CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Deportes 8 de octubre de 2016

Peñarol enderezó rápido el rumbo

Venció a Boca sin atenuantes. Fue 85-73 como visitante por la LNB.

Rob Reed ataca el aro pese a la presencia de Pedro Calderón. El estadounidense aportó lo suyo en ataque.

BUENOS AIRES, (E) – Había perdido el invicto ante Ferro Carril Oeste tras dejar una pobre imagen. Anoche todo cambió y Peñarol enderezó el camino. Con una producción convincente derrotó como visitante a Boca Juniors, por 85 a 73, y se afirmó como escolta de la Conferencia Sur, detrás del único invicto que le queda a la competencia: Bahía Básket.

Desde el inicio asumió una postura dominante Peñarol. En la primera ofensiva, en apenas 16 segundos de juego y tras una sucesión de rápidos pases, Leonardo Gutiérrez habilitó a Roberto Acuña para un espectacular “alley-oop”. Y más adelante, en ofensiva respondieron casi todos, pero especialmente el encendido Franco Giorgetti, autor de 9 puntos (3 de 4 triples) en el primer segmento.

Peñarol obtuvo una renta de 10 puntos (20-10), se puso cada vez más firme en defensa, capitalizó las 6 pérdidas de Boca y con una segura conducción de Nicolás Zurchsmitten y el aporte de Rob Reed estableció la máxima ventaja de 24-12.
La supremacía del visitante continuó hasta la mitad del segundo segmento (33-17), aunque una falta antideportiva de Vuk Ivanovic sembró un margen para la duda porque Boca dispuso de un par de posibilidades para acercarse.

Pero en ese cuarto, hasta los 7 minutos, el “xeneize” solamente había convertido 2 tiros libres en manos de Fernando Funes. La distancia se extendió a 42-19, aunque en el tramo final, renació Boca, liderado por Lucas Pérez y Eduardo Vassirani.
Con margen para rotar el plantel, hacer jugar a todos y desnudar la impotencia del rival, Peñarol controló casi a voluntad el desarrollo, y estableció nuevas máximas diferencias, que llegaron a los 24 puntos (63-39 y 65-41).

Las pérdidas fueron una tortura para los dirigidos por Ronaldo Córdoba, y las variantes de los marplatenses fueron demasiadas para un Boca sin rumbo y mala puntería.
En el último cuarto, con un par de conversiones desde el perímetro, el local quedó a doce puntos a falta de cuatro minutos. Pero después de varias ofensivas fallidas, Zurschmitten metió el triple que terminó de definir el juego.