primer tiempo, luego un triple del pibe Marcos y otra vez todo en equilibrio.

Para el tercer cuarto, el “milrayitas” comenzó a insinuar que podía tener las armas para detener a Quilmes. Defensivamente obligó mucho más a su rival a tomar malas decisiones. Y se sostuvo adelante con una acertada distribución de las reponsabilidades.

Del otro lado, Eric Flor aportaba abundante gol, pero Basualdo ya no encontraba espacios y los porcentajes de tres puntos no acompañaban. A esa altura, cuando todavía quedaba mucho por jugar, las faltas personales ya representaban un problema para mabos.
Aún así, el destino del encuentro era incierto. Pero en un juego lógico como el básquet, el resultado se decantó para el lado del que hizo mejor las cosas.

Por fin, Peñarol encontró las respuestas defensivas esperadas. Quilmes se empezó a frustrar y, al mismo tiempo, su eficacia atrás le permitió atacar con mucha tranquilidad al equipo de Leonardo Gutiérrez. Hubo margen para el lucimiento de Cochran, y una admirable conducción de Nicolás Gianella, que había estado mucho tiempo en el banco complicado con las faltas personales, y regresó para tomar todas buenas decisiones y también anotar.

La luz en el resultado, que oscilaba ente los 7/8 puntos, se fue incrementando sin solución de continuidad porque Peñarol capitalizó las ventajas de un oponente que fue permeable a ladefensa del pick and roll y adelante no encontró la fluidez necesaria para superar a una gran defensa.



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