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Cultura 20 de marzo de 2024

Entretextos: seis poemas de Camila Esteban

La autora marplatense empezó a escribir durante la pandemia y en el 2022 empezó el taller de experimentación poética Proyecto Ruptura. Sus textos han sido publicados en las antologías “Amar lo frío” (2023) y “Las mareas vivas” (2024), ambas editadas por Cepes.

I.
tengo ganas de escribir algo
que signifique algo más
y no puedo
escribir nada que signifique algo más
porque hoy recuerdo
camino y recuerdo
camino y recuerdo
al ritmo
en el que las cosas caen
crecen mueren
se reproducen caen
manos tus manos
se mueven monstruosas
van vuelven se van vuelven siempre
se van
y pienso al paso el peso
pienso
pasa
tu mano pasa el pasado vuelve
siempre vuelve
interrumpe la cena me dice
acá estoy acá estás no
estas
pero cuánto espero espero cualquiera
que vuelvas hoy ayer que vuelvas
me digas hola volví volví y no me voy
una mano que vuelve una mano parece
perdón parece techo
un cordón desata detiene tropieza cae
la memoria es cruel
tirana
cruel
la memoria
camina
este recuerdo me persigue.

II.
La ternura no es
un anillo de compromiso
una cadena
ni un beso
no es un oso de peluche
no es dudar de más
para mí
la ternura es
un contrato autodestructible que dice
cuando estés acá no vas a necesitar
taparte las cicatrices
esconder la cara entre almohadones
hacer silencio
te presto
mi ternura toda un ratito
ahora voy a
acunar tu cuerpo al sol
recorrer la piel dorada a lo largo
enrularte el pelo entre los dedos
no me importa
que sea única esta vez
no me importa
no conocerte mañana
la ternura es un regalo
una bandera
una tregua de paz.

III.
Me gustaría ser una escritora cul
escribir poemas que salven al mundo
una poesía generosa dadivosa
incisiva hilarante grácil
hablar de lo cul que es escribir
y tener consciencia social
(más no de clase)
usar anteojos y camisas estampadas
de diseño nacional
(más no popular)
pero no
más me gusta escribirle poemas
a las veces que me rompieron el corazón y hablar
sobre mí
me gustaría emanar misterio
metaforizar con disimulo
pero más me gusta
ser explícita en la queja sobre
las injusticias del mundo vincular
y el capitalismo
(no se olviden del capitalismo)
Atención atención
ahora voy a
llorar por la amora que se fue
escuchen aplaudan griten
que el ego es una plantita
de perejil
puede
condimentar la comida
o matar a un gato
según
quién la use

para escribir poemas primero
hay que sacrificar a alguien.

IV.
Siempre quise ser candidata a algo
que me elijan entre una multitud
y ganar
siempre quise pararme sobre un escenario
recitar un poema a los gritos
siempre quise un amor
devoto inagotable infinito goma profundamente goma
tierno lésbico mágico monstruoso desesperado
siempre quise una certeza
la que sea
una sola
siempre quise creer en dios
y nunca pude
querer no es poder
no en este mundo al menos
querer no es poder
y yo no sé si puedo aunque quiera
esperar, no sé si puedo
sentarme paciente a mirar cómo
se caen todas las hojas al principio del invierno.
sentarme a esperar que se pongan de acuerdo tus voces todas
las que me mostraste
no sé sentarme tampoco sé esperar
no sé si puedo
no sé si quiero
mendigar retazos de humanidad
querer no es poder
y yo te quise
y no pudimos.

V.
En un minuto puedo caminar 100 metros
hacer 10 nudos, escribir 4 renglones
escuchar 1/3 de canción
Un minuto tardo en pensar
si robarte un beso y otro
más mirando perdida tu pelo sin peinar
Un minuto tardamos
en despedirnos la última vez
pero yo no tarde un minuto en
despedirte ni otro en olvidarte
Y sé muy bien que no alcanzan
todos esos minutos
para entender por qué

Ya pasaron tantos, perdí la cuenta
en el 2536 quedé
caminando atrás del segundero
hasta parece que retrocede
espero
que llegue al minuto 0 y estés ahí
esperandome
adentro del auto, ese día tan frío
en que inauguramos nuestra despedida
y quizás esta vez
te diga que qué querés que yo quiero esto
me quiero quedar acá
en el auto
con este frío
calculando el minuto
para robarte otro beso.

VI.
Si reuniera la cantidad de veces
que quise gritar esta vez
podría reunir
un cd punk rock de 16 temas
con mi voz irrumpiendo en la nada
no sé cuántas horas
sin parar
mi voz gritando en diferentes tonos
las cuerdas vocales acariciadas por una lija
16 temas propios podría poner
algún cover
imitando el grito de quien desespera
otro más
el grito de quien huye
quiero huir tantas veces
tantos días
podría grabar un cd de 16 temas
de pasos corriendo por el mundo
de mi cabeza
saliendo
lejos todo lo lejos que pueda
si reuniera la cantidad de veces que quise delegar
y no pude
podría grabar un disco grunge
delinearme los ojos de negro
salir corriendo grabar el disco
gritar gritar gritar gritar
estoy cansada de querer gritar
y no tener dónde
desarmar las costillas
desplegar los músculos que comprimen la garganta
gritar gritar gritar gritar
romper un plato contra el piso
sacudir una piedra en el vidrio
quiero grabar un disco de rockabilly
de 16 temas y ningún cover
de cosas que se rompen
estallan por los aires
partículas de todo lo que pudo ser
tené cuidado
que no se te claven en los ojos
cuando oigas el grito.

Camila Esteban nació en Mar del Plata la última primavera del siglo pasado. Empezó a escribir algo parecido a la poesía durante la pandemia y en el 2022 empezó el taller de experimentación poética Proyecto Ruptura (al que todavía concurre y quiere mucho). Disfruta de leer sus poemas en voz alta, al momento participó de ciclos de poesía local como Delirio y Choreo, Festín y el Festival de Poesía de Acá. Participó en las antologías “Amar lo frío” (2023) y “Las mareas vivas” (2024), ambas publicadas por Cepes Ediciones. Además, es artesana haciendo macramé y estudia medicina en la UNMdP desde el 2018, ámbito en el cual también investiga y extensiona. No se lleva nada bien con la tercera persona e insiste en que solo puede creer en el arte y en el amor.