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La Ciudad 31 de agosto de 2025

Elecciones en la UNMDP: Biasone y Sánchez Herrero buscan “romper el techo de cristal”

De alumnas pasaron a ser docentes, ocuparon distintos cargos y hoy aspiran a ser rectora y vicerrectora de la Universidad. Comparten la primera fórmula femenina en la historia de la institución, en una continuidad del oficialismo. En una entrevista con LA CAPITAL, compartieron sus propuestas para "modernizar y transformar" a la casa de estudios.

Mónica Biasone y Marina Sánchez Herrero comparten la primera fórmula femenina para conducir la UNMDP.

Por primera vez en la historia de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), una fórmula integrada por mujeres competirá por el rectorado y vicerrectorado. La contadora Mónica Biasone, exdecana de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y con 45 años de trayectoria dentro de la institución, y Marina Sánchez Herrero, abogada, presidenta del Concejo Deliberante y vicedecana de la Facultad de Derecho, buscan encabezar la conducción de la casa de estudios, respaldadas por Transformación Universitaria, el espacio plural que integra el actual rector Alfredo Lazzeretti, próximo a completar su segundo mandato.

Ambas fueron alumnas, ayudantes de cátedra, docentes y luego autoridades. De origen socialista y radical respectivamente, hoy aspiran a liderar y representar juntas, desde otro lugar, a una institución que es parte de la columna vertebral de Mar del Plata y la región, en un momento por demás complejo para las universidad pública, entre el ajuste presupuestario del Gobierno y la lucha salarial de los docentes.

Las elecciones se vivirán del 15 al 19 de septiembre. Las candidatas al rectorado dialogaron extensamente con LA CAPITAL en la Facultad de Derecho sobre sus propuestas, el contexto actual y el significado de ser la primera fórmula de mujeres en competir por la conducción de la UNMDP.

–¿Qué sienten al integrar la primera fórmula de mujeres en la historia de la Universidad?

Biasone: Es la primera vez que hay una candidata mujer a rectora y vicerrectora juntas en los 63 años de nuestra universidad. A nivel nacional hay muy pocas universidades que tienen esa dupla: solo 4 de las 62 universidades nacionales, y en apenas 13 hay rectoras mujeres. Es novedoso y habla del reconocimiento que falta y de lo postergadas que aún estamos. Quizás no debería ser novedoso, pero lo es, y esperamos romper el techo de cristal en la Universidad Nacional de Mar del Plata. Venimos con una impronta y una mirada femenina que es distinta. Se dialoga de otra manera, la sensibilidad es otra y el entender al otro también. Es una empatía diferente. No es que los hombres no la tengan, pero la nuestra es distinta.

Sánchez Herrero: Hay una mirada estratégica desde los espacios que integramos, que tiene que ver con mostrar lo que nos pertenece como valores y principios: la diversidad, la inclusión y la igualdad. No somos mujeres que formamos parte de una fórmula por marketing o por cupo, lo hacemos por legitimidad. Esto demuestra un reflejo no solo social, sino también de la realidad universitaria. Y, sobre todo, expresa una mirada profundamente pluralista. Es histórico. Seríamos la quinta dupla femenina a nivel nacional. Pero no partimos de ahí: venimos por una universidad igualitaria, inclusiva, pluralista y diversa.

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–Fueron alumnas, docentes, ocuparon cargos en facultades y ahora son candidatas a rectora y vicerrectora. ¿Qué buscan devolverle a la universidad pública ocupando este nuevo rol?

Biasone: Hace 45 años crucé por primera vez la puerta de esta universidad. Vengo de una familia de trabajadores de clase media baja. Mis papás tenían solo el primario. Somos tres hermanas universitarias gracias a muchísimo esfuerzo. Creo que todavía tenemos que lograr que los hijos de las familias trabajadoras puedan elegir venir a la universidad. Mi vida cambió desde que ingresé, y no solo porque conocí a mi actual marido y mis hijos pasaron por estas aulas, sino porque transitar la universidad, aunque no termines la carrera, te cambia la vida. Por eso, en el programa de Transformación Universitaria, tenemos la gran responsabilidad de representar un espacio que viene conduciendo hace 20 años la universidad, que ha hecho muchas cosas muy buenas y que debemos sostener, pero también tenemos que pensar en algo distinto para la comunidad, porque la universidad se debe a su comunidad.

–Y en ese pensar distinto, ¿qué propuestas comparten respecto de hacia dónde debería ir la Universidad?

Biasone: Uno de los puntos es reconocer saberes adquiridos a lo largo de la carrera para mejorar la empleabilidad de los estudiantes. A veces las carreras se hacen largas. Tenemos que rever cuántos años lleva una carrera, a qué edad los jóvenes se reciben, cuáles son sus miradas, qué es lo que demandan y analizar cuántos estudiantes obtienen finalmente su título. Creemos que en un punto determinado de la carrera tenemos que reconocer saberes. Por eso, uno de los ejes de la campaña es una universidad humana, al lado del estudiante y de los trabajadores que la integran.

