Por Juan Miguel Alvarez

Juan Esnaider siempre vuelve a casa. Para rodearse de afecto sin alejarse de la pelota, esa que lo llevó a destinos increíbles en buena parte de casi medio siglo de vida (en marzo cumplirá 50 años).

El exdelantero estuvo el miércoles en el predio de Aldosivi durante el amistoso con Los Andes y aceptó con generosidad la solicitud de una breve entrevista con LA CAPITAL. Como ocurrió cada vez que regresó a la ciudad por distintas circunstancias y ocupando diferentes roles, pero siempre vinculado al fútbol.

Además de jugar en Ferro Carril Oeste, Real Madrid, Zaragoza (los hinchas lo apodaron “El Gardel de la Romadera”), Atlético Madrid, Espanyol, Juventus, Oporto, River, Ajaccio, Real Murcia, Newell’s y Cadetes, Esnaider tuvo el privilegio de ponerse la camiseta del seleccionado argentino: disputó el Mundial Sub 20 en Portugal 1991 y sumó tres presencias en la Mayor, con tres goles anotados.

Tras su retiro se desempeñó como director técnico, actividad que lo apasiona.

Se autodefine “hincha” de la Selección Argentina y admirador de Lionel Messi, “lo mejor que vio”. Por eso, es palabra autorizada para hablar de la consagración en Qatar 2022. “Fue extraodinario, de las alegrías más grandes que viví”, expresó. También dijo que celebró el título más por ser la coronación del “10” que por disfrute propio, opinó sobre el héroe marplatense Emiliano “Dibu” Martínez y se refirió a su “ahijado” futbolístico Emiliano Buendía, entre otros temas.

– Sos un hombre del mundo, pero siempre volvés a Mar del Plata…
– Vengo mucho, en verano casi siempre. Esta vez seguramente me voy a quedar hasta junio.

– ¿Llegaste con algún proyecto profesional? La última vez que hicimos una nota para el diario estabas dirigiendo en Japón y se te notaba muy a gusto.
– Sigo enamorado de Japón, con intenciones de volver a trabajar allá. Tuve posibilidades y pueden existir otras pronto. Pero mientras tanto, miro fútbol, me conecto con amigos, charlo con personas de esta actividad. No puedo dejar de relacionarme con gente del fútbol, es imposible.

– Dijiste que te quedabas hasta junio. ¿Hay algún motivo especial? ¿Vas a volver a estar relacionado con el club Cadetes?
– Es imposible que no tengamos vínculo, por el sentimiento y por la gente que trabaja en el club, incluso algunos familiares. Pero no hay relación laboral y profesional con Cadetes. Proyectos tengo muchos, siempre, pero que se puedan realizar o no, se verá con el tiempo.

– El Mundial generó una exaltación increíble en Argentina. ¿Cómo lo viviste vos?
– Ah… Fue extraordinario. Por momentos sufriendo, es cierto. Pero disfrutando un montón. Fue una de las grandes alegrías que viví, como para tantos argentinos amantes del fútbol. Yo también presencié el Mundial 1986, pero era chico (tenía 13 años). Sin dudas que el de Qatar lo disfruté mucho más todavía.

– ¿Creías, a priori, que se podía dar? Cuando terminó Rusia 2018 se hablaba que la diferencia con los seleccionados europeos era cada vez más grande…
– Los futbolistas sudamericanos, y los argentinos en este caso, siempre están en un nivel alto. Después, tienen que coincidir muchas cuestiones. Una camada de buenos jugadores que se junten, que haya un lindo ambiente, un grupo unido, que para mí fue una de las cuestiones principales en el triunfo del seleccionado. Y también que el entrenador entre en esa dinámica de buena onda, cosa que ocurrió.

– ¿Tenías relación con Scaloni, con quien coincidiste generacionalmente en la época de futbolista?
– Nos conocemos, hemos jugado en contra. Los integrantes del cuerpo técnico son todos amigos míos, así que estaba muy actualizado de lo que pasaba ahí adentro. Estoy muy contento de que les haya ido bien porque son personas geniales y muy buenos profesionales.

– Había una gran ilusión por ver a Messi levantar la Copa del Mundo. ¿Vos también lo sentiste así?
– Totalmente. Ya lo de la Copa América me alegró muchísimo, porque a Messi le faltaba ganar algo con la Selección, el Mundial fue lo máximo. Todos decimos lo mismo, nos alegramos más por él que por nosotros.

– ¿Creés que el futuro del seleccionado es auspicioso por los jóvenes que se consolidaron en Qatar y la cantidad de futbolistas que prometen?
– Hay una camada de jóvenes que está llamando la atención y eso está muy bueno. Pero también hay gente con capacidad que los está entrenando. La organización de la Selección me gusta, al menos visto a la distancia, porque no estoy muy empapado en lo que refiere a las inferiores. Pero seguro que van a seguir saliendo jugadores argentinos y de mucho nivel.

– Fuiste siempre un embajador del fútbol de la ciudad. ¿Qué te pareció que una de las figuras en el Mundial haya sido el marplatense Emiliano Martínez?
– Buenísimo. Me alegró mucho que sea de la ciudad. Es bueno para todos los chicos que quieren ser futbolistas, esto les da muchas más ganas de perseguir ese sueño. Y también motiva a quienes pretenden hacer proyectos de fútbol, como yo.

– Se valoró mucho su personalidad. Similar a la que mostrabas vos cuando jugabas, aunque en un puesto muy distinto…
– Emiliano Martínez es particular. A veces uno no está muy de acuerdo con lo que hacen otras personas, como sucedía conmigo cuando yo jugaba. Pero si algo tiene de bueno es que es muy auténtico. No hay nada trabajado ni ficticio.

– Emiliano Buendía, a quien “apadrinaste”, no estuvo tan lejos de ser convocado. Y está afianzado en la Premier League. ¿Qué opinás de su actualidad?
– Tenemos mucha relación, “Emi” es como un hijo para mí. Viajo mucho a Birmingham a verlo en el Aston Villa. Se encuentra en un lugar increíble, disfrutando del fútbol. Estuvo cerca del Mundial, es verdad, pero va a seguir teniendo opciones. Está en un momento fantástico en la Premier League.

– Considerando los jugadores de la ciudad que hay en las grandes ligas y el crecimiento de algunos predios deportivos, como el que estamos ahora, ¿cómo ves el desarrollo del fútbol marplatense?
– He visto poco. Fui a ver algunos partidos del Torneo Nacional de Independiente, en el que juegan las categorías inferiores. Pero siempre opino lo mismo: hay mucho material humano. A veces uno no se explica cómo salen tantos chicos de nivel. Y veo que hay gente más preparada conduciendo los grupos. Así que me alegro mucho.