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Cultura 11 de noviembre de 2019

“Escribir me da la increíble sensación de ser sincero conmigo mismo”

Sebastián Ciano se anima a compartir sus poemas y relatos breves, en una edición autogestionada e independiente, que presentará formalmente el próximo domingo 17 de noviembre.

Sebastián Ciano, autor de "Gris".

Comenzó a escribir como método terapéutico. Le gusta jugar con las palabras “en secreto” y, confiesa que hace poco comenzó a sentirse más conforme con el material que iba generando. Así, el joven periodista marplatense Sebastián Ciano comenzó a gestar la idea de plasmar en un libro, el contenido de sus escritos y, tras un trabajo largo y autogestionado, nació “Gris”.

Se trata de un libro de “poemas y canciones sin música”, en los que vuelca sensaciones y sentimientos, pero a través de los que espera que las personas que los lean “vayan enhebrando sus propias conclusiones”.

Inspirado en la poética del rock, elige el verso por sobre la prosa -que ya casi no ejercita- como medio de expresión.

Ciano presentará formalmente “Gris”, el domingo 17, a las 20.30 en la Casa Libro (Dorrego entre San Martín y Luro). Antes, compartió una charla con LA CAPITAL, en la que aseguró que “escribir me da la increíble sensación de ser sincero conmigo mismo”.

– ¿Cómo surgió la idea de publicar “Gris”?

– La idea surgió el año pasado. Hace alrededor de siete años que escribo, pero jamás con la intención de hacer un libro. Sin embargo el año pasado me di cuenta que quería hacer algo con todo el material del que disponía. Además, hubo un momento en todo este tiempo que cambié la forma en la que escribía y comencé a estar más a gusto con el resultado. Desde allí que me propuse publicarlo.

– ¿Es una edición independiente?

– Sí, Gris es un proyecto totalmente independiente, que no tiene una editorial detrás. Está autogestionado, y trabajé con una imprenta y una diseñadora de Buenos Aires.

– ¿Qué te atrajo de la poesía para incursionar en ese género?

– Empecé a escribir como método terapéutico, sin formato ni objetivos. A medida que fue pasando el tiempo empecé a darme cuenta de que los textos estaban yendo para ese lado, por lo tanto poco a poco comencé a volcarme a ese formato. De hecho, gran parte de lo que está publicado es poesía y casi nada de ello corresponde a mis primeros pasos escribiendo.

– ¿Te gusta jugar o experimentar con las palabras?

– Sí, pero lo hago en secreto. Soy muy introvertido. Lo tomé de la música. Escucho música hace treinta años, me moviliza y me emociona. Las letras del rock siempre han dado vueltas en mi cabeza, y son las grandes inspiradoras de mis textos.

– En el libro también hay relatos breves. Cuando tenés una idea ¿Cómo sabés o decidís si vas a plasmarla en forma de versos o prosa?

– Hace tiempo ya que no escribo en ese formato. La palabra no es decidir o saber, sino “sentir”. Es 100% espontáneo, así que era sentarse y darme cuenta que iba a hacer un texto un poco más largo. Por ahí por las cosas que tenía para decir.

– Decís que los textos de este libro son autorreferenciales. ¿Qué hechos, situaciones o sentimientos te llevan a escribir?

– Bueno, no es un libro de autoayuda (risas). Me cuesta reponderte esto. Digamos que los sentimientos que aparecen no son ni más ni menos que los que acompañan a todas las personas a lo largo de la vida. Lo bueno es que a mí se me da por escribirlos. Otros, los más extrovertidos, andan contándole todo a los demás. No es mi caso.

– ¿Qué encontrás en la narrativa que no tiene o no te da el periodismo?

– La increíble sensación de ser sincero conmigo mismo. Es el hecho más liberador y revolucionario de mi vida.

– Desde la contratapa invitás a encarar tus textos y que los lectores elaboren sus propias conclusiones. Para vos ¿cómo se completa ese diálogo o cómo te gustaría que se complete?

– ¿Un diálogo entre un lector y yo? Con una cerveza o whisky de por medio, no existe otra manera (risas). Soy muy tímido. No me veo explicando algo que alguien no haya entendido, me moriría. Un poco tiene que ver con lo que te contaba antes de la inspiración. Los artistas que me inspiraron en un primer momento son artistas que provienen del rock, y que dicen las cosas sin mostrar todas sus cartas. Me resulta apasionante sentarse frente a un texto y preguntarme “¿qué habrá querido decir con esto?”. Y, desde ahí, ir armando lo que a uno le parece. Me pasó que me hayan dado una opinión sobre un texto mío que por ahí no era igual a la que yo pensé, ¡pero hasta me resultó mejor!

– También decís que la noche, la música y la soledad son el ambiente propicio para navegar tus textos. ¿Vos escribís de noche? ¿Tenés ritos de escritura? ¿Alguna música especial que escuches en esos momentos?

– No tengo horarios para escribir, porque es pura espontaneidad. Escribí de mañana, tarde y de noche. Sentado en casa, en un semáforo o yendo a hacer los mandados. Pero si tuviera que elegir, sería la noche. Por lo general no hay música, aunque sí hay algunos textos que surgieron escuchándola. De todas formas imagino a mi libro como un concepto, un concepto que hasta le impongo al lector (risas). Me los quiero imaginar leyéndolo mientras tomar un buen vino y no en la plaza paseando al perro. Pero eso va en los hábitos de cada uno, por supuesto. Lo mío es una fantasía tonta.

– ¿Creés más en la creatividad o en trabajo, en la búsqueda probando, escribiendo, leyendo, releyendo, corrigiendo?

– Creo en que cada uno tiene que sentirse bien con su manera de ser. Seguramente está el que se sienta de cinco a siete de la tarde, todos los días. Está el que, como yo, lo hace cada vez que le viene algo a la cabeza. Todo está bien, me parece. Me pasó mucho de corregir cosas que ya tenía escritas hace tiempo, y ni hablar de sacar definitivamente textos que en un principio iban a formar parte del libro.

– ¿Qué expectativa tenés con la presentación oficial del libro y cuál te gustaría que sea su devenir?

– Tengo la expectativa y la ilusión de la difusión. Que cada vez más gente pueda conocer Gris, leerlo. Sería una felicidad enorme. Y, desde ahí, poder crecer en el sentido de continuar ligado a este mundillo tan apasionante con el objetivo de seguir publicando. Ojalá, el año que viene.