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Arte y Espectáculos 17 de marzo de 2022

Duprat y Cohn, los elegidos por Penélope y Banderas para contar una batalla de egos en “Competencia oficial”

"Es una película divertida, no frívola", dijeron los cineastas sobre "Competencia oficial", estrenada este jueves. Narra una historia sobre el cine y el mundo de la actuación, de la mano de Antonio Banderas, Penélope Cruz y Oscar Martínez.

Duprat, Banderas, Penélope Cruz, Martínez y Cohn, directores, actriz y actores en pleno rodaje.

 
Al revés de otros proyectos cinematográficos, fueron los actores los que decidieron trabajar con esta dupla de directores argentinos, exitosos por cierto. La española Penélope Cruz y el español Antonio Banderas vieron el filme “El ciudadano ilustre” y no les quedaron dudas: se contactaron con Mariano Cohn y Gastón Duprat para “hacer algo juntos”, cuentan los cineastas a LA CAPITAL.

 


Duprat y Cohn.Duprat y Cohn.


 

“Tuvimos un cónclave en la casa de Antonio en Londres y viajamos por un día desde Buenos Aires. Charlamos para ver qué tipo de película querían hacer -arranca Cohn-. Fue una reunión en la que estábamos nosotros solos, una mesa gigante, un papelito y una lapicera. Y ahí se decidió esta película”.

De la reunión surgió la idea de hacer una película sobre el cine. Otra vez el mundo del arte -en otras películas indagaron en la literatura, en el arte contemporáneo y en la pintura- es el barro en el que caminan estos personajes: una cineasta excéntrica, rol que recae en Penélope, y dos actores, Banderas más el argentino Oscar Martínez, que se duelan en el set.

 


“Tendría que impostar para hacer una película carcelaria o para hablar de la cárcel. En este caso, (el arte) es un terreno que me es propio, que nos queda cómodo” (Mariano Cohn)


Así, “Competencia oficial”, que se estrenó esta semana en salas de cine de Argentina y el mundo, “retrata la cocina del mundo de la actuación”. “Resolvimos que no tenía que ser una película complaciente con el mundo del cine, no tan romántica. Ahí cada uno aportó su cuota de maldad para que quede este experimento que está en pantalla”, sigue Cohn.

 


 

Una escena del filme.Una escena del filme.


 

Por subtítulo, la cinta reza “Demasiado ego”. “Es un homenaje a Charly (García), pero es también una síntesis de la película”, agrega Duprat, en una rueda de prensa antes del estreno comercial.

-¿Por qué ellos los eligieron a ustedes?

Duprat: -Yo también pienso que nuestras películas son buenas (risas). “El ciudadano ilustre” tuvo un recorrido internacional muy fuerte, sin tener figuras internacionales, aunque Martínez es un actor de primera línea. Tuvo más de cincuenta premios, se estrenó en setenta países y la vieron cinco millones de espectadores en el mundo. Eso nos hizo conocidos. Estuvo buenísimo que (Antonio y Penélope) nos llamaran. Fue inusual y sorpresivo para nosotros. Me parece genuino y simple por parte de un actor hablar con un director y manifestar que le gusta su estilo.

Cohn: -Después de haber trabajado con ellos, lo que es positivo es que Antonio quiere volver a filmar con nosotros. Estamos planeando una serie y una película. Con Oscar vamos a hacer una serie también en España el año que viene. Y con Penélope también. Eso que empezó con un llamado no termina en esta película y esto es un aliciente para nosotros.

 


El personaje de Penélope y detrás la emblemática obra de León Ferrari: "La civilización occidental y cristiana".

El personaje de Penélope y detrás la emblemática obra de León Ferrari: “La civilización occidental y cristiana”.


 

-Es decir, hubo buena química.

Duprat: -Sí, la verdad que sí, porque es una película divertida, no frívola, pero sí divertida para los actores. Por el tipo de escena ellos podían interactuar, no estuvo esa cosa tan cortada del cine, sino que hacíamos escenas largas, enteras, e interactuaban verdaderamente. Ese detalle y esa sensibilidad entre grandes actores se ve en pantalla.

-En otras películas ya trabajaron el lado B del arte: las imposturas, los egos, lo snob, lo mentiroso que rodea al arte. ¿Por qué les interesa ese recorte para meter la ficción?

Cohn: -No es el lado B, es el único lado que tiene, me parece, ese lado al que pertenecemos nosotros. Son universos que aparecen propios, no tengo que impostar para hacer una película. Tendría que impostar para hacer una película carcelaria o para hablar de la cárcel. En este caso, es un terreno que me es propio, que nos queda cómodo. Tenemos cierta experiencia y cierta autoridad como para hablar y no hay que recurrir a ninguna impostación. Aunque es un retrato que va más allá de esos universos, porque se termina hablando de la batalla de egos, algo que puede suceder en un supermercado, en un jardín de infantes, en un sindicato. Nos posicionamos ahí porque son los lugares que conocemos.

 


Diálogo en el set.Diálogo en el set.


 

-¿Cómo se dio el reparto de los personajes masculinos?

Cohn: -Cuando diseñamos los tres personajes, la directora iba a ser mujer y, para los personajes de los hombres, habíamos diseñado, por un lado, a un actor de teatro, maestro de actores, comprometido y estudioso y, por otro lado, a un actor de Hollywood, carismático, mujeriego, sin demasiado compromiso. Habíamos propuesto que Oscar haga el actor de Hollywood y Banderas, el de teatro serio. Pero finalmente ellos nos terminaron convenciendo de hacer los personajes que están más cerca de su idiosincrasia. Porque en un punto podían hablar o reírse de los estereotipos que representan y resultaron divertidos.

 

 

Piruetas de Banderas.

Piruetas de Banderas.



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