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Deportes 8 de febrero de 2025

Alvarado debutó con un empate que sirve en su visita a Colegiales

El cotejo fue parejo y con pocas oportunidades. El 0-0 fue justo y lógico. Lo mejor del "Torito" estuvo del medio hacia atrás. El próximo partido será el próximo domingo ante Atlanta en el "José María Minella".

Tomás Bolzicco intenta un remate de chilena. El "9" nunca se pudo poner de frente al arco y no fue abastecido. Foto Prensa Alvarado.

No perder el primer partido es valioso. De visitante, más todavía. El “nuevo” Alvarado consiguió un buen resultado en su debut en la temporada 2005 de la Primera Nacional. Por la primera fecha de la Zona A rescató un empate sin goles de la cancha de Colegiales en un encuentro equilibrado y de vuelo bajo.

El equipo marplatense tuvo altos y bajos. Fue de menor a mayor en cada etapa. Tuvo los puntos altos (Blasi, Monzón, Bolívar, Gobetto) del medio hacia atrás y le faltaron conexión y pimienta en los metros finales de la cancha.

El intenso calor condicionó todo. Casi tanto como un terreno de juego irregular. Por un lado, el intenso ritmo que ambos intentaron imprimirle a las acciones mermó muy rápido. Por otro, jugar por abajo no resultó sencillo.

Alvarado, que presentó un 4-2-3-1 de movida, no se sintió del todo a gusto, pero logró acomodarse con el correr de los minutos.

En el arranque sufrió en su costado derecho con la velocidad del delantero Castillo, quien jugó volcado sobre la izquierda y fue una amenaza. Ortale no logró encontrarlo y Blasi tuvo que estar muy atento para cuidarle las espaldas.

Una corrida del citado Castillo antes del segundo minuto finalizó con un remate al cuerpo de Henricot y antes del cuarto de hora faltó poco para que Villalba conectara un centro suyo en el borde del área chica.

 

Mateo Ortale pelea con Castillo. Al lateral le costó afirmarse.

Mateo Ortale pelea con Castillo. Al lateral le costó afirmarse.

 

Paulatinamente, sin embargo, la estantería defensiva marplatense se acomodó. Se cubrieron mejor los espacios, hubo menos libertades para los lanzadores rivales y se logró cercar a Castillo.

Al mismo tiempo, Alvarado consiguió jugar unos metros más adelante y Bolívar y Gobetto pisaron más seguido terreno rival. Y empezó a insinuarse una tendencia de escalar por el lateral izquierdo con las subidas de Gorgerino.

El problema para el elenco marplatense fue que el tridente generador (Borgnino, Becker y Martínez) lució impreciso y prácticamente no conectó entre sí. Y Bolzicco, casi siempre de espaldas al arco, estuvo muy aislado.

De todos modos, Alvarado se adaptó a sus propias falencias. Lo que el juego no le dio intentó conseguirlo con el remate de media distancia. Bolívar, fundamentalmente, lo intentó tres veces. También Gobetto. Aunque el más peligroso fue un zurdazo apenas alto de Enzo Martínez a los 21′, justo antes de que Barraza se apiadara de los jugadores y los mandara a refrescarse. La imagen proyectada por el “Torito” sobre el cierre de la etapa fue de una leve superioridad.

Pero en el inicio del complemento Colegiales, también con poca profundidad, intentó retomar la iniciativa. El ingreso de Ortigoza le dio un poco más de energía y en los primeros veinte minutos generó un par de buenas chances. A los 5′ un tiro libre de Müller, por afuera de la barrera, fue desviado con esfuerzo por Henricot. Sobre los 20′, finalmente, desbordó Gordillo por la derecha y envió un centro rasante que Ortale rechazó como pudo. El rebote le quedó a Almada, muy libre, en la puerta del área. Pero el recién ingresado no le dio bien y dejó pasar una gran oportunidad.

Como había ocurrido en la primera etapa, de a poco, Alvarado logró zafar del dominio rival. Primero se afirmó atrás con la solidez de Blasi y Monzón.

Luego no tuvo la presencia en campo rival de la primera etapa con Bolívar y Gobetto. Sin embargo, los ingresos de Bergara y de Amilivia le dieron un poco más de poder de fuego a sus contraataques.

 

Pocas apariciones de Diego Becker, el capitán del equipo. Una gran habilitación a Amilivia en el complemento y poco más.

Pocas apariciones de Diego Becker, el capitán del equipo. Una gran habilitación a Amilivia en el complemento y poco más.

 

 

El propio Amilivia tuvo dos posibilidades. A los 27′ remató débil y por arriba del travesaño un pase “pinchado” de Becker que lo dejó en buena posición. Y a tres minutos del final, después de una corrida del hábil Bergara, recogió una pelota a la deriva y sacó un derechazo bien colocado de media distancia que obligó a una gran estirada de Di Fulvio para salvar.

Más allá de esa posibilidad y de que otra vez el equipo de Matteo dio una mejor imagen sobre el final de la etapa, el resultado fue justo. Ni Colegiales ni Alvarado lograron imponer condiciones. Tampoco consiguieron sobreponerse al calor ni dominar las asperezas del terreno de juego. Fundamentalmente, no disimularon que están en procesos de formación. Las desconexiones, por ende, fueron lógicas. El 0-0 también.

 

La síntesis

 

Colegiales 0

Di Fulvio; Nicolás Álvarez, Martínez Montagnoli, Strasorier y Hanashiro; Guillermo Villalba, Lautaro Torres, Federico Marín y David Müller; Lucio Castillo y Lautaro Gordillo. DT: Leonardo Fernández.

 

Alvarado 0

Henricot; Ortale, Blasi, Lucas Monzón y Gorgerino; Gobetto y Agustín Bolívar; Borgnino, Diego Becker y Enzo Martínez; Bolzicco. DT: Alexis Matteo.

 

Cambios: segundo tiempo, inicio, Iván Ortigoza por Guillermo Villalba, 15′ Lioi por Muller, Tomás Almada por Castillo, Bergara por Borgnino y Amilivia por Bolzicco, 29′ Laureano Marra por Torres, 33′ Susvielles por Becker, 37′ Lucas Giménez por Gordillo y 46′ Nahuel Pereyra por Gobetto y Ariel Castellano por Martínez.
Cancha: Estadio “Libertarios Unidos” de Colegiales.
Árbitro: Julio Barraza.