Sánchez Herrero: El gran desafío institucional de todas las universidades es adaptarse a una coyuntura de cambios repentinos, de miradas espontáneas y de muchísima liquidez. ¿Cómo mantener su identidad e impronta y, al mismo tiempo, reversionarse en esa nueva realidad? Esa realidad no solo está atravesada por la digitalización y la inteligencia artificial, sino también por nuevas perspectivas sociales. Hoy las personas analizan su entorno y su proyecto de vida desde un lugar completamente distinto. El primer desafío es que la universidad mantenga su esencia, pero aggiornada a un presente que no se parece al de su origen. Debemos discernir qué cambiar y qué no. Porque no podemos pretender que un médico se reciba en un año, pero sí generar carreras de uno o dos años. La universidad es el engranaje que sostiene el círculo virtuoso del crecimiento social.

–¿Tienen previsto generar entonces carreras más cortas y títulos intermedios?

Sánchez Herrero: Es importante mantener la institución con sus principios y valores, pero en armonía con un mundo líquido, rápido, espontáneo y desafiante. Sí, puede haber títulos intermedios, es algo que hablamos mucho con Mónica: que quien quiera completar la carrera de grado lo haga, y que quien necesite un título intermedio pueda usarlo. Y en otros casos, generar carreras más cortas.

Biasone: Hablamos mucho de microcertificaciones y de carreras cortas. Calificar saberes es importante y transformador, porque hoy los jóvenes trabajan y debemos tenerlo en cuenta. Este sábado, por ejemplo, realizamos en Derecho una actividad vinculada a los saberes que necesitamos en el futuro, es clave saber hacia dónde vamos.

 

-La Inteligencia Artificial se introdujo en muchas áreas, entre ellas la educación, ¿qué mirada tienen sobre el tema y su uso entre estudiantes y docentes?

Biasone: La nueva tecnología nos atraviesa de una manera que rompe las estructuras a las que estábamos acostumbrados. Está en la vida de todos, y la universidad es una estructura de hace un par de siglos. Nos vamos actualizando permanentemente y, a través de la Secretaría de Vinculación, nos relacionamos con los sectores productivos de la ciudad para analizar cuáles son las necesidades del futuro y cómo pensar en profesiones más permeables.

Sánchez Herrero: La IA no nos domina, pero tiene una presencia muy importante. Tenemos que definir cuál es el lugar ético para incluirla, cómo y dónde hacerlo. La universidad siempre fue un rector ético de la sociedad. Hoy la IA, que surgió de los ámbitos académicos, está al alcance de todos. No podemos desconocerla ni negarla: ya está adentro. Pero el marco ético es fundamental.

-Es imposible pensar hoy en la universidad pública sin enmarcarla en el contexto de ajuste y la lucha docente y no docente. ¿Cómo se relacionan con esa realidad y con el reclamo de los trabajadores?

Biasone: Los salarios insumen del 90 al 95% del presupuesto universitario. Lo que queda para el resto de los gastos corrientes de la universidad es un 5% como máximo, y hay que saber muy bien cómo manejarlo. Esto viene ocurriendo hace años, pero nunca con tanta crisis como en la actualidad. Venimos de una gestión muy austera y transparente. Nuestra universidad tiene premios internacionales por transparencia y somos la segunda universidad del país en este aspecto. Cumplimos con un 98% de los estándares de transparencia. Hay que seguir por ese camino. Vamos a trabajar con muchísima responsabilidad con el presupuesto. El contexto no lo podemos modificar.

-Pero, ¿cómo analizan por ejemplo el eventual veto del presidente Milei a la Ley de Financiamiento Universitario?

Biasone: El martes habrá una nueva marcha de los docentes justamente porque el presidente va a vetar la ley. Yo creo que es un gran error. Es un error no destinar el presupuesto que corresponde a las universidades y, fundamentalmente, al sistema de ciencia y tecnología. Los países desarrollados, a los que admiramos, destinan gran parte de su presupuesto a ciencia y tecnología.

Sánchez Herrero: La autonomía no es un privilegio, es una condición necesaria para que la universidad no pierda su esencia, para obtener conocimientos honestos, para trabajar con absoluta libertad y, de esa forma, poder volcar en la sociedad todo su producto, que no es ni más ni menos que conocimiento. Entonces, universidades autónomas son un requisito esencial para una sociedad en crecimiento. Mónica y yo formamos parte de espacios que históricamente han trabajado y luchado —y esa no es una palabra menor— por la autonomía universitaria, que implica que esté financiada para poder dar el servicio que corresponde y poder llevar adelante la maravillosa actividad de educar. Y ahí nos van a encontrar siempre a nosotras, con respeto y siempre con la coherencia de los espacios de los que venimos. Hemos marchado cuando se trató de modificar la ley de educación superior, cuando se hicieron recortes universitarios y hoy, en los espacios de los que formamos parte, promoviendo la ley de presupuesto universitario. Ahí vamos a estar siempre nosotras.

