MIRAMAR (Corresponsal).- A paso lento, pausado, con cambios que se van notando esporádicamente pero que siguen persiguiendo el objetivo de restaurar un icono arquitectónico y patrimonial, el Boulevard Atlántico Hotel de Mar del Sud, trata de salir de ese estado esquelético y abandonado que dio lugar a tantas críticas.

El último proyecto que se mantiene en pie, como los anteriores de orígenes descabellados y que sólo perseguían un fin comercial, también recibió enormes críticas en su momento por no respetar la originalidad, por ejemplo, al reemplazar primariamente el techo de pizarras por chapa trapezoidal.

Ese generó denuncias por parte del Colegio de Arquitectos de General Alvarado, que marcaron al municipio esas deficiencias evidentes y obligaron a la enésima paralización de las obras.

De todas maneras, pese al hermetismo, actualmente existen trabajos que lentamente parecen ir cambiando esa imagen que dio lugar a la controversia.

Según expresaron fuentes del municipio a LA CAPITAL, “los permisos están al día al igual que la presentación de planos, donde se ven avances limitados. Se llegó a un acuerdo de recuperar materiales originarios, sacar esas chapas que habían sido colocadas y poner pizarras nuevamente”.

“Además la obra se ordenó, mejoraron cuestiones de seguridad y actualizaron pagos por lo que vemos un cambio que al menos genera otras expectativas a futuro”, agregó la misma fuente consultada.

El HBA fue declarado de “Interés Histórico” por ordenanza municipal 223/1973, “Monumento Histórico Municipal” (247/1988) y bajo la tutela de la comuna por el Código de Preservación Patrimonial (307/2000).

Según apuntaron durante 2018 desde el Colegio de Arquitectos local, el edificio “estaba sufriendo hace aproximadamente 6 años, demoliciones, desmantelamientos y alteraciones que no sólo afectaban gravemente su valor patrimonial sino que por haberse ejecutado sin supervisión técnica ni control municipal reglamentario, se estaba poniendo en serio riesgo su estabilidad constructiva”.

Otro de los datos brindados a este diario es que la meta principal del proyecto se mantiene, pese a los inconvenientes registrados estos últimos años.

Instalaciones

El objetivo es que el hotel quede como fue en sus comienzos sobre la parte del acceso, aunque de las 77 habitaciones con las que contaba en sus años de funcionamiento sólo quedarían 30, de modo que no tendrá características de “lujo” sino “boutique” donde se anexará un comedor para degustación de platos típicos durante todo el año.

Por otra parte, en la zona trasera está programado realizar un complejo de cabañas o edificio de baja altura que llegaría a tres pisos cubriendo el ancho del hotel, el cual se realizará con tecnología sustentable.

La única modificación del proyecto original es que no será posible incluir cocheras subterráneas, entonces habrá un espacio específico sobre los costados donde irán colocados los automóviles de posibles clientes.

Este predio contaría además con unos 40 departamentos que estarán anexos a la antigua estructura por lo que funcionarán como un apart hotel.

¿Se cumplirá finalmente lo establecido? Al menos por ahora, habrá que seguir esperando.