por Sebastián Arana

Otra vez Quilmes dejó pasar ventajas interesantes y se complicó al final del partido. Con no demasiados argumentos, Libertad de Sunchales forzó un final parejo y, más tranquilo, se llevó del Polideportivo un 66-64 que lo acomoda en la tabla de posiciones de la Liga Nacional de básquetbol, al tiempo que hunde un poco más al elenco “tricolor”.

Una ofensiva interesante, liderada por un buen Lucas Ortiz, combinada al llamativo desacierto visitante a la hora de lanzar al aro, le permitieron a Quilmes gozar enseguida de una posición de dominio y de manejar ventajas del orden de los diez puntos hacia la mitad del primer parcial.

Por entonces, el elenco de Javier Bianchelli lucía una buena efectividad a la hora de tirar de tres puntos e intentaba pasarse la bola solidariamente. Defensivamente, no lo hacía mal. Lo flojo de Libertad a la hora de atacar lo hacía parecer mejor todavía.

Pese a la negra noche de Mateo Bolívar -falló sus siete tiros de cancha den el primer tiempo-, Quilmes se las ingenió para irse 20-10 arriba al primer descanso.

Libertad mejoró con la aparición en escena de su rotación, sobre todo con el aporte de Agustín Caffaro, quien empezó a crear problemas en el poste bajo con la velocidad de sus movimientos.

Los sunchalenses, sin embargo, no lograron preocupar aún a Quilmes. Porque los ingresos de Maciel y Essengue fueron productivos y mantuvieron el tono del equipo. Porque Tantos, asimismo, regresó bien al partido y encadenó un par de acciones positivas.

Con un doble del base, Quilmes sacó la máxima luz (29-18) a falta de 5’45” para el entretiempo. Sin embargo, después se le apagaron todos los focos. Los cambios no le hicieron bien. Perdió claridad adelante y solidez atrás. Libertad le forzó varias acciones seguidas cerca del canasto y, con un doble de Kelley en el último segundo, llegó al descanso 32-31 al frente. Empujado por un parcial de 14-2 desde aquella conversión de Tantos.

Aún jugando mal de arranque, Quilmes logró encarrilar el partido en el tercer cuarto. La buena noticia fue la aparición protagónica de Bolívar, quien dejó atrás la sequía del primer tiempo y se anotó con ocho puntos que le permitieron recuperar la delantera en el marcador.

Libertad, sin la presencia interior del final de la primera parte, aguantó un rato con una buena tarea individual de Martín Cuello, con 9 puntos en el cuarto. El DT Sebastián Saborido apostó por resguardar a Caffaro, quien venía con tres personales del primer tiempo. Cuando lo mandó a la cancha, enseguida cometió la cuarta.

Limitado en el poste bajo, el equipo visitante claudicó en la parte final del cuarto. Quilmes se hizo fuerte con su defensa, corrió bien la cancha y contó con una gran ráfaga de Víctor Fernández (8 en el parcial) para recuperar los diez puntos de diferencia: 54-44 a la hora de ingresar al último segmento.

Sin embargo, la gran aparición de Nicolás Copello, con 11 puntos sólo en la mitad del cuarto final, emparejó casi del todo el partido antes de los últimos cinco minutos.

En la recta final, a Quilmes le costó pensar con claridad y, mucho más, ejecutar. Figueredo igualó con un doble largo cuando restaban 50”. Bolívar falló el ataque siguiente y Kelley, tomando el rebote de ataque de un disparo fallado por Figueredo, puso a Libertad 66-64 al frente a falta de doce segundos. Y fue decisivo porque Fernández erró el triple del final. Los de Bianchelli sufrieron una caída dolorosa.

Síntesis

Quilmes (64): L. Tantos 4, L. Ortiz 8, M. Bolívar 12, S. Morales 6 y E. Vassirani 8 (FI); G. Essengue 8, M. Maciel 7, V. Fernández 11, J. E. De la Fuente 0 y A. Lecona 0. DT: Javier Bianchelli.

Libertad (66): A. Alonso 2, N. Copello 14, Martín Cuello 17, K. Kelley 14 y A. Zago 2 (FI); D. Figueredo 9, A. Caffaro 8, M. Alonso 0, J. Eydallín 0 e I. Cuassolo 0. DT: Sebastián Saborido.

Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Arbitros: Alejandro Chiti-Mario Aluz-Sergio Tarifeño.
Parciales: 20-10, 31-32 y 54-44.