Biasone: La marcha del 23 de abril fue maravillosa, porque participaron tanto los estudiantes como los docentes, los padres, los abuelos… salimos todos. Es lo maravilloso de la movilidad social ascendente. No todos llegan a la universidad, y tenemos que trabajar para que todos puedan estudiar. Entonces, en ese sentido, nos vamos a manejar como lo hicimos hasta ahora: con mucho respeto, saliendo a la calle en caso de que haya que salir, reclamando lo que nos pertenece.

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-En caso de ganar y asumir en el Rectorado, ¿qué sería lo primero?

Biasone: Lo primero que tenemos que reclamar es que el Ejecutivo mande un presupuesto al parlamento, porque el presupuesto es la base y en él se expresa cuál va a ser su proyecto de país. En este contexto de crisis, esta universidad ha podido hacer obras con recursos propios, con ahorros de periodos anteriores. Ese es el ejemplo y la formación que tenemos, y eso es lo que vamos a seguir haciendo. Necesitamos tener un presupuesto y eso viene de la mano de la rendición de cuentas. Esta universidad hace rendición de cuentas, la transparencia es un pilar.

-En materia edilicia, ¿qué va a pasar con las obras en marcha en la universidad y qué nuevas obras consideran necesarias?

Biasone: Siempre se necesitan obras. Nosotras recorremos cada facultad. El otro día fuimos a Medicina y sí, quedó chico. Estuvimos también en el nuevo espacio de simulación que se inauguró con Alfredo Lazzeretti y Silvia Bernardo, y es impresionante. Eso lo hicimos con los ahorros que teníamos. Pero la universidad tiene diez facultades, y todas necesitan más espacio. Hay obras pendientes, otras están avanzando y ya nos están pidiendo muchas más.

Sánchez Herrero: Hay que distinguir entre lo que tiene que ver con las obras de mantenimiento de infraestructura, que es una mirada: tenemos que mantener lo que tenemos en condiciones. Pero también está la otra mirada, que tiene que ver con cómo Mónica y yo conseguimos la universidad, que es la universidad actualizada a las nuevas necesidades, no solo de espacio, sino de técnicas pedagógicas. Estamos acostumbrados a las universidades tradicionales con el formato de maestro y alumno sentado. Eso en el mundo ya es relativo. Siempre está, pero hay nuevos formatos.

-¿Piensan en una mayor virtualidad en la Universidad, con aulas híbridas, por ejemplo?

Sánchez Herrero: Sí, las aulas híbridas son una tarea que nos tenemos que dar, y eso implica obras. No solo obras de poner televisores o cámaras. Hay obras de acondicionamiento que también te llevan a pensar ediliciamente, y ver el concepto de espacio, porque no es lo mismo un espacio para 100 personas que un aula híbrida para 500, donde solo 30 personas están sentadas, por ejemplo. Entonces, están las obras de infraestructura de lo que existe, más todas las obras que tenemos que hacer para poner a la universidad en estado de modernidad.

-En caso de que su fórmula sea elegida en la elección, ¿cómo quisieran que su gestión sea recordada?

Biasone: Tenemos por delante una campaña con dos semanas muy intensas, con dos listas, y estamos confiadas y esperanzadas. Si nos eligen como rectora y vice, necesariamente nos van a recordar como las que rompieron el techo de cristal. Pero me gustaría que me recuerden por una gestión abierta y de mucha escucha, una gestión que transformó la universidad en lo académico, pero también en lo que tiene que ver con el cuidado de su personal y la innovación académica. Que nos recuerden por ser las dos primeras mujeres en conducir la universidad, haciendo historia para abrir el camino a muchas más.

Sánchez Herrero: Sí, comparto con Mónica, y también por ser una universidad inserta internacionalmente. No quiere decir que no lo estemos, pero hay nuevos desafíos, hay una innovación internacional. Mónica y yo ingresamos para cumplir un sueño individual, que tenía que ver con ser contadora y abogada, y nos quedamos para formar parte de un sueño colectivo, que tenía que ver con una universidad. Ambas somos docentes, fuimos ayudantes y buscamos transformar realidades, pero no desde cualquier lugar. No queremos que nos recuerden a Mónica y a Marina en sí. Queremos que nos recuerden como un colectivo que fortaleció los cimientos de una institución que, cuando ninguna de nosotras estemos, siga estando para el crecimiento de la sociedad y para su transformación. Si logramos fortalecer esos cimientos, nuestra tarea estará cumplida.


Dos mujeres con amplia trayectoria

| Mónica Biasone es contadora pública, especialista en Sindicatura Concursal y Contabilidad Superior, directora de la Escuela de Gobierno de Ciencias Económicas y Sociales y titular de la cátedra de Contabilidad I de dicha Facultad. Se desempeñó como decana de la FCEyS e integrante del cuerpo de peritos de la Suprema Corte bonaerense.

| Marina Sánchez Herrero es abogada, Magister en Políticas Públicas, vicedecana de la Facultad de Derecho de la UNMDP y presidenta del Concejo Deliberante. Ha sido vicepresidenta del Consejo de la Magistratura de la Nación. Profesora de Derecho administrativo y derecho público. Es Directora de la carrera de especialización en Derecho Administrativo y titular del Observatorio Jurídico “Angélica Barreda” de la Facultad de Derecho.