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Policiales 29 de noviembre de 2017

La increíble historia detrás de la asaltante que amenazaba a la víctima con cortarle la oreja

En el mes de abril de 2016 denunció a su ex pareja por violarla pero luego quise retirar la denuncia. La Justicia, no obstante, condenó al hombre a 11 años de prisión.

Anahí Díaz (30), la mujer que el martes cayó detenida por participar en un violento asalto contra una jubilada, fue víctima de un caso de abuso sexual por el que su ex pareja recibió una condena hace menos de un mes.

Si bien Díaz había intentado retirar la denuncia durante el proceso que derivó en el juicio oral, la Justicia prosiguió con la acusación y terminó con una sentencia de de 11 años de prisión.

La historia de Díaz contiene algunas otras aristas que desnudan el mundo profundo del hampa y exponen la violencia de la que fue víctima y victimaria.

El martes Díaz, junto a su actual pareja Mauricio Benítez (39), fueron detenidos tras una investigación en la que se probó -al menos en esta instancia- su autoría en el asalto a una jubilada. Ambos fueron descubiertos porque el teléfono de Benítez estaba intervenido por la Justicia de Necochea y una escucha permitió reconstruir el asalto en Mar del Plata.

En esos audios se advierte la ascendencia de Díaz sobre Benítez, a quien le da órdenes y le pide que corte la oreja o el cuello de la víctima si no le entrega el dinero.

El fiscal Mariano Moyano los imputó y ayer les tomó declaración indagatoria, aunque ambos se negaron a comparecer.

Díaz no tenía antecedentes penales conocidos pero sí una vinculación directa con el ámbito delincuencial en Mar del Plata, al punto de relacionarse primero con José Luis Villalba y luego con Benítez. Villalba -con causas penales anteriores robo y amenazas- es quien resultó condenado por la violación, y Benítez, tal como señaló LA CAPITAL ayer, cumplió varias penas, entre ellas una por un conmocionante asesinato en Necochea en el año 1996.

El botón antipánico

La singular historia de Anahí Paola Díaz comenzó a develarse horas atrás, tras salir a la luz su brutal participación en el asalto del 29 de octubre último en una vivienda de Hernandarias al 4000.

Ese caso fue descubierto, en verdad, por el fiscal necochense Nicolás Lamberti, quien había ordenado intervenir el teléfono celular de Benítez en el marco de una investigación por el robo a un local comercial.

Cuando se analizaron las escuchas del día 29 de octubre los datos surgidos no referían a un hecho en Necochea, sino a uno en Mar del Plata. La activación de antenas demostró que Benítez estaba en ese lugar del barrio Villa Lourdes y tras verificarse las denuncias por robos se concluyó que era el sufrido por la jubilada.

Benítez había usado su teléfono durante el asalto con la opción altavoz para poder escuchar sin dificultad la comunicación mantenida con su cómplice. El análisis telefónico reveló un número de llamada entrante y entonces se supo, indubitablemente, que pertenecía a Díaz. Aunque resulte inverosímil, el celular que utilizó la mujer para dar órdenes (“Que te entregue la plata esa vieja de mierda que está entregada, que la entregue porque la tiene. Si no me traes nada gato de mierda entro yo y te prendo fuego a vos, mato a la vieja y te mato a vos. Que te la dé, cortale la oreja, cortale el cuello, que te dé la plata”) era el mismo que había dado como referencia al recibir un botón antipánico.

La Municipalidad de General Pueyrredon, a través del COM, tiene un sistema que otorga botones antipánico a personas en vulnerabilidad, generalmente por razones de violencia de género. Ese dispositivo posee su propio chip telefónico, pero además el usuario aporta un número celular para ser localizado en una emergencia. Díaz dio el mismo teléfono que luego usó en el asalto.

El motivo por el cual la ahora detenida tenía ese botón antipánico es por un caso de extrema gravedad que denunció y que terminó en la condena a 11 años de prisión de Villalba.

Abuso sexual

El 22 de abril de 2016 Díaz denunció que su ex novio, identificado como José Luis Villalba y quien se hallaba cumpliendo una pena en suspenso por un robo de vehículo y un robo con arma de utilería.

Díaz aseguró que el 17 de abril, cinco días antes, Villalba ingresó a su casa de calle Hernandarias 4800 y le pidió reanudar la relación que los había unido. Ante el rechazo de Díaz, Villalba -según declaró la mujer y entendieron veraz los jueces del Tribunal Oral 4 pese a que remarcaron las “dificultades probatorias del caso”- la golpeó, la amenazó con un cuchillo y la violó. No conforme con ello, Villalba calentó dos cuchillos y se los apoyó en la genitalidad de Díaz.

A pesar de que poco después se presentó en tribunales para retirar la denuncia, la Justicia continúo con la acusación y terminó con una condena a 11 años a Villalba.

Díaz inició una relación con Benítez y se unió a su accionar delictivo. El Estado municipal la “protegió” con un botón antipánico para evitar el acercamiento de Villalba por distintas denuncias de violencia de género que había realizado incluso antes del ataque sexual.

Fue, precisamente, con el teléfono aportado para ser ayudada que Díaz se comunicó con Benítez. Y lo hizo para pedirle que le cortara el cuello a la jubilada.